Capítulo 2

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Cuando bajó las escaleras necesitó un par de minutos para hacerse a la idea de que aquel seguía siendo su loft y que esa era su vida ahora.

Peter y Cora estaban sentados en el sofá, charlando tranquilamente y bebiendo lo que suponía que era ponche. Y por primera vez la expresión de su tío era una relajada, incluso alegre. Tras ellos Isaac, Lydia y Allison terminaban de decorar el ventanal del loft con la espuma de nieve para hacer dibujos en cada uno de los cristales, las chicas decorando los cristales más bajos y Isaac los de más arriba, encaramado al techo... Y jamás lo diría en voz alta pero los de Isaac eran mucho mejores.

Por su parte Erica había conseguido acorralar a Boyd bajo una hoja de muérdago de plástico (la de verdad no se llevaría muy bien con los hombres lobo), y estaba besando al Beta con bastante más ímpetu del que a Boyd le gustaría, por la cara de pánico que estaba poniendo el pobre.

Oyó entonces la carcajada de Stiles, que seguía en la zona de la cocina rodeado de cacerolas y con manchas de harina en la mejilla, diciéndole a Boyd que no fuera tan mojigato. Que una chica como Erica se merecía un poco más de atención.

Fue verle así, tan risueño pese a llevar desde las 8 de la mañana preparando aquella fiesta, y decidió que él también se merecía un poco más de atención.

Terminó de bajar las escaleras y se acercó a Stiles sigilosamente, de manera que solo descubrió que estaba a su lado cuando le dio un toquecito en el hombro. Stiles se giró y, al descubrir que se trataba de Derek, la sonrisa se amplió incluso un poco más. Pero cuando Derek le limpió la mancha de harina con el pulgar, mirándole serio, la sonrisa disminuyó un poco, un tanto preocupado por la seriedad del hombre lobo.

Así que Derek Hale aprovechó la confusión para colocar una mano tras el cuello de Stiles, juguetear con el pelo de su nuca y pegar sus labios a los suyos para besarle con calma, muy lentamente y ante la atenta mirada del resto de los presentes, que por supuesto dejaron lo que estaban haciendo para contemplar el espectáculo.

Era la primera vez que veían que Derek besaba a Stiles.

Cuando Derek se separó de él y Stiles tuvo que agarrarse a la encimera para no caerse porque las piernas le estaban temblando, hubo un tenso silencio en el loft... Tan solo interrumpido por el agitado corazón de Stiles y que todos los presentes salvo Allison pudieron oír claramente.

Hasta que...

- ¡Así se hace jefe! – silbó Erica, dándole una palmada y todo en el hombro a Derek, antes de mirar con reprobación a Boyd - ¿Ves como no pasa nada?

- Y luego dice que no disfruta haciendo entradas – comentó Peter a Cora, entornando los ojos, pero lo suficientemente alto para que todos le oyeran.

- Pues a mí no me ha disgustado – señaló Lydia, dándole un codazo a Isaac por haberse tapado los ojos – Por Dios, Isaac. No seas tan remilgado.

- Alégrate de que no estuviera Scott – añadió Allison – Si llega a verlo le da algo.

- Es que es raro – protestó Isaac por lo bajo, rojo como un tomate – Derek es mi Alpha... Es como si acabara de ver a mis padres montándoselo en la cocina.

- ¡Eh, tú! – gritó entonces Stiles, que poco a poco se recuperaba de la impresión de haber sido besado por Derek de aquel modo y delante de sus amigos – ¿A quién estás llamando padres? – miró luego a Derek, a quien se le veía muy relajado – Espera un momento, ¿eso me convierte a mí en la madre?

En cuestión de medio segundo la expresión de tranquilidad de Derek pasó a convertirse en una de dolor de cabeza.

Por fortuna llamaron a la puerta en ese mismo instante, así que aprovechó para recibir al resto de invitados. Cualquier cosa para no seguir en medio de aquella absurda conversación que parecía un diálogo de besugos... De muchos besugos.

All I want for Christmas is YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora