Fantasía N°3 "¡Tengamos una cita!"

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Nota de autora bien ghei: ¡Hola! Gracias a todxs ustedes, lxs que leen, votan y comentan, gracias por todo el apoyo. Sigamos haciendo de Fantasías Textuales una gran historia, porque no es solo mía, es de todxs ustedes. ¡Lxs amo, saludos!

 ¡Lxs amo, saludos!

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A Baekhyun podrían describirlo con miles de adjetivos, entre ellos, apresurado. Era de esperarse que quisiera acelerar las cosas e ir directo al grano, con lo que sea. No era una persona muy paciente e intentaba apurar cualquier proceso.

Tal vez debido a ello la mayoría de sus primos pequeños huían de él y preferían mil veces ser cuidados por Tiffany la chupacabra degolladora de niños, que por él - y no tenía nada que ver con el hecho de que casi tira a la pequeña Nayeon por la ventana, porque la mocosa hija de su tía Irene quería hacerle trenzitas y pintar su rostro con su nuevo set de maquillaje, detestaba mucho a esa niñata de tan solo 5 años y tan solo quería que se callara de una puta vez, así que, ¡¿que mejor modo que tirarla de la ventana y así no soportar más sus chillidos agudos y palabras sin un ápice de sentido?!, pero para su mala fortuna, ese día la ventana estaba cerrada y solo la estrelló contra su gigante peluche de pandacornio y terminó con un yeso en el brazo derecho y un trauma de por vida . Una lastima.

Conociendo eso, no se sorprendió cuando no dudo en querer acelerar todas las operaciones de su plan y mandar al infierno toda su detallada lista y simplemente actuar por impulso un día que se quedó pensando en todo lo avanzado.

5 minutos después empezó a arrepentirse de su falta de paciencia, dando inicio a su ya muy conocido ataque de nervios, jalándose los pelos, golpeándose contra las paredes y maldiciendo a su padre por heredar su patética impaciencia.

Pero todo eso fue en vano, porque el "¡Tengamos una cita!" fue enviado hace horas al teléfono del gigante que dominó sus pensamientos durante las últimas dos semanas.

Y sintió una alarma encenderse en su cabeza, manifestando el pavor que sentía ante la imaginada reacción del gigante. De la reacción de ambos.

Y sí. Puede que lo haya visto en los descansos, almuerzos y recesos en los pasillos y en la cafetería, aún regalándole sonrisas tiernas y miradas poco disimuladas, titubeando al querer pronunciar una palabra en su presencia cuando únicamente habían intercambiado unos cuantos monosílabos antes de que el castaño huyera despavorido rumbo a la biblioteca a refugiarse entre montones y montones de papeles empolvados.

Fantasías Textuales (ChanBaek |BaekYeol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora