12.

3.4K 304 23
                                    

—¿Cómo que se fué? ¿Y por qué? ¿Cómo la dejaste mamá? —dijo Trunks enfadado.

—Ella puede tomar sus propias decisiones —trató de explicar— no soy su madre, no la puedo obligar.

—Maldición, aprovechó a que yo no estuviera ¿Y qué dijo?

—Nada, en realidad estaba preocupada por tu reacción, creo que tenía motivos ¿No?

—Mamá, si llama dile que no estoy, no quiero hablar con ella.

—¿Pero por qué? Tú sabes que las cosas hay que resolverlas hablando —Bulma trató de calmar a su hijo en vano.

Trunks simplemente se retiró a su habitación, a Bulma le pareció que en esos momentos sus reacciones eran muy parecidas a las de su padre, incluso en su mirada, tan fría e hiriente, nunca lo había visto así, siempre había sido muy tranquilo y paciente, no como ahora.

—Se nota que esa chica le importa mucho.

Había pasado una semana desde que te fuiste y por mucho que tratases de llamar a Trunks, él siempre se negaba a hablar, incluso habías ido a la Corporación Cápsula a tratar de conversar con él, pero cuando supo que estabas ahí salió volando por la ventana.

Aunque sus acciones demostraran lo contrario, él no estaba para nada cómodo con la situación, quería hablar contigo, pero el hecho de que te habías ido de esa forma lo hirió mucho.

Sabía que no podía obligarte a quedarte con él, pero el haber perdido a todos sus seres queridos frente a sus ojos le había marcado profundamente, era por esta razón que él se empeñaba en protegerte tanto, no quería perderte a ti también.

Cuando te diste cuenta de que él no te iba a recibir, decidiste volver a casa, ya era un poco tarde, pero tú sólo pensabas en cómo hacer que Trunks quisiera hablar contigo.

—Tal vez podría hablar con Bulma y pedirle ayuda —sacaste las llaves de tu bolsillo y abriste la puerta.

Cuando de repente sentiste algo frío y puntiagudo contra tu espalda.

—Si quieres vivir, no grites y abre esa maldita puerta —ordenó una voz ronca y apestando a cigarro.

El pánico se apoderó de ti pero pudiste controlarte un poco, nerviosamente abriste la puerta y el tipo que te tenía sujeta ordenó que entraras rápido a la casa, al mismo tiempo, otros tres cómplices hacían lo mismo.

El tipo entró contigo y te obligó a entrar a tu habitación donde cubrió tus ojos y te ató de pies y manos para asegurarse que no escaparías.

—No creas que me he olvidado de ti, apenas nos llevemos lo que nos interesa de aquí vendré por el premio mayor, preciosa —dijo mientras acariciaba tu mejilla.

Él salió y cerró la puerta mientras escuchaban como revolvían todo en tu casa, pero lo que hacía eco en tu cabeza era lo último que había dicho ese sujeto, aquello te hizo temblar de miedo y, por consiguiente, comenzaste a forcejear esperando poder liberarte, era tanta tu desesperación, que no te importó hacerte daño las muñecas.

De pronto la imagen de Trunks llegó a tu mente, como él habría podido ayudarte en una situación así.

El muchacho de cabello lila estaba en el techo de su casa, pensando en sus problemas, realmente te extrañaba y quería volver a ver tu bonita sonrisa, cerró los ojos tratando de sentir tu ki.

—¿Dónde estás? —pensaba mientras se concentraba aún más, no pasó mucho tiempo hasta que finalmente pudo localizarte, ahí estabas, pero había algo diferente a lo usual. De repente tuvo la sensación de que estabas en peligro, en grave peligro.

Levantó el vuelo y se dirigió rápidamente hacia tu casa, sentía un terrible presentimiento que le obligaba a aumentar la velocidad aún más hasta que vió el bosque donde vivías, tal vez solo eran paranoias suyas, o tal vez era su corazón tratando de buscar una excusa para verte, pero esta última idea se desvaneció apenas escuchó tus gritos.

Sintió como su corazón se detenía en ese momento, rápidamente se apresuró a entrar a tu casa solo para encontrarse con el malnacido tratando de rasgar la ropa de la chica que amaba. Al ver esto, la rabia de Trunks fue tal que se transformó inmediatamente en super saiyajin y no le dió tiempo al otro individuo de reaccionar.

Al escuchar estos ruidos y gritos, los cómplices de la banda fueron a la habitación para ayudar a su jefe, cuando vieron lo que estaba pasando salieron corriendo, pero Trunks los siguió y les lanzó algunos ataques de energía, haciéndolos desaparecer inmediatamente.

Después de esto, él regresó a la habitación y te vió llorando desesperadamente, trató de acercarse a ti para desatarte pero tú empezaste a moverte con desesperación pues pensabas que se trataba de alguno de esos sujetos.

—Soy yo (T/n), soy yo —te tomó de los hombros tratando de calmarte para después quitar la venda de tus ojos y desatarte, tu solo pudiste abrazarlo y llorar.

—Trunks... ¿Pero cómo supiste?

—Sentí que estabas en peligro, habían muchos ki que no conocía cerca tuyo —respondió mientras acariciaba tu cabello.

—Imaginé lo peor, estaba tan asustada.

—Todo está bien ahora, linda, calma —te susurró sin dejar de abrazarte— ¿Cuántas veces te dije que no me gustaba que vivieras aquí sola? ¿Qué habría pasado si no llegaba a tiempo o si no te hubiese conocido?

—Por favor no me regañes en estos momentos, me siento muy mal.

—Lo siento —respondió sintiéndose como un idiota por lo que dijo— espera un momento, voy a buscar algo para que bebas.

Te dejó sobre la cama mientras te secabas las lágrimas, él buscó un poco de leche, al mismo tiempo que llamó a Bulma para contarle lo ocurrido y decirle que irías a vivir allá, él sabía que su madre no se opondría a su decisión.

—Esta vez me vas a hacer caso, tú te vienes a vivir conmigo —ordenó al volver a la habitación y entregarte la taza humeante— bueno... no conmigo, a mi casa y no vuelves más para acá.

Tu sólo asentiste con la cabeza, no te sentías con ánimos para discutir y sabías que tenía razón. Ambos salieron de la casa, como siempre, Trunks te cargó en sus brazos y se fueron volando hacia la Corporación Cápsula.

Bulma había preparado la misma habitación que habías usado mientras estabas enferma, a los pocos minutos escuchó algo de movimiento y supo que habían llegado, rápidamente te dió un abrazo y te acompañó al baño para que pudieras asearte.

Poco después ella te dió algo para que pudieras descansar, tu simplemente agradeciste todo lo que hacía por ti, te acostaste y te dormiste casi inmediatamente.

Esa noche, Trunks durmió más tranquilo sabiendo que tu estabas nuevamente cerca de él.

El futuro ha cambiado; Trunks x Lectora [RESUBIENDO]Where stories live. Discover now