Capitulo 31. Recados

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Andrea: entré a la casa y ni bien me volteo, escucho a mi madre detrás de mi

Cayetana: se puede saber donde estaba?

Andrea: mamá es que -me volteo para verla y al instante vienen mis hermanas sobre mi-

Sofia: Dios mío!! Andrea que te paso? -pregunta procurada al ver los golpes en su cara-

Andrea: me asaltaron, estuve en un hospital hasta ahora

Cayetana: como? Pero que paso andrea?

Andrea: pues eso mama, ayer salí de la fiesta porque no estaba cómoda, cuando iba saliendo del rancho alcazar alguien se me acercó, me pegó varias veces y se llevo mi cartera, por eso no las pude llamar, además de que ya era muy tarde cuando desperté

Irina: andrea -dijo impresionada- pero estas bien? Como es que llegaste al hospital?

Andrea: no lo se, los golpes que me dio ese tipo me dejaron inconsciente, el doctor me dijo que un hombre me llevo hasta el hospital y se fue enseguida

Sofia: pero está bien? -volvió a repetir la pregunta de irina-

Andrea: si sofi, mi nena y yo estamos bien -dijo feliz-

Irina: gracias a dios -dijo acercándose para abrazarla- gracias a dios que... Espera!! Dijiste nena? -pregunta feliz-

Andrea: si irina, el doctor me reviso ayer y me dijo que ya se podía ver, es niña!! -dijo emocionada-

Don Felipe: escuche bien? -dijo entrando a la sala en su silla de ruedas- tendré una bisnieta! -dice feliz-

Andrea: si abuelito, este bebé -toca su vientre- es una niña!!

Cayetana: muy bien, todos felices y contento, adiós -dice indiferente- felicidades por tu hija andrea, aunque que pena que no vaya a tener padre -dice y se va-

Irina: no le hagas caso andrea, mi sobrina va a ser muy feliz, va a tener un bisabuelo que la va a adorar y dos tías que hará de ella la niña más feliz del mundo

Sofia: y un primo que la va a cuidar mucho

Andrea: gracias -dice emocionada- no sabe lo bien que me hace tener su apoyo...

Arturo: canijo, donde démonios te metiste? estábamos muy preocupado por ti -dijo al verlo entrar a la casa- y que te paso ahí -se acerca al ver su brazo vendado-

Samuel: no es nada, sólo fue un razguño, estoy bien

Flavio: pero donde estabas, tarado? Te hemos buscado en todas parte

Samuel: estaba con las mujeres que más amo en esta vida -dijo feliz-

Arturo: samuel!! -se acerca y le pega en el brazo sano- no puedes seguir con esto de dos mujeres -dijo enojado- te vas a meter en Líos, a lo mejor por eso es que vienes así

Samuel: ay tranquilo hermano, no es nada malo, más pronto de lo que creen las van a conocer

Flavio: mira nada más que coqueto me salió el bebé

Samuel: va, no es para tanto, ya les dije que no es nada malo, ahora con permiso, estoy muy cansado y quiero dormí un poco

Arturo samuel!! -lo llama antes de que se vaya- espero de verdad que esto no nos traiga problemas - le advierte-

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