Capítulo 13

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Mis ojos se abrieron despacio y con pesadez. Me dolía la cabeza bastante y me sentía desorientada, como si no estuviera en casa, por no hablar del frío que sentía. Pronto pude darme cuenta de la incomodidad en la que me encontraba, estaba... ¿sentada?

¿Dónde estaba?

No recordaba haber ido a ningún lado en concreto después de la reunión del instituto. Quería ir a casa y relajarme, pero no recordaba haber ido a ninguna parte, es más no recordaba haber ido a casa.

Miré hacia ambos lados y a pesar de la oscuridad conseguí ver la puerta de mi coche del copiloto abierta. Eso obviamente resolvía la cuestión de porque sentía tanto frío pero no la más importante que era qué hacía allí. Realmente estaba confundida y empezaba a asustarme.

¿Cómo había acabado dormida en mi coche?

El frío que tenía realmente no me dejaba pensar, a penas llevaba ropa para abrigarme teniendo en cuenta que aquí hacía bastante calor aunque por las noches si es verdad que era horrible el frío que hacia. Las noches en Orlando eran bastante peculiares.

Ya bastante asustada acabé trepando por encima del reposa brazos del medio del coche y me acerqué a la puerta para poder cerrarla y ponerle el seguro. En el asiento del copiloto estaba mi móvil y no paraba de parpadear la luz de los mensajes así que una vez que hube cerrado el coche bien y me hube sentado de nuevo miré los mensajes.

Había cerca de cien mensajes de Simon en los que exageradamente preguntaba donde estaba, seguramente debía de estar tan preocupado que habría perdido los nervios, pero es que en verdad no sabía cuanto tiempo había estado allí, ni que hora era, ni que había ocurrido. Era como si me hubiera emborrachado. 

''Voy para casa''-le anuncié en un mensaje.

''Gracias a dios que estas bien, estábamos muy preocupados todos. La mitad del mundo te está buscando, ¿dónde está Elliot?''

¿Elliot? ¿Qué tenía que ver Elliot en este asunto? 

'' ¿Qué pasa con Elliot?''-pregunte realmente confusa a través del mensaje.

''Ven a casa ya y deja de jugar.''-pidió mi amigo para después desconectarse.

Miré al frente con el ceño fruncido  y algo desconcertada considerando esta vez que toda mi familia se hubiera vuelto loca por algún alimento en malas condiciones que habían tomado o por otra cosa similar.

Cuando puse el coche en movimiento un fuerte dolor de cabeza me hizo apretar los dientes y maldecir el mundo. Si que estaba resultando extraño el día o la noche mejor dicho.

Finalmente me decidí por conducir con cuidado buscando las señales que indicaran la llegada a mi casa y mientras por el camino permitirme pensar e intentar recordar que había ocurrido para que yo acabará de esa forma, pero nada venía a mi cabeza. Era extraño y a la vez aterrador.

Cuando llegué a casa aparqué el coche en el garaje, bajé con toda la normalidad que pude y miré la hora que era  mientras caminaba hacia la puerta principal para entrar en casa.

4:30 de la madrugada, realmente era tarde y estaba segura de que me iban a regañar.

¿Cómo me podía haber quedado dormida en mi coche en un barrio que ni si quiera conocía? Ahora vendrían los arrepentimientos y los castigos por parte de mi padre el que al igual que Simon tenía que estarse volviendo loco por mi hora de llegada a casa. Lo que me sorprendía era que esta vez si que no tenía escusa, ni si quiera podía inventarme algo porque no sabía que había pasado en realidad. 

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