XXVIII

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Maratón: 1→5
Lauren's POV

A veces las cosas se te escapan de las manos. No puedes cambiarlas, ni someterlas a tu voluntad. Da igual que lleves 45 minutos de retraso, que no te hayas peinado, ni hayas hecho el desayuno y que estés gastando neuronas cada segundo que te quedas quieto, muriéndote, muriéndote por dentro. Solté el peine con fuerza y me llevé las manos al pelo. No cambiaría nada el estado de mi pelo, a si me quitarían mi hijo o no. Salí del baño y bajé las escaleras, había mucho ruido en el baño del primer piso así que me asomé y vi como Emma estaba bañando los gemelos con ayuda de Lukas. Los bebés tiraban agua por todos sitios y Lukas reía a carcajadas porque estaba chorreando y porque su hermana no dejaba de gritar porque no sabia lo que tenía que hacer.

-Dejar ya de jugar.- Les dijo a los bebés y ambos se pusieron a llorar. -No, no, no. No lloréis, venga, ¿somos amigos no?- Dijo pero ninguno de los bebés le hizo caso.

Entré y terminé de lavarlos, Emma cogió una toalla y enrolló a Noah dentro mientras yo hacia lo mismo con Hugo. Miré a Lukas y le dije que se cambiaría, teníamos el juicio con su padre en menos de una hora. Secamos los bebés y los vestimos, ayudé a Emma con los biberones y ambos bebés se durmieron.

-¿Podras sola con ellos?- Pregunté por enésima vez antes de salir de la casa.

-Que si, venga, iros.- Dijo empujándome fuera de la casa. -Suerte pequeñajo.- Le dijo a Lukas y este asintió sonriendo.

Subimos al coche y conduci hasta el tribunal. Dinah nos esperaba fuera, apagó su cigarro al verme y lo tiró. Beso la cabeza de Lukas y entramos dentro. Caminamos hasta nuestra sala y entramos. Nos instalamos en una mesa con tres sillas, Lukas en el medio. No entiendo porque un niño de a penas diez años debía esta presente pero habían insistido en que estuviera presente.

-Dos meses y aún estamos aquí.- Suspire y Dinah me miro apenada antes de sacar sus archivos.

El hombre que decía ser padre de Lukas entró y se instaló en la otra mesa con su abogado. El jurado y el juez llegaron y se acomodaron en sus respectivos asientos también. Empezó. Dinah se levantó enseñando los papeles de adopción de Lukas, todo estaba en orden, y el echo de que nos dijeron que ambos padres estaban muertos. El abogado contrario enseño la prueba de paternidad y el dicho padre empezó ha hablar.

-La madre de Lukas y yo eramos muy jóvenes cuando se quedó embarazada. No teníamos dinero. Pero busqué trabajo, pedí un préstamo y ambos vivíamos juntos con el pequeño. Cuando Lukas cumplió dos meses, me fui a trabajar de noche y cuando regresé a casa ni mi novia ni mi hijo estaban en casa.- Explicó. -Busqué. Todo su vida lo he estado buscando. Pero lo adoptaron y perdí su pista, hasta hace como un año cuando la señorita Jauregui salio en una entrevista con Lukas.-

-¿Como lo reconoció?- Pregunto el juez.

-Su collar. Se lo regalé yo.- Dijo y Lukas se metió la mano en el cuello para quitárselo. Se quito, casi se arrancó, el collar y lo dejo sobre la mesa.

-Teniendo en cuenta las circunstancias, sabiendo que es su hijo, que tiene las posibilidades de educarlo de la mejor manera y que en los papeles de adopción no habla de usted.. Pienso decir lo que todo el mundo piensa.- Dijo y cerré los puños, hasta que sentí la mano de Lukas sobre la mía. -El niño deberá mudarse junto a su padre.-

Camila's POV

-El chico vio un cometa y sintió que su vida tenía un sentido, y cuando despareció él esperó toda su vida a que volviera. Fue algo más que un cometa por lo que aportó a su vida, una dirección, belleza y sentido. Muchos no conseguían entenderlo y a veces él iba entre ellos. Pero incluso en las horas más oscuras su corazón sabía que algún día regresaría a él que su mundo se completaría y que su fe en Dios, el amor y el arte volverían a despertar en su corazón.- Terminé de leer en el viejo papel y lo dejé de lado mientras observaba como Ally se recomponía.

-Es hermoso. Es realmente hermoso Camila. No sé que haces detrás de un ordenador encerrada en un despacho cuando podrías escribir decenas de libros. Estoy segura de que serían best-seller.- Dijo rozando mi mano.

-No exageres Ally.- Reí, mirando el papel arrugado entre mis manos. -No seria capaz de escribir algo tan bueno.-

-¿Que no? Estas loca. Deberías intentarlo, después de todo tienes bastante tiempo, ¿no?- Preguntó levantando una ceja y asentí riendo.

-¿Como lo haces?- Pregunté curiosa y me miró frunciendo el ceño.

-¿El que?-

-Ser tú. - Dije como si fuera obvio. -Eres madre, y aunque no me lo hayas dicho sé que esperas otro bebé.- Dije y sonrió a medio lado. -Tienes un marido estupendo, trabajas y eres siempre tan.. Tan Ally. Optimista. Ves y sacas lo mejor de todos nosotros, no sé lo que haríamos sin ti.-

-Que tonta.. Solo sois muy negativas todas, eso es todo. Y por el bebé.. No estoy embarazada pero es verdad que estamos intentando tener otro. Dylan ya tiene diez años y sin esperamos mucho más.. Los años siguen pasando y no me veo con cincuenta años cambiando pañales.- Río.

Seguimos hablando un buen rato, me gustaban esos momentos que pasábamos juntas. Ally siempre me hacia sentir mejor aún en los peores momentos. Supongo que solo necesitaba a alguien que me recordara que no debo rendirme por un sueño.

-Ally.- Suspire cuando sentí mi pulso acelerar y mi respiración cortarse. Se me hacía cada vez más difícil coger aire, y por un momento pensé que mi corazón se había detenido. El inmenso dolor martilleaba mi pecho como si de un martillo se tratará. Era incapaz de respirar. Ya no escuchaba y la vista se me volvía borrosa. Vi como Ally se levanto de mi lado y llamó los medico quienes abrieron mi camisa y abrieron grandes los ojos. Después no sé lo que ocurrió porque me pusieron una máscara que tapaba mi boca y mi nariz y mis pupilabad pesaban cada vez más haciendo que mis ojos se cerraran y todo se volviera negro.

Be Happy {G!P}Where stories live. Discover now