Después del Fin [Inazuna Eleven]

El Pasado de Nanami

POV Nanami.

Todos nos decidimos por retirar a nuestras habitaciones, había sido un día bastante impactante para todos.

Subí a mi habitación, a pesar de que no hice esfuerzo físico me sentía cansada.

-Nanami, soy Axel, voy a pasar.

No tuve tiempo como para decirle que estoy cansada y no tengo ganas de ver a alguien. El ya había invadido mi habitación y se había sentado en la suelo frente a mi cama.

-te veo distante, estas bien?

-si... es solo que... que de la nada mencionen el nombre de mi fallecida madre y que yo puedo ser una de las portadoras de algún elemento... es raro, sabes?

-si lo dices así suena más raro de lo normal.

Solté una pequeña risa y el también. Fije mi vista en una fotografía que tenía en el escritorio, me pare de la cama y la cogí volviendo a la cama.

-quien es?- pregunto curioso.

-ella es mi mama Thalía Prescott y esta soy yo de niña.

Yo estaba en su regazo y ella me estaba besando, ambas teníamos una sonrisa. Su cabello era rosa y sus ojos eran azules como los míos.

-son como dos gotas de agua- se sorprendió.

-es lo que todos nos dicen. Ella era doctora, amaba su trabajo y en especial a los niños.

-como era ella?

-ella era... era la mujer más noble que jamás halla visto en el mundo, amaba con locura ayudar a otros, en especial si eran niños, era cariñosa, amable y era amor puro.

-tu también quieres ser como ella? quieres ser doctora?

-de niña la observaba y la admiraba, quería estudiar medicina y convertirme en una gran doctora como ella. Pero ahora... no creo que pueda durar ni un minuto dentro de un hospital.

-por que?

Flash back.

Era de noche y yo seguía en el consultorio de mama. Habían pasado dos semanas desde que mama dio de alta a una niña con amnesia, mama se había encariñado mucho con ella.

-Nanami!

Me había quedado dormida por lo aburrida que estaba. No me quería despertar, estaba muy cómoda.

-Nanami!

Ese grito que escucho muy desesperado, decidí abrir los ojos. El consultorio de mama estaba en llamas. El hospital estaba en llamas.

-Nanami!

Salí corriendo como pude de la habitación y la vi en el pasillo. Caminaba débilmente debido al humo y se tapaba la nariz con su bata para evitar respirar el humo. Corrí a sus brazos y ella me abrazo.

-vámonos antes de que terminemos azadas.

Comenzamos a correr, pero al llegar a la última planta de escucho el lloriqueo de una niña.

-ahí que ir por ella, no la podemos dejar- le dije a mi mama.

Ella me agarro de la mano y llegamos a una habitación donde una niña pelirroja lloraba. Mama la cargo y la niña trataba de zafarse de ella.

-suélteme! mama! papa!

Sus gritos eran desgarradores. Casi cuando íbamos a llegar a la salida mama cayo dejando caer a la niña.

-mama!

-salgan! ambas salgan! si tratan de sacarme las tres moriremos- dijo mama.

-no! no te dejare!- exclamé y agarre una de sus mangas y como pude la arrastre.

La niña pelirroja solo se quedaba viendo la escena perdida.

-Nanami! llévate a la niña y ambas salgan de aquí, es una orden!

La solté de la manga, su mirada reflejaba decisión y en la mía había lágrimas. Agarre a la niña de la mano y comenzamos a correr.

Antes de salir di un último vistazo a mama, ella estaba sonriendo y llorando a la vez y al final con sus labios me dijo: te amo.

En cuanto salimos el edificio se derrumbó, apenas estaban llegando los bomberos. Un hombre nos cargo a mi y a la niña hasta una ambulancia a darnos primeros auxilios.

Cuando nos terminaron de atender comencé a llorar, ese día había perdido a mi única amiga, había perdido a mama.

-gracias- susurro la niña.

-eh?- me limpie las lágrimas y voltee a verla.

-si no hubiera sido por ustedes yo estaría muerta, aunque preferiría eso a que tu mama muriera, yo acabo de perder a mis padres también- la niña comenzó a llorar y yo con ella.

-soy Nanami, tu eres?

-Emma.

Al días siguiente nos enviaron al orfanato sonrisas, ahí conocimos a Naomi, Luna y Mizore.

Fin del flash back.

-perdón, no debí preguntar.

-no te preocupes, no es algo que no quiera ocultar.

-sabes, algún día te ayudare a superar tu miedo por los hospitales.

-s-sabes no es necesario.

-claro que si.

El me jalo del pie haciéndome caer arriba de el. Mis manos estaban en su pecho y mis piernas estaban separadas a cada costado.

El acorto de una manera algo brusca nuestra distancia poniendo sus manos en mi cintura y haciendo que nuestros labios choquen.

-te amo, por eso planeo hacer que te quites ese miedo, por que que va a pasar cuando tengamos nuestros hijos y a la hora de dar a luz no quieres entrar al hospital por miedo, eh?

-A-Axel!

Estaba toda roja.

-es broma.

-baka, por eso te amo.

Ahora fui yo la que lo beso a el.