Capítulo 7 Sorpresa Tras Sorpresa

1.7K 19 10
                                    


La noche previa al cumpleaños de Mar, Thiago estaba guardando en la heladera la comida que habían comprado ara la fiesta sorpresa. Nacho estaba con él, hablanule sin ayudarlo, rogándole que lo invitara a la fiesta para poder volver a abordar a Jazmín; estaba convencido de que e faltaba muy poco para lograrlo, cuando de pronto se oyó un grito muy agudo detrás de ellos. Ambos giraron, allí esaba Tefi.

—¡Naa, me muero! ¡No escuché nada, no escuché nada! —dijo Tefi haciendo el ademán de irse.

Thiago la miró sorprendido, sin imaginar lo que estaba entendiendo Tefi, quien no pudo contener tanta felicidad y enonces volvió sobre sus pasos para abrazarlo.

—¡Sos un dulce, Thi, no puedo creerlo!

—¿De qué hablas, Tefi? —preguntó él.

—Ay, me muero, qué tierno... Quiere seguir con la sor cresa —dijo Tefi mirando a Nacho—. ¡Qué guardado te lo terias, Nach, eh! ¡Bueno, me voy, me voy, no escuché nada! —chiló, radiante, y se retiró.

Pasados unos minutos y tras atar algunos cabos sueltos, Thiago empezó a comprender el equívoco, y necesitó corro; orar con Nacho lo que estaba pensando.

—¿Creyó que la fiesta sorpresa es para ella?

—Sí, man —le confirmó Nacho.

Thiago sintió que sería muy desagradable tener que acla-arlo, pero no tenía opción, y salió tras Tefi, pero desde el _ asillo que conducía a la sala, la oyó, histérica y chillando, ablando con su padre.

—¡Gracias, Barti! Son unos dulces... —la oyó decir.

—Vos también, Tefita, sos una sweety. ¿Pero por qué me agradeces?

—¡Ay, no, me muero, vos también disimulas! —se entusiasmó Tefi—. Ya me enteré, Barti, me enteré de que Thi me está organizando una fiesta sorpresa acá, por mis quince.

—¿Quién la paga? —fue la pregunta brutal de su padre, siempre tan monotemático.

Por toda respuesta, Tefi se rio, y se alejó diciendo «¡no escuché nada, no escuché nada!»

Bartolomé se encaminó hacia la cocina, molesto con la idea de que su hijo gastara en fiestitas sorpresa para sus noviecitas. Justo se encontraron a los pocos pasos.

—¿Cómo que le organizaste una fiesta a la chiquita de Elordi che? ¿Hicieron vaquita, pagan entre todos?

—No, es una confusión, papá —aclaró Thiago—. Tefi nos escuchó organizando una fiesta sorpresa, pero es para Mar.

—¿Qué Mar? —preguntó Barto absorto.

—Mar... Marianella cumple quince años mañana, ¿no sabías?

—¡Decime que no pagaste los saladitos con la extensión de la tarjeta! —se alarmó Bartolomé.

En ese momento reapareció Tefi, aún excitada, y dijo:

—Thi, me encanta la sorpresa y el gesto, y voy a hacer como que no sé nada, pero ¿tipo a quién invitaste?

—A los chicos de la Fundación... —contestó Thiago, como una manera de comenzar a aclarar la confusión.

—¿Qué? —se horrorizó Tefi.

—¡Te está cachando! —intervino Barto—. Invitó a todo el colegio a tu súper híper fiesta sorpresa. ¡Ahora go, go! Vaya chinita, así nos ocupamos de la fiesta acá...

—¿A Dolo y Delfu también las invitaron, no? —chequeó Tefi.

—¡Por supuesto! —respondió Barto ya con impaciencia, mientras la empujaba—. Ahora ¡go!

Casi Ángeles: La Isla de Eudamón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora