Cazadores de Sombras : Ciudad de Hueso

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—Había una vez un niño —comenzó Jace—
Clary le interrumpió inmediatamente
—¿Un niño cazador de sombras?
—Por supuesto—por un momento, un sombrío tono divertido coloreó su voz; luego desapareció.

—Cuando el niño tenía seis años, su padre le dió un halcón para que lo adiestrara. Los halcones son aves rapaces que matan pájaros, le dijo su padre, son cazadores de sombras del cielo.

Al halcón no le gustaba el niño, y al niño tampoco le gustaba él. Su pico afilado le ponía nervioso, y sus ojos brillantes siempre parecían estarle vigilando. El ave le atacaba con el pico y las garras cada vez que se acercaba a él. Durante semanas, no dejaron de sangrarle las muñecas y las manos. Él no lo sabía, pero su padre había seleccionado un halcón que había vívido salvaje durante más de un año, y por lo tanto era casi imposible de domesticar. Pero el niño lo intentó, porque su padre le había dicho que hiciera que el halcón le obedeciera, y él quería complacer a su padre.

Permanecía juntó al ave constantemente, hablándole para mantenerla despierta e incluso poniéndole música, porque se suponía que una cansada es más fácil de domar. Aprendió a manejar el equipo: las pihuelas, el capuchón, la caperuza, la lonja, la correa que sujetaba el halcón a su muñeca. Se suponía que debía mantener ciego al halcón, pero no tenía el valor para hacerlo; en vez de eso intentó sentarse donde el pájaro pudiera verlo mientras le tocaba y le acariciaba las alas, deseando con todas sus fuerzas que aprendiera a confiar en él. Le daba de comer en la mano, y al principio el halcón se negó a comer. Más tarde comió con tanta ferocidad que el pico le hirió al niño en la palma de la mano. Pero el niño estaba contento, porque era un progreso, y porque quería que el pájaro le conociese, incluso aunque el ave le dejaste sin sangre para conseguirlo.

Empezó a ver que el halcón era hermoso, que sus alas delgadas estaban pensadas para la velocidad del vuelo, que era fuerte y rápido, feroz y delicado. Cuando descendía hacia el suelo se movía como la luz. Cuando aprendió a describir un círculo y posarsele en la muñeca, él casi gritó de júbilo. A veces el ave saltaba a su hombro y ponía el pico en sus cabellos. Sabía que su halcón le quería y cuando estuvo seguro de que no solo estaba domesticado sino perfectamente domesticado, fue a su padre y le mostró lo que había hecho, esperando que se sintiera orgulloso.

Pero en vez de eso su padre tomó al ave ahora domesticada y confiada, en sus manos y le rompió el cuello, "Te dije que hicieras que fuiste obediente - y dejó caer el cuerpo sin vida del halcón al suelo - Pero tú le has enseñado a quererte. Los Halcones no existen para ser mascotas cariñosas : son feroces y salvajes, despiadados y crueles este pájaro no estaba domado; había perdido su identidad".
Más tarde cuando su padre le dejó ,el niño lloró sobre su mascota hasta que finalmente el padre envío a un criado para que se llevara el cuerpo del ave y lo enterrara.

El niño no volvió a llorar y nunca olvidó lo que había aprendido que "Amar es destruir y ser amado es ser destruido".

FRASES DE LIBROS, CANCIONES Y PELÍCULASWhere stories live. Discover now