El pasado:
La hizo quién es, una asesina.
Le indico que camino debía tomar, Hydra.
Le determinó cuál sería su destino, la muerte.
Hasta que llegó el a intentar cambiarlo todo, corriendo un alto riesgo.
¿Es posible cambiar el pasado?
No, pero e...
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Pasaron al rededor de dos horas para que el Capitan y los agentes llegaran al lugar donde se suponía que se encontraría Leyna. Iban por una carretera solitaria en el desierto, con altas temperaturas que hacían sentir el vehículo como un horno, era una tortura.
Mientras Steve desviaba sus pensamientos a través de la ventana uno de los agentes captó su atención al señalar hacia adelante a una figura que se encontraba en el suelo probablemente muerta. Cuando se acercaron al lugar donde se encontraba dicha figura pudieron notar que era el cuerpo de una mujer, el cual en la posición que estaba les daba la espalda y su cabello cubría todo su rostro evitando su identificación.
El Capitan y los agentes se postraron al rededor del cuerpo dejando a Steve delante de este para así poder ser el primero en verlo, al agacharse y remover con sumo cuidado el cabello del rostro de la mujer pudo identificarla de inmediato.
—Leyna... –susurro Steve. Al instante colocó dos dedos en su cuello para detectar alguna señal de vida y logró sentir como sus pulsaciones eran lentas y débiles.
Colocó sus brazos alrededor de su cuerpo y la levanto para poder llevarla a la camioneta, los agentes al principio dudaron de que el Capitan no les comentara quién era esa mujer o si siquiera seguía con vida pero puesto que la llevo a la camioneta pudieron responderse la mayoría de dudas que tenían. Steve la acomodo lentamente dentro de la camioneta en la parte de atrás con un agente a su lado derecho y Steve en el izquierdo para poder dejarla recostarse en el.
—Volvamos a la torre de los vengadores. –Ordenó el Capitán. – y denme una toalla mojada por favor. –los agentes se miraron entre sí sumamente confundidos, hasta que uno se atrevió a hablar.
—Pero Capitan, ¿y la chica que vinimos a buscar?
—Ya la encontramos. –comentó finalmente Steve para recibirle al otro agente la toalla mojada y colocarla en la cabeza de Leyna con la esperanza de que esto logre estabilizar momentáneamente su temperatura corporal.
(...)
Mientras tanto en la base de operaciones de Hydra. Nueva York.
El auto donde se encontraba Acker se asomó a la entrada principal mientras dos guardias se acercaban a comprobar quién era el individuo que estaba en el vehículo.
—Abran la maldita puerta! Necesito hablar con Strucker. –grito Thomas mientras los guardias al fijarse quién era se apresuraron a abrirle la puerta y permitirle el paso.
Una vez estaciono el vehículo a medias, se bajó de este y se encaminó directamente a la oficina de Strucker a comentarle todo lo que Leyna había hecho en su contra. Al asomarse a su puerta ni si quiera paro a tocar sino que la empujo sin más encontrándolo sentado leyendo los archivos que Leyna había conseguido.
— ¡¿Quién en su santo juicio osa interrumpirme mientras estoy.... –las palabras de Strucker fueron llevadas por el viento en tanto pudo ver la cara quemada y ojerosa de Acker quien con una pesada respiración se acercaba a él. – Agente Acker, ¿donde demonios se encontraba todo este tiempo? Lo dábamos por muerto.
