SÍGUEME/ Niall Horan

Capítulo 2

Al día siguiente. 11.30 am

Todavía no puedo creer lo que pasó anoche. Sigo impresionada de haber estado en la misma fiesta que uno de los miembros de One Direction y haberme tropezado con el cuando estaba en el bar. Y además tener la suerte de poder haber hablado casi toda la noche con él.

Niall resultó ser exactamente como me lo imaginaba, pero al mismo tiempo no era como yo pensaba. No sabía que iba a ser una persona tan humilde, casi avergonzado con su exitosa carrera como cantante, pero a la vez resultó ser una persona extremadamente extrovertida y alegre, tal como me lo imaginaba.

Su personalidad era como la de un Golden Retriver, sin preocupaciones, alegre y entusiasmado por todo. Tengo claro que suena ridículo comparar alguien con un perro, pero es algo que hago frecuentemente. Tengo dos obsesiones en mi vida: los perros y viajar, y tener uno no me deja tener lo otro. He decidido viajar por el mundo cada vez que tengo la oportunidad, acabo de terminar la universidad y todavía no tengo un trabajo, por lo que tengo todo el tiempo del mundo. Por esto, tengo decidido que tendré un perro cuando tenga un trabajo y hogar estable, algo que no tengo idea cuándo va a suceder.

Sigo divagando en mis pensamientos mientras ordeno mis cosas en mi pieza en el hotel, y recojo el vestido que usé ayer del suelo. Lo empiezo a doblar y veo una mancha justo en la cintura, y me río al acordarme cómo se ensució. Anoche después de conversar un rato más, Niall me ofreció comprarme otro trago, cuando se fijó que se nos habían terminado las margaritas. Yo me quedé esperándolo en la misma mesa color lavanda en la que estábamos conversando y luego de unos minutos lo veo acercándose con dos vasos en la mano. Cuando ya estaba a unos metros, dos mujeres se acercan a Niall claramente impresionadas de verlo en la fiesta y le piden una foto. El problema es que Niall estaba tan concentrado en llegar a la mesa donde yo estaba que no las vio y se asustó, tropezándose con ellas, derramando gran cantidad del vaso en mi vestido.

La verdad que casi no me di cuenta de que mi vestido estaba empapado en alcohol, ya que no me podía parar de reír de la cara que puso cuando las dos mujeres se aparecieron de la nada al frente suyo. Nerviosamente sonrió, se disculpó con ellas y se sacó unas cuantas fotos, para poder después volver a la mesa a disculparse unas cien veces por haber arruinado mi vestido.

El resto de la noche la pasamos hablando de todo y me impresionó como se tomaba con normalidad que cada 10 minutos alguien se le acercara tímidamente a pedirle un autógrafo o una foto. Estoy segura que casi nunca es así, me di cuenta que la gente no se quería acercar por el tipo de fiesta en que estábamos, tan elegante y con gente tan importante. De lo que había escuchado en entrevistas y en los tabloides, gente como él no puede caminar tranquilamente por las calles sin ser acosado.

Pero, aun así, Niall resultó ser una persona muy normal y extrovertida, especialmente cuando me dio su mejor impresión de Elvis Presley cuando "Burning Love" empezó a sonar, bailando y tocando una guitarra invisible.

Unos minutos después, alguien toca mi puerta, y al abrir es Raquel con una expresión en la cara como si hubiera visto al mismísimo Elvis en el pasillo.

" ¡¿Qué pasó anoche Olivia?! En un momento estabas en el bar y después te veo conversando con ¡Niall Horan! Me debes una, hice lo posible para dejarte conversar con él y no interrumpir. ¿Pasó algo? ¡Cuéntame todos los detalles!", Raquel exclama, sentándose en el borde de mi cama, como si necesitara algo con que apoyarse por la impresión.

"Sin querer derramé alcohol en su camisa y por alguna razón que todavía no comprendo nos quedamos conversando toda la noche".

"¡¿Y?!"

"Ehh... hablamos y resultó ser alguien muy agradable", le digo sin saber qué más decir. "Y parece que nos invitó a una fiesta hoy por si querías ir", agrego, sabiendo cuál va a ser su respuesta.

"¡Claro que sí! ¡¿Dónde, cuándo y qué nos ponemos?!".