You're my destiny 「KrisYeol 」

« Second episode »

Tranquila era la mañana, la luz del sol entraba por el enorme ventanal de la habitación y esta misma llegaba a iluminar el pálido y somnoliento rostro del chico, quién con pesadez se movía en su cama, para lentamente abrir sus ojos y observar el techo, ya era de día y como tal, hora de despertar, aunque fuera día sábado. Alargó su mano para alcanzar el móvil en aquel pequeño mueble al lado de su cama, llevo la vista de la pantalla a sus ojos entreabiertos y observó la hora.

—10 de la mañana, ah, creo que nos quedamos dormidos. —Se quejó el Chino mientras dejaba caer el celular a un lado y gruñía con suavidad. Aún se lamentaba de haberle dicho que si a Krystal de salir con ella y SooMi aquel día de descanso.

Sin más se fue sentando con cuidado sobre su cama, observó al lado a su pequeña aún dormida, la niña abrazaba a su osito de felpa y esa sonrisa angelical le basto para sonreír él mismo. Con cuidado llevo la palma de su mano hasta su pequeña y colorida mejilla, la acarició con la yema de sus dedos y vio como de a poco se iba removiendo, quizás estaría soñando o estaría a punto de despertar, la verdad era que no lo sabía pero al saberse de lo que harían aquel día, decidió despertarla.

—Mi amor despierta, tía Krystal debe estar por llegar y no querrás perderte tu gran salida de hoy, ¿verdad? —Le susurro apenas, la pequeña niña se movió un poco más en su cama y terminaba llevando su mano a sus ojos para rasgar un poco de estos.

—Si papi pero SooMi tiene sueño. —Esas palabras hicieron reír a YiFan, la verdad era que su hija tenía el sueño largo y por demás pesado, igual que él. Su mano subió un poco más hasta su ya largo cabello y lo acarició lentamente.

—Lo sé mi amor pero ya es hora de despertar, vamos, arriba. —Animo a la niña de no más de 3 años. SooMi asintió un par de veces para tomar la posición de su padre y sentarse en aquella cama, acción siguiente fue comenzar a bajar de a poco de la gran cama e ir directamente al baño de su padre, puesto cada noche la niña dormía con él a pesar de tener su cuarto de ensueño pero prefería miles de veces dormir con aquel hombre, a quién amaba más que a nadie.

Por su lado, el Chino se estiro por última vez y terminó levantándose, y en ese preciso momento, escucho el timbre sonar en todo el departamento, acaso ¿esa chica ya había llegado? Por un momento lo pensó pero dejo eso pasar para salirse de su habitación e ir directamente a buscar una camiseta, puesto dormía sin ellas y no iría a abrir la puerta semi-desnudo, menos con la presencia de la chica que era su cuñada o más dicho, una de sus mejores amigas.

Llego prontamente a la puerta principal de su enorme departamento y así quito la seguridad para abrir la puerta y encontrar afuera a la chica que pensó minutos atrás.— Hey, Cristalito. —La chica frente a él lo veía un poco crédula, analizando su facha desde sus pies hasta su cabeza y al final chasqueó la lengua en resignación.

—Hey grandote. —Saludo algo cortante, típico en ella y no basto mucho para que pasará al lado del más alto y caminará sin destino en particular, sólo ingresar al hogar ajeno.— ¿Dónde está mi princesita? Apuesto a que se quedaron dormidos, ¿no es así? —Sus pasos se detuvieron en ese momento para girar hacía YiFan y enfrentarle de nuevo, él susodicho asintió mientras miraba hacia el lado.— No es cuento nuevo, ah.

El mayor sólo se dedicó a reír, a pesar de que era temprano, la chica ya lo estaba regañando y dándole sus sermones de la buena moral y buenas enseñanzas para la niña pero él sólo hacía lo que creía, porque nadie te enseña a como ser padre y en la actualidad, SooMi era una niña ordenaba y tranquila, nada opuesto que le fuera a jugar en contra.

—La princesa está en mi cuarto, ¿la quieres bañar y vestir? —Pregunto YiFan apenas se acercó a la sala de estar y veía como la chica se despojaba de su abrigo y lo dejaba a un lado de uno de los sillones junto a su bolso.— Mientras les iré a preparar algo de comer para que se tomen su tiempo.