Capítulo 6

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-Hola ____, menos mal que has llegado.- Dijo Zayn abrazándome.

-Sí, pero ya me explicarás por qué os ha dejado tirados.

-Hola.- Dijo Liam.

-¿Y tú eres...- Respondió Zayn arqueando una ceja.

-Liam, entrenador y buen amigo de ____.- Se estrecharon la mano.

El amigo de Zayn no habló en todo el rato, ni él hizo nada por presentarse, se veía vergonzoso. Aunque no sé si sería cierto, Zayn también me pareció vergonzoso y a las dos horas de conocernos ya casi me follaba.

Subieron al coche y volvimos a la universidad, el amigo de Zayn también era estudiante, aunque no lo había visto nunca por ahí. Llegamos al apartamento Zayn y yo. Cerré la puerta y me apoyé contra ella, mirando fijamente a Zayn.

-¿Debo castigarte porque te portaste mal?- Dije en tono sensual. Zayn comenzaba a excitarse.

-Mmm... Sí, castígame, he sido muy malo.- Dijo Zayn, ya con una gran erección en sus pantalones.

Me acerqué a él y pasé mi mano acariciando su torso sobre la camiseta, después la fui bajando y la metí por dentro de sus pantalones, cogiendo su miembro con una mano y comenzando a acariciarlo. Besé su boca y Zayn me quiso rodear con sus brazos, pero con la mano libre que me quedaba los retiré de mí.

Comencé a subir y bajar mi mano sobre su erección y Zayn gemía. Cada vez su respiración era más acelerada y sus mejillas estaban rojas, encendidas. Zayn estaba apunto de correrse, lo cual paré de masturbarlo antes de que eso ocurriera.

-¿Pero qué...- Dijo Zayn con voz ronca, confundido.

-Si digo castigo, es castigo.- Respondí en tono seguro.

-Discúlpame, voy al lavabo.

-Zayn, por Dios.

-Me dejaste con las ganas, lo siento.- Dijo desapareciendo por el pasillo.

Me estaba aburriendo, así que Almendra y yo quedamos para correr por el campus. Me puse el chandal con las letras "BlueVille University" igual que mi amiga y quedamos que ella vendría para salir. Llamaron desde abajo.

-____, ¿estás lista?

-Claro Alme, ya bajo.- Cojí mi iPod y bajé.

-Hola amiga.- Me dijo abrazándome.

Comenzamos a correr.

-Tengo un gran dilema.

-Dime.

-Bueno... Pues que debo decidirme entre dos chicos. Me gustan los dos, pero no sé qué hacer.

-¿Y quiénes son los afortunados?

-Niall y Zayn.- Dije con vergüenza.
-¿Pero Niall no era solo un polvo?

-Pero me he dado cuenta que podría haber algo más. Pero con Zayn también. Y no sé qué hacer.

-Es una difícil decisión... ¿La única cosa que tenéis en común es el sexo?

-De momento sí.

-Pues... Creo que tengo una idea.- Me miró pícaramente. Con esa cara solo podía decir que su idea no era nada buena.

-Pues suelta, lo que sea por resolver.

-Puedes compararlos en el sexo.

-¿A qué te refieres?

-Deberán pasar diferentes pruebas, pero sin que ellos lo sepan. Es decir, los evaluarás. Por ejemplo, un día sexo oral. Lo probarás con los dos y el que lo haga mejor se llevará un punto. El primero en acumular diez puntos gana. Es decir, diez pruebas en total.- Wow, pues no era tan mala idea.

-De acuerdo, lo haré.- Dije aceptando la idea. Era realmente buena.

-Debo irme ____. Brad me espera.- Brad era su rollo.

-Oh, vale, adiós Alme.

Se fue y me quedé corriendo sola, me puse el iPod y me fundí en mis pensamientos, pensando en las pruebas que le haría a mis dos amigos, y simplemente de pensarlo me excitaba.

-¡Oh, lo siento!- Habló una voz masculina.

Había chocado con alguien y me había caído. Levanté la vista y esos ojos verdes me miraban intensamente. Me ofreció la mano y la acepté, levantándome del suelo.

-No pasa nada, yo era la que no ha mirado.- Sonreí y el amigo de Zayn me la devolvió, se le marcaron unos hoyuelos en sus mejillas.

-No nos hemos presentado esta mañana. Soy Harry.- Volvió a sonreír esperando una respuesta de mí.

-Yo soy ____.

-Hermoso nombre. Y dime ____, ¿qué te trae por aquí?

-Estaba corriendo, siendo animadora debo estar en forma.

-Ya sé que eres la capitana de las animadoras. De verdad, no sé cómo podéis llegar a ser tan ágiles.

-Oh, gracias.- Reí. -Bueno Harry, ¿tu edad?

-Dieciocho. ¿Y tú?

-Diecisiete. ¿Qué os ha pasado con Axel?

-Bueno, estábamos hablando sobre chicas y ha dicho que pilló a su novia con su compañero de clase. Entonces Zayn dijo: ¿Mike? Y yo dije al mismo tiempo: ¿Jake? Y él dijo: Simon. Entonces nos dimos cuenta que la cagamos, nos habíamos chivado de los deslices de su novia. Entonces se enfadó porque no se lo habíamos explicado y nos obligó a bajar del coche.

-Wow, qué estupidez.

-No tanta como él, que su novia le pone los cuernos hasta con el cartero.- Reímos a carcajadas.

-Me caes bien, Harry.

-Y tú a mí, ____. Iré a visitarte a tu apartamento, ¿vale?

-Vale.

Volví al piso y estaba Zayn sin camiseta tirado en el sofá con el mando de la televisión en su pecho viendo la tele.

-¿Sigo castigado?- Me preguntó pícaramente.

-Mmm... Deja que lo piense.

Me acerqué a él y me subí sobre su abdomen en el sofá. Me incliné hacia delante y comencé a besarlo lentamente.

Cerré los ojos igual que él, nada más sintiendo sus hermosos y calientes labios danzando en los míos, un compás al ritmo de los latidos de nuestros corazones que me hipnotizaba durante los treinta segundos que duró hasta que me separé para coger aire, quedando a unos diez centímetros de su boca.

Nuestros ojos se miraron y pude observar algo más. ¿Podría ser que lo que sentía por ese chico era amor? No me quería parar a pensar, nunca me había enamorado, solo había echado polvos o tenido rollos que simplemente se habían quedado en eso, polvos y rollos. Mis manos seguían posadas sobre sus pezones y yo inclinada hacia su boca, mirándonos y sin decir nada. Me agarró por la nuca y me atrajo hacia él, uniendo así otra vez nuestros labios. Subí mis piernas sobre él, quedando tumbada encima de él y pasé mi mano tras su cuello. Estábamos los dos tumbados, lo besaba pero lo que yo sentía por esos besos era distinto que los de los otros días.

Zayn se volteó en el sofá, quedando yo bajo él. No podía ser, no podía estar experimentando esas sensaciones. Mis piernas se subieron enrollándose en su cintura y uniéndose sobre su trasero por mis tobillos. Entonces recordé lo de las pruebas y paré de besarlo, volviendo a clavarse esa mirada miel en la mía café.

-Dime Zayn, ¿qué sientes por mí?- Decidí sincerarme, no había mejor forma de saber si debía seguir con ese sucio juego.

-Desde el momento que te vi me gustaste, pensé que serías un polvo, amiga con derecho o simplemente compañera de juegos. Pero si te soy sincero ahora mismo estoy muy confuso y... Creo que me estoy enamorando.- Suspiró.

-La verdad Zayn, me sorprendes. Pensé que serías también alguien con quien pasármelo bien.

-¿Pero soy algo más? ¿Podemos serlo?- Me preguntó esperanzado.

-Déjame pensarlo Zayn, mientras tanto podemos seguir "jugando".

-No lo dudes ____, que voy a jugar contigo cada vez que quieras.

-¿Qué te parece ahora?- Pregunté pícara.

-Con mucho gusto señorita.- Dijo sonriendo.

-¿Quieres... retomar lo del chocolate?

-¿Acaso dudas?

Me levanté hacia la cocina buscando el bote de nutella hasta que lo encontré y volví al sofá, pero nos fuimos a la cama y me senté sobre esta y él también, quedando los dos mirándonos y yo con el bote de chocolate en la mano.

-¿Puedo?- Me dijo señalando el bote.

-Claro.- Se lo di.

Lo abrió y con el dedo índice cogió un poco. Con una mano me quitó la camiseta y el sujetador y me tumbé en la cama. Pasó su dedo de chocolate por mis pezones, untándolos. Una vez hecho se inclinó hacia mí, me besó la boca y fue bajando hasta llegar a mis pechos, primero el derecho. Fue lamiendo el chocolate con suma delicadeza, mis pezones estaban muy erectos por la excitación y también notaba que ya me estaba empezando a mojar, lo necesitaba dentro de mí, así que ese juego se me haría largo, muy largo.

Terminó de chupar todo el chocolate y volvió a subir a mi boca, saboreando yo así el dulce que había quedado en sus labios. Lo separé un poco y le quité los pantalones y los bóxers, dejando su miembro descubierto. Mis ideas se iban volviendo más pervertidas cada vez que pensaba en qué hacerle. Esta vez fui yo la que cogió bastante chocolate y con la otra mano agarré su miembro, haciendo que gimiera al sentir el contacto de nuestros cuerpos.

Pasé mi mano llena de chocolate por su amigo, cubriéndolo entero. Me mojé los labios con la lengua al observar lo tentador que parecía aquello que tenía delante de mí. Lo giré, tumbándolo a él en la cama boca arriba y me senté sobre sus rodillas. Me incliné hacia delante y empecé a lamer su miembro, primero por abajo hasta llegar arriba, a la punta.

Una vez arriba comencé a succionar, haciéndolo gritar cada vez más fuerte hasta que finalmente soltó su primer orgasmo en mi boca, tragándomelo entero. Sabía a chocolate.

Zayn no se conformó, quería darme placer a mí también. Se volteó y volví a quedar bajo él. Me sonrió y me besó con hambre antes de volver a bajar hacia mis pantalones, prácticamente arrancándolos junto con mis bragas y lanzándolos a algún lugar de aquella habitación. Mojó su dedo en el chocolate y lo untó desde mi pelvis hasta mi feminidad. Cuando noté su dedo caliente pasar por ahí, no pude evitar gritar, yo ya estaba en otro mundo.

Me abrió las piernas de par en par y se colocó entre ellas. Poco tardó en acercarse a mis partes y empezar a chupar todo el chocolate que había dejado, jugando con su lengua en cada rincón de mi vagina, trazando círculos sobre el clítoris que me hacían gritar más que nunca. Hasta que volvió a mí esa sensación, solté un gemido ahogado y me corrí. Zayn apartó su boca, subiendo, lamiendo todo el chocolate que había hasta la pelvis. De nuevo sus labios volvieron a mi boca y yo seguía sin aguantar más, me estaba matando.

-Zayn, por favor.

-¿Qué quieres? Dímelo.

-Ya lo sabes, te quiero dentro de mí.

Mis piernas estaban abiertas y él entre ellas, la punta de su miembro rozaba mi feminidad y eso era lo que me hacía rozar el paraíso y a la vez desearlo tanto y necesitarlo tanto dentro de mí como necesitaba respirar. Zayn cogió un condón. En ocasiones normales se lo habría puesto yo, pero mi desconcierto y necesidad era tal que necesitaba que me follara para poder volver a tener fuerzas. Se lo puso y me miró a los ojos.

Nuestras miradas se cruzaron y en ese momento pude observar el amor. Zayn estaba enamorado de mí, me sentía fatal, Zayn se pensaba que me hacía el amor. Yo no podía hacer nada. Por un momento pareció que me sonreía, antes de entrar en mí lentamente mientras yo soltaba un jadeo que provocó reír a Zayn. Empezó a embestir lentamente. Normalmente cerramos los ojos, pero esta vez nos mirábamos, sintiendo la lujuria y el deseo de ambos, cosa que hacía acelerar sus embestidas.

-Vamos Zayn, más rápido.- Aceleró sus embestidas. -Dios mío Zayn, me vengo ya.

-Vamos ____, córrete para mí.

-Oh Zayn.- Mi grito inundó la estancia, al mismo tiempo que el de Zayn.

Sonrió antes de caer agotado sobre mí. Salió de mí y se tumbó a mi lado, sonriéndonos pícaramente como dos niños que habían hecho alguna travesura. Pensando en eso me dormí, no recuerdo mucho más.

Triángulo sexualWhere stories live. Discover now