24 Eres lo mejor que me ha pasado.

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Muchos le podían decir que mujeres sobran, pero para él solo había una, y era Dove; y si no era con ella, no era con nadie.
Mitchell conducía como loco. De un momento a otro frenó secamente en frente de una casa café y bajo corriendo para tocar el timbre. Su amigo, Richi, le abrió.
-Mitchell que bueno que llegas...
-Hola Richi.
-Pasa pasa, por favor- le dijo- chicos llego Mitchell.
Varios lo saludaron.
-Esperen esperen chicos, necesito su ayuda.
-Claro- le dijo Richi- nosotros de ayudaremos, ¿qué necesitas?
-Es sobre Dove.

**

-¿Entonces si crees que sea suficiente mamá?- le preguntó Mitchell a su mamá, que estaba en la línea.
-Pues es lo mínimo que puedes hacer después de lo que le hiciste- escuchó la molesta voz de su madre, del otro lado de la línea- nosotros no te enseñamos eso Mitchell Hope.
-Por eso lo quiero arreglar, mamá, la amo.
-Entonces más te vale que salga bien.

**

Mitchell salió del estadio "L.A. Rams", el equipo de Los Ángeles de la NFL. Aparte de todo lo que le estaba preparando a Dove, tenía que demostrarle lo mucho que le importaba. Sería difícil, pero lo lograría.
Subió a su auto, feliz y se dirigió a una tienda, donde había encargado unas camisetas que tenían listas en menos de 30 minutos. Después de eso se dirigió a "Graff" a encargar un brazalete. Había mucho que hacer.

**

Dove estaba acostada en la cama, aún dormida. Cuando se despertó sintió como el dolor la invadía. Mitchell se había ido y quién sabe si regresaría. Tomó su celular y vio que Robert le había mandado un mensaje de que hoy no habría grabaciones; con eso se sintió ligeramente aliviada, se talló los ojos y se paró. No tenía ganas de nada pero se metió a bañar y se puso un vestido de color rosa arriba de las rodillas por muy poco.
Dove se dirigió al lado de la cama de Mitchell y tomó la chamarra de este, la que siempre ponía debajo de su almohada al dormir, era raro, pero ella simplemente lo amaba.
Se recostó del lado de él, abrazando su chamarra, y se quedó de nuevo dormida, con lagrimas retenidas.

**

Mitchell salió de la tienda "Brioni", donde vendían de los trajes más caros. Salió con una pequeña maleta, que dentro contenía su traje recién comprado negro de corte americano, una camisa blanca y una corbata negra lisa.
Se dirigió a casa de Alex, donde estaban todos esperándolo. Desde su equipo de americano, hasta Robert y el elenco. Cuando llegó todos estaban listos; Tenzing ya tenía el encargo que le había pedido y todo el equipo tenía puestas las camisetas que formaban una frase, bueno en realidad, dos.
Después de revisar que todo estuviera listo se metió a un cuarto, se baño rápidamente y se cambio lo que traía desde ayer, ya que no había dormido; al ponerse el traje se paró en frente del espejo y se acomodó la corbata, luego soltó un suspiro. Oyó la puerta abrirse y giró, ahí vio a Ryan entrar, lo que le extrañó un poco pero le sonrió.
-¿Qué tal Mitchell?
-Hola Ryan.
-¿Estás bien? ¿Tranquilo?
-A decir verdad no- soltó aire que tenía retenido en sus pulmones.
-Es muy grande lo que estás preparando y tu intención también.
-Si pero...- se alisó el traje- ella no es cualquier mujer, ¿me entiendes no?
-Si ya lo sé, se lo que sientes, pero...también tiene un gran corazón, al igual que tú, y verá que estas arrepentido y que te equivocaste- lo tranquilizó Ryan, Mitchell le sonrió de lado, los dos metieron sus manos en los bolsillos- y vaya que te equivocaste- río.
Mitchell río.
-Si- sonrío- mi madre me regaño.
Ryan soltó una carcajada.
-Pues vamos a que la recuperes.

**

Después de ir a dejar a todos al estadio que había pagado para que lo dejaran usarlo esa tarde, se dirigió al departamento. Había tenido la idea de mandar a Ryan, pero él le había dicho que él lo tenía que hacer. Richi se ofreció pero por más que Mitchell quisiera, Dove se hubiera negado a ir con él; y Tenzing no sabia manejar y aparte necesitaba tener listo todo.
Así que terminó él por ir. No es que fuera cobarde pero temía que Dove no quisiera ir. Soltó aire por su boca, inquieto, y giró la llave en la cerradura para entrar. Cuando entró su expectativa era ver a Dove, pero no estaba ahí, así que se dirigió al lugar más lógico donde podía estar, el cuarto. Cuando entró, ahí la vio, sus ojos amenazaban con llorar al verla dormida con su chamarra y con rastros en sus ojos de que había llorado, pero aguantó y se acercó a ella en la cama.
Se sentó a la orilla. Dove se despertó lentamente y al verlo ahí sentado, con un traje, se sorprendió.
-Mitchell- se paró rápidamente de la cama y salió de la habitación después de reaccionar.
Mitchell se lo esperaba pero fue tras ella.
-Por favor Dove- salió.
Dove comenzó a llorar.
-Vete Mitchell, vete- puso una mano en su frente y con la otra hizo para atrás a Mitchell.
Mitchell insistió con acercarse.
-Por favor.
-¿A qué vienes aquí? Dijiste que te querías ir ¿no?
Lo enfrentó.
-Por favor Dove, estaba cegado, no estaba pensando.
-Mitchell querías alejarte de mí ¿no? Por qué me enojé y a ti no te pareció, ¿entonces por qué viniste?
A Mitchell eso le dolió pero no iba a dejar de insistir.
-¿Cómo me voy a querer alejar de ti si eres lo mejor que ma ha pasado?- se acercó a ella desde atrás, ya que se había volteado.
Dove se giró, parando de llorar y se encontró a Mitchell de frente. Mitchell la tomó por la cintura con ambas manos.
-Por favor acompáñame- le dijo a Dove, que ya estaba más tranquila.
-E-esta bien- aceptó parpadeando levemente, así esfumando las lágrimas.

Cuando iban en el auto en la radio estaba sonando "The Weight", de Shawn Mendes. Uno de los mejores amigos de Dove que también ya se había vuelto famoso.
Dove retenía las lágrimas mientras veía hacia la ventana, con el codo recargado en el marco. Mitchell la veía en ratos, consternado. Cuando llegaron frenó frente al gran estadio.
-¿Qué hacemos aquí?- preguntó algo decepcionada.
Mitchell le sonrió.
-Tu mereces cosas en grande, y más con lo que te hice.
Le dijo dejándola confundida, luego bajó y le abrió la puerta.
-Vamos- hizo un gesto con la cabeza. Dove asintió.
Cuando entraron, los pasillos estaban desiertos y las grandes lámparas eran lo único que iluminaban su camino al campo.
-¿Podemos entrar aquí?
-Tu tranquila y disfruta- le dijo Mitchell- pero si, si podemos. La persona que más te ama en este mundo lo pagó por un día.
Dove sonrió pero giró la cabeza para que Mitchell no la viera, pero este lo notó, lo que le dio fuerzas.
Cuando estaban por llegar la música comenzó a sonar, "Two in a million", una canción que apenas iban a sacar en Disney para Austin y Ally, pero que Mitchell pagó para que lo dejaran usarla y firmando un contrato, guardada en un USB.
-¿Qué es esto?- preguntó.
Mitchell río y la tomó por la mano. Empezó a correr jalándola detrás de sí. Cuando la sacó a la parte de los asientos más cercanos Dove vio a mucha gente, a personas que ni siquiera conocía. Ahí había bailarines y una banda; también estaba todo su elenco, excepto el pequeño Tenzing. Lo que más le llamó la atención es que el equipo de americano de Mitchell se dividió e hicieron dos filas, viéndose de frente, a lo largo del campo. Todos traían sus chamarras cerradas.
Mitchell la volvió a jalar para bajar al campo y todo el equipo se quitó la chamarras y las aventaron, dejando ver las frases en sus camisetas.
"Perdóname Dove" de un lado y del otro "Eres lo mejor que me ha pasado".
Mitchell dirigió a Dove en medio de las dos filas mientras balones volaban sobre sus cabezas.
Luego la soltó y la dejo enfrente de una silla con un micrófono en ella. Mitchell lo tomó y se subió a la silla.
-¡Dove!- comenzó a hablar por el micrófono- ¡en serio lamento lo que te hice y estoy muy arrepentido! ¡Yo no pretendía hacerte eso! ¡Eres lo mejor que me ha pasado y jamás te querría dejar! ¡Te juro que soy la persona que más te ama en este mundo! ¡Y tú mereces más que esto! Y...si tú quieres...dejaré el equipo.
Dove negó con la cabeza.
-Si es lo que te hace feliz, por mí está bien.
Se oyó el grito de todo el equipo y Mitchell sonrió.
-¡Eres simplemente la mejor y nunca quisiera estar con otra mujer!- suspiró- Dove...- se bajó de la silla, ya no gritando. Sacó una larga cajita y se puso de rodillas- todavía no es tiempo de casarnos, pero te aseguro que te lo pediré, ya que eres de las pocas personas que veo y quiero en mi futuro, pero me pongo de rodillas por la única persona que alguna vez he amado, por la mujer que reina mi corazón- Mitchell abrió la cajita y ahí había un brazalete de oro- ¿me permites?
Dove asintió y alargó su brazo derecho, Mitchell colocó con delicadeza el brazalete. Cuando Dove acercó su mano hacia ella, vio que el brazalete rezaba la frase que tanto le había dicho hoy "Eres lo mejor que me ha pasado". Dove volvió su cabeza para observar a Mitchell.
Este se paró.
-Dove- habló por el micrófono pero sin gritar, con voz normal- ¿me perdonarías por ser un tonto?
-Mitchell no eres un tonto- lo abrazó.
Mitchell sonrió como nunca, ampliando toda su sonrisa. Se petrificó por un instante pero le siguió el abrazo. En ese momento cambiaron la música a "Steal my girl"; la canción que Mitchell le había dedicado a Dove en Utah, el primer día.
Mitchell subió un brazo y lo movió. De repente varios fuegos artificiales salieron disparados. Dove se separó ligeramente de Mitchell, aún abrazándolo por la cintura, ya que él era más alto. Allí, en lo más alto del estadio, vio a Tenzing, que le grito: "¡Felicidades Dove!".
Esta sonrió y abrazó a Mitchell. Mitchell la separó ligeramente y la besó, sintiendo de nuevo la emoción y las mariposas en el estómago que Dove le hacía sentir. Dove sintió el salado sabor de las lágrimas de felicidad de Mitchell. Cuando se separaron y se volvieron a abrazar, teniendo todo el panorama de las personas, Mitchell se sentía otra vez completo; en ese momento sintió como la vida volvía a su cuerpo.

Enamorado de una chica No- popular 2 [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora