Capítulo 5

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Me desperté por la mañana desnudo, cubrido con una blanca sábana. Mire hacia los lados pero no había rastro de Misaki. 

Me incorporé en la cama frotándome la frente cansado y con la vista algo vaga. 

Espera... ¿Donde esta el Sr. Suzuki?

Me levanté de la cama y salí de mi cuarto todo despeinado pero bien vestido. Bajé vagamente las escaleras, pero no estaba, no estaba el Sr. Suzuki, ah, tampoco estaba Misaki... 

Me desplacé hacia la cocina y vi que el desayuno ya estaba preparado y envuelto listo para calentar y comerlo. Encima de mi desayuno había una pequeña nota que ponía... 

Usagi-san, he salido a hacer cosas, te preparé el desayuno, desayuna y vuelve al trabajo. Volveré enseguida >w< 

PD: Comete las verduras o las tendrás para la comida 

Misaki

Verduras.... Las tiraré a la basura. 

Cogí el platillo de las verduras y como tenía previsto fui a tirarla pero se escuchó la puerta y me detuve y miré hacía ella. 

  — ¡Usagi-san ya he llegado! —  oí la voz de Misaki 

  — Bienvenido— continué con mi plan de tirar las verduras 

Misaki entró corriendo a la cocina. 

— ¡WAH! ¡LO SABÍA! — me quitó el plato de las manos y me miró enfadado — ¡No puedes tirar la verdura Usagi-san te la has de comer! 

  — No iba a tirarla...

— Entonces que hacías con ellas

— Quería enseñarles el interior de la basura

— ¡LO SABÍA! 

Miré a otro lado indignado. 

  — No pienso comerlas— dije como un crío

— Pues te las comerás de comida al mediodía y si no te las comes, a la noche también te pondré la misma verdura, así hasta que te las comas— me señaló 

— Por mi bien, no comeré 

Me fui a mi cuarto pero no sin antes coger mi comida, excepto la verdura. 


3 DÍAS DESPUÉS 

— ¿Donde estoy?

— ¡En el hospital!—  me contestó Misaki 

— Porque? Si yo estoy muy bien... 

— ¡ESTAS AQUÍ POR NO COMER! 

  — Tu tienes la culpa -3- 

— Esta bien, me rindo, tu ganas, no haré más verdura ¬¬ — noté como enfadado miró a otra parte 

  — Misaki...—  dije llamándole muy flojito para que se acercara

  — Que— dijo quejándose  mientras se giraba hacia mí

Le cogí de la camiseta y le besé. 

  — Cuida de mi, por favor— sonreí, ya que conseguí lo que había querido

— ¡I-idiota aquí no!— se apartó Misaki todo rojo  

Romantic BearWhere stories live. Discover now