Goodbye「BillDip」「Two-Shot」

{Welcome}

Suspiró con cierta melancolía, habían pasado exactamente 2 meses desde que buscaba a Dipper sin rastro alguno pues luego de leer aquella carta era como si cada rastro del menor se desapareciera de la faz de la tierra, nadie sabía nada, nadie lo había visto había desaparecido de un día a otro. Estaba deprimido pero no podía darse el lujo de hundirse en la depresión, debía encontrarlo sín importar a que costó fuera, vivo o muerto lo quería ver aúnque el deseaba que fuera preferiblemente vivo, rogó a sus contactos con que buscarán alguna información de su paradero y es que sus contactos no eran los mejores pero en ese momento era lo que más necesitaba. No dormía, no comía nada era como si estuviera muerto en vida solo con un objetivo y era encontrarle.

-Bill..- Pyronica tocó su hombro, seguía perdido en su mundo, en el cual era feliz con su Pino.

No quería aceptarlo pues había dejado todo por el, sus poderes, su forma demoníaca y su gran deseó de dominar el mundo y todo por el, no se rendiría hasta encontrarlo.

Bill sacudió un poco su cabeza tratando de regresar en si.

-¿Qué? - Murmuró con su ya común deprimida y apaga voz.

Pyronica simplemente le tendió un papel y desapareció por la puerta de la que vino, aquel papel contenía información muy escasa pero en extremo importante sobre su Pino, parecía que su corazón abandonaría su pecho al leer la localización exacta de su niño, no podía odiarle por irse y ni quería odiarle era seguro que al verlo lo abrazaría y no lo soltaría como si al soltarlo iría a desaparecer.

No perdió más tiempo y retomo su caminó, no había abandonado ese pueblo solo se había ocultó en una vieja cabaña internada en lo profundo del bosque de la cual todos se habían olvidado hace años, eso explicaba del porque nadie sabía de su paradero, estaba tan felíz de poder volver a ver a su Pino y es que su último deseó era estar con el, el efímero tiempo que le quedaba de vida para aprovechar cada instante a su lado. Era verdad, no soportaria que su Pino muriera era capáz de dar su propia vida con tal de que ese niño se curé y pueda vivír, aunque no esté a su lado prefería un millón de veces eso, sufrir o morir estaba dispuesto a todo por ese niño, que fue capáz de enamorar a un demonio, los seres mas fríos y insensibles que habitaron la tierra. No dejaba de mirar ese papel y a algunos gnomos que pasaban por ese sendero ocultó entre árboles y árboles, desde que se fué para Bill era como si el tiempo dejará de avanzar y estuviera en ese día por siempre, nunca se quizo quitar la vida pues esa esperanza de volver a ver a su niño era lo único por lo cual en este momento seguía en pie. El clima de la mañana era tan pacífico y agradable era inevitable no recordar cuando hablaba con su niño mientrás caminaban por el bosque, todo le recordaba a el.

Algunas veces chocaba con algunos troncos pues no prestaba atención al caminó solo a sus recuerdos que pasaban como si de una película se tratará, no quería recordar que se la pasaba encerrado en su habitación en la oscuridad llorando sin remedio, no le importaba su orgullo o de lo que los demás demonios pensarán de el, sín su niño no era nadie, y el día que Dipper se fue el egocéntrico y sarcástico Bill Cipher se fué a lo oscuro de los abismos dejando a un deprimido y solitario demonio el cual vivía en recuerdos, dolorosos pero calmantes de aquel punzante dolor en el pecho, aquel dolor no era divertido era lo peor que pudo haber sentido en sus millones de años de antigüedad. Y sin darse cuenta aquel sendero había acabado, estaba frente a aquella vieja cabaña la cual parecía deshabitada.

Tomó valor y tocó la puerta esperando a que Dipper no se hubiera ido a otra parte, en efectiva no se había ido en aquel silenció del bosque se oía todo hasta la mínima cosa y los pasos no pasaban desapercibidos.

-¿Quién es? - Parecía asustado pero lo que más le sorprendía era su voz, no parecía apagada y débil como antes cuando hacía su tratamiento.

No, parecía recuperada y normal como antes de que todo eso pasará, su corazón casí abandonaba su pecho estaba con miles de ideas del porque su voz estaba como antes y todo le llevaba a una razón; Estaba curado.

Aún no quería ilusionarse falsamente cuando solo podría ser una mala jugarreta de su mente en intentos de deformar su triste posible realidad de aquellos hechos.

-¿Hola? -Se escuchó nuevamente a Dipper.

No cayó en cuenta de que no había contestado, estaba tan pérdido.

-¡So-Soy Bill! -Tartamudeo rápidamente, antes de volver a perderse a si mismo.

Solo retorno ese silenció y un sonido de llaves, inconcientemente sonrió, jamás había estado tan feliz ni cuando obtuvo su preciado "Weirdmageddon"

Casí se desmaya al verlo, estaba como antes, sin ojeras o un aspecto demacrado no, para nada, volvía a ser el Dipper Pines de antes, aquellos moretones por los tratamientos habían desaparecido. No lo dudó un segundo y lo abrazó como si le fuera la vida en ello.

-¡Pino! -Gritó mientrás se aferraba a su niño.

Podía notar que Dipper temblaba ante aquel abrazó para luego aflojarse y corresponder mojando su hombro con saladas lágrimas de felicidad.

-Bi-Bill..-Su voz parecía quebrada, lo extrañaba como nada en el mundo.

-Pino, no sabes cuánto deseé volver a verte -En ningun momento aflojó el agarré solo mantenía los ojos cerrados y inundados de lágrimas de alegría.

-Perdóname, Bill..Perdóname por irme -Entré sollozos decía aquello una y otra vez.

-Eso no importa, el tiempo que te quedé de vida quiero pasarlo a tu lado -Bill lo miró con una sonrisa sincera, que demostraba todo el amor que sentía por el.

Dipper al oír eso sonrió de alegría.

-Entonces creó que estarémos juntos por mucho tiempo -Murmuró alegré.

Por un momento aquellas ilusiones retomaban su cabeza, solo lo miró curioso y feliz quería oírlo, quería que le dijera eso que tanto anhelaba.

-Estoy curado..-Murmuró con una sonrisa de oreja a oreja.

Bill no se quedó atrás y sonrió de igual manera, explotaba de la felicidad y sín duda oír eso era lo mejor que le pudo haber pasado.

-Bienvenido -Al decír eso solo beso esos suaves y dulces labios que tantas noches de sueño le había quitado.

Así estaban mejor las cosas, todo lo que dio por estar a su lado habían validó la pena.

Lástima que no sabía que todo era simplemente parte de su imaginación...