Capítulo 9

600 23 9
                                    

¿Cómo hacemos esto? Por que yo se que vale la pena ¿Cómo hacemos esto? ¿Qué llevar, y que romper? He descubierto que nada puede venir de la nada. Así que es mejor dar la vuelta que estar abajo ¿Cómo hacemos esto?


El camino de regreso fue totalmente tranquilo, sin contratiempos ni nada por el estilo. Llevaba un paso acelerado provocando que su respiración se acelerara de momentos, su corazón latiendo al ritmo de sus pasos. La noche era bastante agradable y cálida, las estrellas brillarían hermosamente sino fuera por la cantidad de alumbrado público que había. Chad parecía no importarle las cosas y personas que pasaban a su alrededor.. . En su cabeza aún estaba como foto la luz del departamento de Sunny encendida.

La pizzería del barrio empezó a dibujarse desde una cuadra antes, estaba pintada de un color verde Italia y con los cristales perfectamente limpios permitiendo ver dentro. Esta era señal que la casa de Chad no estaba lejos, a unos siete minutos de caminata. Los ruidos de los carros rodando contra la acera eran presentes en el ambiente, dando una pequeña melodía.

Nanananana nana nana nana nana How we do this?

Los días pasados tenía esa misma palabra en su cabeza y esa cancioncita resonando en sus oídos una y otra vez, era como si todo a su alrededor le dijera eso "How we do this?" Chad seguía caminando hasta empezar a ver las luces de la pizzería y los grandes cristales que permitían ver a los comensales dentro del local.

Chad se detuvo allí de golpe, era como si alguien hubiera puesto un cristal transparente enfrente de su camino y él se hubiera golpeado con este. Chad levantó la mirada (pues hasta el momento iba cabizbajo) viendo la pizzería. Un sinfín de recuerdos le invadieron allí.

La primera vez que recordaba ese lugar era porque su padre le había llevado, era demasiado pequeño, tal vez unos cuatro o cinco años. Era de esos recuerdos de los que solo tienes un poco, como un vídeo de 30 segundos que subes a Instagram. El olor a la masa cociéndose salía del local por todos lados. Chad respiró profundo, olía a peperonni. La primera pizza que probaron era una de peperonni, su vista se fijó en la mesa donde él se había sentado esa vez, la última de la esquina derecha junto a la ventana.

Una imagen fugaz lleno su pensamiento, era como si pudiera verse de pequeño, con esa camisa de cuadros azul cielo con rojo y su pantalón de mezquilla, sus padres sentados frente a él sonriendo y disfrutando... y el pequeño Chad allí, viendo a ambos con una sonrisa de oreja a oreja.

Cerró los ojos por un momento dándose cuenta que el local estaba vacío, solamente el mesero limpiaba el lugar. Entonces vio a otra mesa, aquel lugar tenía miles de recuerdos.

Allí había disfrutado una pizza con los amigos que tenía a los 14, un par de años atrás las cosas eran diferentes, él no estaba en el mundo de la actuación totalmente, un par de trabajos como extra pero no era más. Sus amigos de la secundaría ¿Cuáles eran sus nombres? ¿Asthon? ¿Charles? ¿Stephen?

No lograba recordar el nombre de ellos, era como si solo viera una persona con un rostro borroso ¿Por qué perdió contacto con ellos? ¿Qué había pasado?

La otra mesa le recordó automáticamente una historia que él deseaba olvidar. Era todavía antes de conocer a Sunny, tal vez con 15 o 16, pero él prefería no recordar esa historia. Parecía que las cosas se volvían a repetir con Sunny "Ella no me hizo daño" se repetía a si mismo.

Sacudió rápidamente la cabeza antes de que esos recuerdos abrumadores lo llenaran, no tenía sentido volver al pasado solo para atormentarse. Cerró los ojos por un segundo y siguió caminando hacia su casa, una vuelta a la derecha y otra a la izquierda, tres casas desde la esquina. Contaba los pasos con susurros queriendo no recordar esas cosas, pero seguía en su mente. Chad levantó la vista justo antes de terminar chocando con la palmera que anunciaba su casa.

Esta tenía un enorme jardín delantero, la reja pintada de blanco. Chad caminó hasta la entrada principal pasando la "llave" y cerrando la reja detrás suyo. Caminó con el ruido del "cluk, cluk" por pisar el césped, sabía que su madre lo mataría cuando se enterara de eso pero en ese momento lo único que quería era llegar a su casa y subir a su habitación para encerrarse. Nada más deseaba eso.

Los tres escalones blancos que marcaban el inicio del porche resaltaron a la vista. Chad subió los tres con la habilidad de siempre abriendo la puerta blanca de entrada.

-Ya llegue- gritó al entrar en casa, se quitó sus conver's tomándolos con la mano- ¡Mamá! - volvió a gritar sin escuchar respuesta alguna. Bajó la capucha de su sudadera negra, esperó unos segundos a escuchar un solo ruido, pero no hubo respuesta alguna. Chas caminó un par de pasos por el pasillo. Todo estaba como siempre, la sala a la derecha con los dos escalones para bajar, el comedor a la izquierda con la mesa completamente en calma. La casa de los Cooper estaba totalmente vacía- ¿Papá?- volvió a gritar, pero nadie le respondió.

Un pequeño rasguño se escuchó venir de lejos. -Hola- caminó Chad con sus conver's en mano- ¿Hay alguien allí?- volvió a preguntar. No obtuvo respuesta pero el sonido seguía, este provenía de la parte de atrás de la casa. Chad caminó hasta allí deslizando la puerta de vidrio, dio un vistazo hacía ambos lados. El patio trasero estaba totalmente en calma. Cerró la puerta nuevamente y emprendió rumbo arriba donde se encontraban las habitaciones, sin intentar ver si había alguien más allí. Entró a su alcoba encendiendo la luz, se quitó la sudadera que traía encima y la colgó en el perchero de su habitación. Echó un vistazo rápido queriendo encontrar alguna nota o algo por el estilo que le indicara donde estaban sus padres, pero no encontró nada. Todo estaba como lo había dejado, incluso el libro abierto con la lámpara de lectura medio encendida que estaba en la mesa de estudio.

Se sentó en el banquito para seguir leyendo el libro, pasó una página y luego la otra, aún no pudiendo concentrarse en este. "Nanana nanan" venía nuevamente a su mente esto, se hizo para atrás sabiendo que n podría concentrarse. Estaba completamente desesperado, como algo dentro de él que estaba tratando de salir y le quemaba los huesos. Tenía que hacer algo al respecto pero aún no sabía que ¿Por qué se sentía así? Su respiración se aceleró con su corazón, Chad se levantó dando de vueltas con grandes zancadas alrededor de su habitación ¿Por qué? Eso era todo lo que quería saber ¿Por qué? Una punzada atravesó su estómago, un fuerte dolor (tal vez de pensar y pensar) no tuvo más remedio que volver a sentarse para que pasara el dolor.

Hecho una mirada rápida viendo su guitarra. Nadie lo sabía pero Chad había tomando un curso de guitarra cuando tenía 8 años pero no le gustaba que la gente supiera ese extraño secreto que él tenía. Aunque era claro que sacaba ese talento suyo de vez en cuando, como esa vez que tuvo que demostrar su lado artístico musical con aquella canción de cumpleaños para Dakota.

"Na na na nanaaa" Tarareaba una y otra vez la misma letra. Debía de comenzar a sacar esto de su mente

Tomó la guitarra poniendo la cejilla en el primer traste, esperando que algo saliera de él. Dos acordes al inicio C9 y G, ambos jugueteando, hasta que se les añadió un D.

"How we do this? Cuz I belive, na na nanan" Se detuvo allí ¿Había cierta letra en su cabeza pero no podía sacarla de él. Dejó la guitarra al lado pensando otra vez, pensando y pensando.

Hola??? Alguien allí??? Lamento la tardanza pero estos meses han sido complicados, no puedo expicar en si todo pero han sido complicados complicados como no lo imaginan. Espero que ustedes hubieran tenido menos contratiempos que yo, por fin actualizo ¡Yehiii! Bueno :) Amm... he aprendido a tocar esta canción con mi guitarra y creo que esto me ayudó al bloqueo. Tal vez hoy actualice, ando medio triste y apachurrada y aburrida y me puse a escribir para matar el tiempo. Espero que pueda sacar otro capítulo de esta cabecita mía que se esta secando.

Por cierto ¡Feliz regreso a clase!

A mí no me tocaron vacaciones, desde la semana pasada sigo estudiando y la física me esta volviendo loca. Tenía que distraerme y por eso escribí. Creo que siempre me relaja el tocar la guitarra y escribir.

Espero que aún haya alguien del otro lado de la pantalla y gracias por sus mensajes para que siga la historia. Se que es poco ¡Lo sé! ¡Lo sé! Pero la conciencia me remordía y hasta creo que me dió dolor de estómago de tanto pensar y pensar en el asunto. Besos digítales hasta el otro lado de la pantalla.

Nos leemos

El regreso (Sunny entre estrellas)Where stories live. Discover now