Parte 1

416 29 14
                                    


Narra Sanji.

El edificio abandonado esta justo detrás del rio, es el lugar perfecto para ahogar mi angustia adolecente... y era mí edificio ¡era mí súper escondite secreto! Pero ahora... veo latas de café que yo no he bebido, parece que el perro callejero ha estado paseando por el edificio – *está aquí* – prefiero no tropezarme con él, es por eso que llegamos a un básico acuerdo de dividirnos el edificio por días... él lo tiene los lunes y los martes, y yo los otros días. Hoy es lunes por lo que significa que es día del perro...

-¿vas a ignorarme? –

-*¿Qué?* – ese tipo ni siquiera me había notado...

-hey, ¿no notaste que estaba aquí? Creí que era muy fácil de ver pero... realmente me fastidias –

-*vete, ¿Por qué estás aquí?*

-escucha yo encontré esta colchoneta en un depósito así que es mía –

-*¡lárgate! ¡Hoy es mi día!*

-¿Por qué no te vas tú? – Le dije enojado – como puedes ver, planeo sentirme cómodo aquí, no quiero jugar esta mierda de lunes o martes ¡este edificio es mío! ¡¡¿Entendiste perro callejero?!! -

-*¿Qué demonios...? este es mí edificio, que idiota...* -

-no quiero oír tus lamentos –

-*¡pero si aun no digo una palabra...!*

-como dije... puedo escuchar lo que piensas – bueno, sus pensamientos eran fáciles de adivinar – si quieres decir algo, puedes gritar todo lo que quieras –

-¿quieres pelear? Va a costarte... - ya era hora que hablara... tiene la voz grave...

-¡OYE, Roronoa! ¡¿Por qué te estás escondiendo, cobarde?! ¡Vas a conseguir una derrota hoy! ¿Estás tan asustado que te measte los pantalones? – Las voces venían de afuera... - ¡vamos a entrar, Roronoa! –

-está bien, te lo dejo por hoy... - dijo dándome la espalda – pero no quiero ver tú cara mañana –

-¡oigan! ¿Están buscando a un imbécil peli verde? – Le grité a los de afuera - ¡se robó mi bicicleta y escapó hacia el este! –

-¿el este?... ¿Dónde queda el este? – los oí murmurar.

-¡si lo ven me devuelven mi bicicleta! – les grité. Los vi marcharse en dirección contraria – ese es el oeste estúpidos – murmuré.

-gracias... -

-deberías quedarte acá hasta que las cosas se enfríen – dije tomando mi morral – pero no toques mi colchoneta, puedes quedarte hoy pero espero no verte mañana – me fui.

-*pero hoy y mañana son mis días* –

El perro callejero me debía una. Roronoa... ¿será su nombre? Qué más da, lo olvidaré mañana...

... al otro día...

En la entrada de la escuela, Ace, mi mejor amigo, estaba discutiendo con su hermano menor, Luffy, y a su lado... se encontraba ese maldito perro callejero.

- No, nunca me devuelves el dinero –

- ¡vamos hermano, te prometo que te lo devolveré cuando lleguemos a casa! – Nuestros amigos resultaron ser hermanos.

- Bueno, ¿Qué tal si le prestas dinero a Zoro? –

- ¿a mí? – Zoro... se llamaba Zoro.

- ¡por favor! –

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 21, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Perro CallejeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora