Amigo Invisible » Larry Stylinson

Louis (RHS) II

Se desplomó sobre su asiento, dejando que sus brazos descansen encima de la mesa.

Zayn se había salteado la clase y hoy su compañera de banco era una de las coloradas que tenía por mejor amiga.

-¿Sigues sin recibir respuesta alguna?

Preguntó ella, buscando el azul de sus ojos.

-Tal vez fui algo rudo con él y me confundí bastante sobre su persona.

-Te preocupas demasiado Lou, deberías restarle importancia a ésta situación. Tú estás cumpliendo tu parte del proyecto, si él no contesta, es su problema.

Habló de nuevo su amiga, sacando esa conclusión que hizo que Louis se encogiera de hombros. Se sentía mal con respecto a lo de las cartas y por haber juzgado sin conocer. Su educación no era esa.

-¿Y tú cómo vas?

Preguntó para girar un poco el tema, observando que ella estaba sacando una nueva carta de su bolsillo.

"Peleé con mi mejor amigo por ti, ¿crees que ya podamos casarnos?"

Leyeron los dos con rapidez y enseguida soltaron una risita.

-Qué rápido van los jóvenes de hoy en día.

Dijo Louis para volver a reír y Abby le dedicó una sonrisa.

-Tal vez encontré mi media manzana. -Tomó una hoja para escribir con su birome rosa de brillos-. No me repares la frase, sabes que odio las naranjas. Sería fatal encontrar una mitad.

El castaño la miró confundido y espió que era lo que escribía tan concentrada. Todos escribían a su compañero emocionados y él no se iba a quedar de brazos cruzados.

De: Louis :)
Para: amigo Harry

Jueves 15, Diciembre.

No voy a desistir la lucha del envío de cartas hasta recibir una respuesta, ¡responde! Me haces sentir algo culpable :(

Amigo Louis :)

Selló un sobre improvisado a mano y lo depositó en una de las canastas que había en el escritorio de la señora Deacon, ésta le sonrió devuelta.

-No te preocupes, yo sé que yu amigo invisible ha recibido y leído las cartas. No te sientas mal por no recibir una respuesta, deberías estar feliz por aún no haber desistido.

Dijo la profesora y Louis le dedicó una sonrisa, la campana de salida tocó y él se despidió de sus amigos para emprender a pie el camino a casa.

Todos le decían que no gastara su tiempo esperando una contestación pero a él eso le hacia sentir fatal.

Porque sabía que estaba confundido, seguro ese chico llamado Harry se había sentido horrible ante las juzgadoras palabras del castaño. Y también quería que le respondiera porque le había caído bien aunque lo único que sabía de él era que el chico era un gruñón.

Llegó a su casa para encontrarse con Charlotte y Ryx algo acaramelados, los dos hombres presentes hicieron algún saludo masculino que la única mujer presente ignoró para seguir cocinando y recibir un saludo particular.

Los dos charlaban entretenidamente mientras la de cabello rubio esperaba que alguien le devolviera la atención.

-Oye, alejate de mi Ryx que me nacen los celos y no quiero que lo robes.

Dijo al fin, abrazándose al chico de gran musculatura y frunciendo el ceño de una manera muy graciosa. Louis chasqueó su lengua y apoyó su mano izquierda en su cintura, posando tal y cual a una modelo.

-Al cabo ni quería, de todos modos Rex no es de mi tipo.

Finalizó.

-Es Ryx, cielo. Y mejor.

Los tres rieron a carcajadas y Louis se despidió de la pareja diciendo que no almorzaría con ellos porque estaba algo cansado.

Caminó hasta perderse detrás de la puerta de la habitación y miró la foto de sus padres que estaba justo enfrente de su cama, colocada en una repisa.

-A veces me gustaría volver el tiempo atrás y poder tenerlos otra vez... Hasta que recuerdo que sería algo muy egoísta de mi parte y pienso que están en un lugar mucho mejor, siendo felices, los dos juntos... -susurró con algunas lágrimas en sus mejillas y acariciando la foto de los cuatro-. Los amo.

Un estruendoso golpe en la puerta de su habitación lo sacó del trance, allí desfilaban sus tres mejores amigos.

-Las chicas me dijeron que te vieron algo triste y vinimos a alegrarte. Aunque, admitelo, con sólo ver éste rostro se te ilumina el año entero.

Dijo Zayn para sonreír de costado y dedicarlo un guiño a lo que el castaño respondió simulando una sonrisa de enamorado y echándose aire al rostro con su mano derecha.

-En serio que no te soporto.

Espetó Maya contra el morocho y éste la abrazo para efectuar un ataque de cosquillas.

-Bueno, creo que solamente tu y yo estamos a salvo de esa enfermedad que anda en el aire y produce retraso.

Abby escupió para acostarse en la cama de Louis y leer un listado de canciones que había escritas sobre un cassette.

-Creo que se llama amor. -Analizó el ojiazul a lo que sus dos amigos que aun continuaban luchando entre cosquilleos se separaron enseguida-. Siempre funciona.

Sonrió victorioso recibiendo un golpe en el hombro de su mejor amigo hombre.

Pusieron un cassette de alguna banda desconocida que el castaño anhelaba con su vida y así se dignaron a pasar la tarde.

-Lou, tengo algo para ti que me ha dejado la señora Deacon, ¡nos vemos luego!

Los tres se perdieron fuera de la casa y a Louis se le escapó una sonrisa del rostro.

Al fin lo había conseguido.

Una carta de su amigo invisible.