Estoy bien...

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- En que piensas?- pregunta el castaño.
- En muchas cosas- digo- en la vida de antes...en que en este mundo si te apegas a algo o alguien sufres- digo cabizbaja.
- Mírame- levanta mi rostro con su mano- nos tenemos el uno al otro. No va a suceder nada nuestro objetivo es sobrevivir.
- Que hubieras querido ser si nada de esto hubiera pasado?- pregunto al castaño.
- La verdad nunca me importo un futuro, para mi el futuro era lo que decidiera Merle. Y tu?
- Yo...pues, yo quería ir a Francia, escribir un libro, usar boinas, camisas a rayas, fumar mucho, leer, enamorarme, disfrutar la vida hasta no tener un límite, creo que eso es mucho pedir en estos tiempos...pero bueno, te tengo a ti y no necesito nada más.
- Si que eres profunda, te expresas muy bien, sabes lo que quieres y eres segura, no se por que pero eso me atrae hacia ti y me enamora aún más de ti.
- Gracias señor Dixon- le dedicó una picara sonrisa- desea usted que me inspire y que le dedique palabras sacadas de un párrafo de una novela muy romántica?- pregunto y el sonríe.
- Como no- dice sonrojado.
- Mi amor hacia ti...es tan profundo como el calor de los rayos de sol entran en la ventana de una adolescente, mi atracción por ti es tan real como el retoñar de las Margaritas en otoño, mi deseo por ti es tan caliente como los abrazos de un hombre abrazan a su mujer con posesión y como ella siente el respirar de su hombre en su nuca haciéndola amarlo más aún.- termino
- En serio sientes todo eso por mi?- pregunta y se acerca para besarme.
- Como no- lo beso poniendo sus manos en mi cintura.

El juntar sus labios con los míos era como estar en el paraíso. El era el paraíso, lo único necesario para mi, lo único que me hacia querer sobrevivir en este mundo tan impredecible.

- Creo que ya debemos ir a dormir- digo soltando sus manos de mi cintura
- Esta bien, me ganaste- sonríe de lado y finalmente me suelta- al menos puedo abrazarte y acariciarte mientras dormimos?- pregunta.
- Esta bien mi amor- digo para besarlo apasionadamente. Un beso tenía que servirle de consuelo ya que esa noche no iba a ser suya una ves más.

Nos acostamos en la cama y estaba pensando en que esa pequeña cabaña que habíamos encontrado a la deriva en el bosque sería nuestro nuevo hogar.

- Daryl...- lo llamo suavemente.
- Si...?- me dice acariciando mi cabello.
- Que opinas sobre un bebe?- suelto de golpe.
- Un...bebe?- pregunta desconcertado.
- Si...un bebe...
- Quieres formar una familia conmigo?- pregunta.
- Creo que si las cosas fueran diferentes tendría contigo cien hijos, pero quiero saber si crees que en estas circunstancias sería prudente, tener un bebe.- digo para hacerle entender mejor con el.
- Sería algo maravilloso- dice- pero primero deberíamos encontrar un lugar seguro para tenerlo bien, en este mundo, no tendría una infancia normal y eso sería una pena la verdad.
- Concuerdo contigo...pero, te imaginas un hijo de ambos? Una fusión tuya y mía? Una niña o un niño que hasta el final de nuestros días nos diga "los amo papá y mamá"- digo emocionada.
- Creo que esto te emociona mucho no?- ambos reímos con eso último- no vayamos tan rápido vida mía, encontremos un buen lugar y allí podemos tener todos los hijos que tu quieras.
- Esta bien...voy a dormir y a soñar con nuestros cien hijos jajajaja- digo recibiendo de su parte un beso en la frente.

Caminando con la muerte (Daryl Dixon) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora