Protector Of The Soul

3. Interrogatorio

Derek

-Ahora me toca hacer las preguntas- le dije.

-No-respondió alargando la 'o' -Estoy cansado, mejor mañana.

-Stiles, mañana te dan el alta- le gruñí.

-Así mejor, los interrogatorios en casa son más sinceros.

-Eso te lo acabas de inventar-le respondí.

-Derek, ¿vas a ir a verme mañana? -preguntó esperanzado.

-Stiles, seré tu enfermero personal hasta que estés como nuevo.

-¿De verdad?-preguntó emocionado.

-Solo si mañana respondes mis preguntas.

-Claro que sí, lo prometo.

Salí del hospital mucho más tranquilo tras ver a Stiles tan recuperado. Justo ahora me dirigía a ver al sheriff para hablar con él y que me dejase cuidar a Stiles de cerca.

A Jhon le vino de maravilla mi propuesta, pues al estar él trabajando y los chicos en el instituto, le preocupaba dejar a Stiles solo mucho tiempo.

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El día siguiente llegó más rápido de lo que imaginaba. Jhon me llamó para decirme a qué hora le darían el alta a Stiles. Cuando llegué al hospital me encontré al sheriff afuera de la habitación, me acerqué y en cuanto me vió me dijo que ayudase a Stiles mientras el iba a hacer el papeleo, así que, entre a la habitación y me encontré con un Stiles a medio vestir peleando con su ropa.

-¿Necesitas ayuda con eso?-le dije burlón. Él pegó un brinco del susto, seguido de un quejido de dolor.

-Hey, me has asustado, imbécil-insulto -¿Entonces qué? ¿Me vas a ayudar o te vas a quedar ahí parado viéndome sufrir?

-No hagas drama- le dije. Me acerqué a él y le puse la camiseta que tenía un estampado de marvel, él siseó de dolor cuando tuvo que levantar los brazos. -¿Te duele mucho?

-No, para nada, solo me gusta quejarme cuando me visten.

-No era necesario el sarcasmo- le puse los pantalones con cuidado y lo ayude a levantarse. Llevaba una escayola en la pierna derecha, lo cual complicaba las cosas.

-Odio esto, es horrible, no podré hacer nada, mírame Derek ¿Qué será de mi?- definitivamente la reina del drama. Se volvió a sentar en el borde de la cama.

-¿Quieres que te cargue?- le pregunté.

-No, mejor déjame morir, tal vez vaya a reencarnar como gato, uno mimado y feliz y no sufriré nunca más en la vida.

-Vale, entonces te cargo, ven aquí - me acerqué con los brazos estirados.

-No, no, no, aléjate, basta de humillación, no quiero- lloriqueó como niño pequeño.

-Ya basta Stiles- le dije con el ceño fruncido -No actúes cómo crió, nos vamos.

Lo sujete de la mano, despacio lo puse de pie, rodee su cintura con mi brazo y pasé el otro por debajo de sus rodillas cargándolo estilo nupcial, Stiles no paraba de quejarse.

-Derek ¿Qué estás haciendo?

-Te estoy cargando.

-Ya, idiota, ¡bajame!

Iba caminando por los pasillos del hospital con Stiles gritando y golpeando mi pecho y hombros con sus manos. Llegando a recepción encontramos al padre de Stiles.