Querido Stiles » Sterek

Epílogo

Dedicado a: todos los que votaron porque se me confunden los users y no recuerdo bien algunos.

No sabía lo que era el amor, no tenía idea sobre aquel sentimiento destruye almas y une naciones, causante de guerras sin sentido y el único rayo de esperanza en esta decadente humanidad.

Lo que sabía sobre él era lo que leía en románticas novelas adolescentes, cursis y llenas de estupideces que rayaban lo absurdo y fantasioso. Dramática palabrería barata sacada de personas que ni siquiera lo han experimentado y hablan de ello como si fueran expertos.

Nunca comprendí el porque lloraban por un corazón roto, porque gritaban como si estuvieran matándolos o porque muchos se mataban por no poder soportar el dolor. La agonía teñia sus facciones y la marca eterna del sufrimiento en sus ojos.

El amor es muchas cosas, puede ser bello o bien ser la emoción más fea de tu vida.

Para cada quien existe un amor diferente, nunca igual al de los demás. Puede ser efímero como también puede ser infinito.

Jamás pensé que alguien se fijaría en mi y me miraría con amor dulce e inocente, un amor que me cambió para siempre.

Y aquí estoy yo, parado en medio de las personas indiferentes a mi, indiferentes al milagro que ocurrió hace ya dos años atrás.

Seguí con mi vida, esperándolo como lo prometí y madurando en el proceso porque ya no soy el niño que alguna vez fui.

Lo espero con una rosa roja sin espinas y nervioso por al fin reencontrarnos después de tan largo tiempo de espera.

Tiemblo con emoción cuando diviso aquella inconfundible cabellera negra y su pequeño cuerpo sigue igual como cuando se marchó.

Él aun es un niño y no puedo evitar la felicidad que me inunda al saberlo porque quiero que sea así para siempre, que nunca vea las atrocidades del mundo, que nunca crezca y que permanezca siempre con esa inocencia. Sé que es estúpido, sé que crecerá pero siempre será mi chico poeta.

Ese pequeño niño que me enseñó a amarlo a través de las palabras.

Corro hacia él y poco me importa empujar personas en el proceso, Derek me ve y extiende sus bracitos hacia mi y pronto me veo envuelto en esa calidez que ya extrañaba. Cuanta falta me hacia.

—Te extrañe tanto amor... —susurré feliz en su oído y el rió tímidamente. Jamás me cansaría de su risa.

—Y y-yo a ti —tartamudeó avergonzado, con la mejillas rojas igual que una fresa.

—No sabes lo terrible que fue, no sabes cuanto deseé este momento y no valen los mensajes, las llamadas con dos temblorosas palabras o los besos mandados a distancia.

Suspire estrechándole todavía más entre mis brazos. Somos unos idiotas enamorados, unos que poco saben sobre el otro pero que al final de cuentas nos amamos.

—Así que tú eres el tan aclamado Stiles Stilinski —dijo un hombre sonriendo con malicia.

—¡T-tío P-Peter! —chilló furioso con el cuerpo encogido por la vergüenza.

Reí mientras lo soltaba.

—Un gusto señor.

Me miró con aire escéptico evaluándome con la mirada para luego acto seguido asentir con la cabeza.

—Ujum... Es obvio el porque mi tierno sobrinito se enamoró de ti, les doy mi bendición pero si le haces daño... —lo interrumpí.

—Ya se, ya se. Me mataras bla, bla, bla.

—Iba a decir que cortaría tu garganta con mis propios dientes pero si prefieres lo cliché...

Me encogí de hombros desinteresado ante eso y proseguí a besar a un desprevenido Derek en la comisura de sus labios.

Enrojeció hasta la medula y su tío Peter se rió a carcajadas.

—El primer amor —suspiró—¡Que hermoso todo!

Sonreí y saludé al resto de la familia.

Tengo la sensación de un recuerdo borroso, la caricia de mi madre en mi pelo, el beso de buenas noches y su dulce voz diciendo «te quiero».

El amor es extraño, es un sentimiento tan puro que es capaz de cambiar corazones y convertirlos en unos nuevos mucho más fuertes.

Nadie puede decir que no se ha enamorado, puede que aún no de tu pareja pero claro que sí lo has hecho.

El amor incondicional hacia tu madre o padre, el amor inocente hacia la vida, el amor hacia el tacaño de tu tío o tía.

Sólo espera y veras cuan mágico es y te recomiendo que mires más seguido detrás de ti o quizás que abras mejor los ojos porque puede que se esté ocultando justo frente a ti.

Amo a un chico y ese chico es un poeta anónimo; quien me enamoró con gráciles palabras y me enseñó que no todo es blanco y negro, que hay cientos de colores y que yo puedo escoger pintar mi vida de cualquiera.

Y escogí pintarla de verde, un verde lleno de esperanza.

Stiles