Espérame en el puerto

Año 1980

Me levante esa mañana, no había diferencia alguna a los demás días de la semana. Despertarse en el sur de la argentina, siempre era igual, frio. Me asome a la ventana y pude ver como la primera lluvia de nieve se hacía presente. Tome mi abrigo y me dirigí hacia la cocina, allí prendí mi radio y escuche las noticias

—Buenos días a todos, estamos transmitiendo desde 94.3 la radio del sur. Hoy la temperatura mínima es de -10º y la máxima es de 5º. En este momento la temperatura es de -7º, así que salgan abrigados porque hoy será uno de los días más fríos según cálculos—.

Termine de desayunar y fui hacia afuera, tenía que asistir al trabajo. Era una maestra de literatura en una pequeña escuela, mi familia decía que ese no era un trabajo y lo criticaban, pero a mí me encantaba ir todas las mañanas. Camine tres cuadras ya que el colegio se encontraba cerca de mi casa. Una voz me saco de mis pensamientos

—Hola profesora Elizabeth—. Me saludo una alumna mía de cuarto año

—Hola Nadia—. Saludé

—Profesora tengo una resolución, ayer termine de leer el libro Romeo y Julieta de William Shakespeare. Sinceramente me encanto, pero  mis demás compañeros de clase opinan lo contrario ya que la pareja de la historia no termina junta. Pero para mí, reflejó la verdad sobre la vida. Yo creo que la vida no siempre te da todo lo que uno quiere, es cuestión del destino. Seguramente el destino no quiso que Romeo y Julieta hiciesen una vida juntos. Fue una historia trágica pero a la vez reveladora—. Dijo mi alumna

—Yo opine lo mismo la primera vez que lo leí, me alegra que te haya gustado. Pero no asumas que uno no puede ser feliz—. Conteste mirándola, esa niña me hacia recordar tanto a mi misma en esa edad. Aunque yo misma estaba perdiendo las esperanzas de ser completamente feliz

—Claro lo tendré en cuenta, nos vemos en la clase—. Respondió ella alejándose

Entre al aula y acomode mis libros sobre la pequeña mesa que allí se encontraba. Tome una tiza y escribí sobre el pizarrón. Romeo y Julieta- William Shakespeare. El timbre sonó y la sala comenzó a llenarse. Nadia, mi alumna había tenido razón, a la mayoría del curso la historia no les había gustado ya que esperaban que la enigmática pareja terminase junta, pero eso no sucedía. La clase termino, luego de escuchar debates sobre el final de la historia y partes favoritas. Estuve toda la tarde en el colegio, al terminar salí de allí y me despedí de mis amigas maestras.

Al llegar a casa mi teléfono comenzó a sonar. Camine hacia él y lo levante para contestar

—Hola, casa de Elizabeth Rodríguez—. Hablé

—Eliza soy yo, Ingrid—. Contesto del otro lado mi amiga

—Hola Ingrid. ¿Qué sucede? —. Pregunte rápidamente porque las llamadas eran costosas

—Hoy la tripulación de Francisco vuelve y haremos la fiesta de compromiso en el bar del puerto—.

—Claro allí estaré Ingrid, ¿A qué hora? —.

—A las seis de la tarde. Nos vemos allí. Adiós—. Se despidió y corto la comunicación

Volví a apoyar el teléfono donde se encontraba. Fui hacia la cocina y prepare una sopa de verduras. Encendí la radio para hacer un poco de ruido y comenzó a sonar una romántica canción francesa. Me moví al ritmo de la música, disfrutándola. Mire el reloj que se encontraba en la pared, ya eran las cinco de la tarde y tenía que ir a cambiarme para la fiesta de compromiso de mi amiga. Tome mi sopa rápidamente y me dirigí hacia mi armario. Comencé a revisar todo y opte por un vestido azul con mangas cortas el cual me llegaba hasta las rodillas y arriba de esto un tapado negro. Luego de cambiarme y maquillarme un poco volví a revisar el reloj y marcaba las 5:55 de la tarde. Salí de mi casa y camine hacia el puerto, todo se encontraba cerca ya que el lugar no estaba muy poblado. Al llegar al bar busque entre todas las personas a Ingrid y fui hacia ella para saludarla y felicitarla.