Capítulo 32.

2.3K 144 11
                                    

"El amor te lleva a la locura".

¿Cómo llegué hasta aquí? ¿En qué momento todo se desmoronó? Siendo abusada físicamente y mentalmente por la misma persona que alguna vez fue mi salvación. Aunque siendo honesta, llevo mucho tiempo preguntándome lo mismo, siempre se repite lo malo para mí.

Una vez que término saciando su necesidad de carne conmigo se subió el pantalón y la cremallera.

- Fuiste muy buena Tn -sonrió James y acarició mi cabello, anotó algo en su libreta- ¿Sabes? Eres mi proyecto para mi tesis, mi especialidad en desórdenes mentales y tú eres perfecta, eres vulnerable, estúpida, joven, entre otras cosas.

- Por favor....ya no me hagas daño -le suplique-.

- Descuida, sólo será hasta terminar mi tesis -se puso la camisa y salió de mi habitación-.

Me metí al baño y abrí la regadera, me sentía sucia, de nuevo los abusos, solo quiero que esto se detenga... ¿Cuándo podré ser feliz realmente? O la felicidad quizás no era parte de mí vida o destino.

Sólo quiero ver a David una vez más, que al menos me perdone por haberlo herido y fallado. Salí del baño y me vestí, un hombre vestido de enfermero entró.

- Hora de tu medicamento -llevaba una bandeja con un frasco de pastillas-.

- No necesito medicamentos -lo miré mal y noté que era bastante joven, atractivo podía decirse, miré a otro lado sonrojandome-.

- Él doctor Maslow lo ordenó.

- Que se joda, no tomaré nada, cuando le den él título de doctor lo haré.

- ¿Título? -fruncio el ceño-.

- ¿No lo sabía? Maslow no tiene licencia aún, no tiene nada.

- Él dijo que inventarías cosas.

- Claro, otra de sus mentiras, a mí me trajo así.

El enfermero colocó la bandeja sobre el mueble de la cama.

- ¿Éstas segura?

- Sí.

- No eres la única, han traído a más personas así.

Lo miré y sacó una placa de policía.

- Soy el detective Black, llevo meses en éste lugar tratando de recaudar algún dato que me ayude a desenmascarar a James Maslow.

- ¿Cómo sé que usted no miente?

- Por ahora, solo está mi palabra, estoy en la cuerda floja en mi trabajo, he perdido mucho tiempo sin ninguna pista, nadie quiere hablar del tema, luego apareces tú y me das justo lo que necesito.

- Sí es policía como dice, saqueme de aquí.

- Aún no puedo, pero si me ayudas será mas sencillo, no sólo tú serías libre si los otros pacientes.

- Pero no sé como ayudarle.

- Eso ya lo veremos luego, necesito que me cuentes todo lo que sepas de él, y el como llegaste aquí, pero no ahora.

- Ok.

- Toma las pastillas.

- No voy a hacerlo.

- No son dañinas, son de dulce, las cambié -tomó una y se la comió- ¿Ves?

Suspire y tome las pastillas.

- ¿Feliz?

- No comentes nada de lo que aquí se habló, de lo contrario ambos terminaríamos muertos.

Río sin ganas.

- ¿Muertos? Lo que mas desearía ahora sería morir.

- Supongo que Maslow tenía razón en la parte de tus tendencias suicidas.

- No puedes juzgar sin saber por lo que he pasado, mi vida es una jodida mierda, James Maslow iba a ser mi salvación y se convirtió en mi perdición.

- Callate, ya hablaremos de ello a su tiempo, mantente al margen, si dices algo lo negaré; ¿ok?

Asentí de mala gana y él salió; ¿Cómo confiar en alguien de nuevo? ¿Y si no miente? ¿Me ayudaría realmente a salir de aquí?

El Psicólogo y La Suicida. (EDITANDO)Where stories live. Discover now