Bienvenido a mi vida

9.3K 636 15
                                    

Las Vegas no es un lugar para vivir. Es un lugar para ir de vacaciones, para hacer locuras, negocios, grandes apuestas. Pero no para vivir. Sin embargo aquí vivía desde mis 17 años desde que mi madre decidió que ya había hecho su parte criándome y decidió enviarme con mi padre biológico.

Ellos se conocieron en Las Vegas cuando a sus 18 años mi madre en un ataque de rebeldía junto sus ahorros y con sus amigas de esa época decidió pasar una semana de excesos. Supongo que solo fue el destino o la casualidad. Mi padre estaba en el mismo club donde mi madre bailaba con sus amigas festejando que había tenido una buena noche. Mi madre se encandilo con él y en un apasionado fin de semana salvaje quedo embarazada de mí. Cuando mi abuela se dio cuenta de que su hija se había fugado le prohibió volver a su casa. Encantadora abuela por cierto. Así que Liza se quedó con Stuart creyendo que viviría el gran sueño. Mi padre era jugador profesional de póker talentoso cierto, pero a veces el talento no es suficiente y también juega la suerte en la partida. Stuart era un buen hombre pero poco sabia de estabilidad. Su única buena decisión fue en una buena racha comprar la casa donde vivía un apostador menos afortunado que él y desesperado por pagar sus deudas de juego.

A los seis meses Liza se cansó de la falta de estabilidad, un día tenia para vivir como una reina y al otro día apenas si le alcanzaba para comer. Así que lo abandonó, y volvió a Texas con la cabeza baja y yo con seis meses en su vientre. No llegue a conocer en persona a la dura e implacable abuela Evy. Ella falleció cuando yo solo tenía tres meses dejando a mi madre desolada y con una bebe inquieta que criar. A pesar de que mi padre nos enviaba dinero cada mes a veces no alcanzaba y ella trabajaba en una cafetería. No era una madre especialmente amorosa o responsable, apenas si me daba la atención básica pero cuando termine la preparatoria decidió que ya había cumplido su papel.

Mi padre había pagado toda mi educación aunque no lo conocía en persona y eso me entristecía. Cuando me gradué al otro día Liza llamo a Stuart y le informo sin opciones que me enviaría a vivir con él a Las Vegas. El pago mi pasaje en primera dos días después del llamado. A penas si tuve tiempo de despedirme de mis amigos y de mi novio de ese momento aunque no fuera una gran relación le tenía cariño y fue mi desastrosa primera vez aunque cuando la recordaba terminaba riéndome.

En el aeropuerto salí de la sala de embarque y me recibió un hombre de unos 50 años. Aun guapo y con una sonrisa amable. Al verlo supe que mis ojos los herede de él junto con mi melena oscura y las pecas de mi madre.

Su sonrisa amable y su abrazo cálido  mermaron mi tristeza por la vida que dejaba atrás. Mientras tomábamos un café en el aeropuerto sentí su emoción genuina al verme por primera vez y supe desde ese momento que nos llevaríamos bien.

La casa estaba en las a fueras del centro de Las Vegas en una ciudad llamada Paradise. Inmortalizada en la famosa canción de guns and roses Era una casa bonita y bien cuidada en un complejo con piscina. Tenía una cocina comedor y living bastante amplios un baño de servicio y dos habitaciones con baño privado además de un precioso aunque pequeño jardín privado. Mi habitacion era la mas grande con un vestidor de tamaño decente un baño con una gran bañera antigua una cama nueva de dos plazas acogedora un tocador con espejo y un escritorio con ventanal y balcon. mi vista daba al casino Paris donde habia una adorable reproduccion de la torre Eiffel.

La primera noche comimos pizza y el me hablo sinceramente. Dijo que se sorprendió del llamado de Liza porque ella le había prohibido verme en todos estos años y ni si quiera le enviaba fotos mías que mi nombre había salido del bar en donde ellos se habían conocido el Mackenzie y que se había sorprendido mucho cuando mi madre me llamo así. El era jugador profesional de póker desde adolecente y en las buenas rachas se preocupaba por llenar alacenas y heladera de comida pero en las malas rachas hacia negocios comprando autos en mal estado reparándolos y vendiéndolos al mejor precio posible. Que su vida era básicamente nocturna y que podría elegir la carrera que quisiera y que tendría toda la libertad que pudiera manejar lo único que me pedía era que no me metiera con las drogas. Le conté de mi amor por los idiomas extranjeros, de que a pesar de que me gustaba ir a bailar no era una chica demasiado femenina y que mi único vicio era fumar. Por toda respuesta mi padre saco su paquete de marlboros y me convido uno. Esa noche supe que mi nueva vida no seria tan mala.

( en la foto Stuart Lincoln padre de Mack)

( en la foto Stuart Lincoln padre de Mack)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Game Over #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora