¡Llega el liante de Luffy!

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- ¡Sácame de aquí! ¡Juro que no te desobedeceré! ¡Déjame curarlo! ¡Doflamingo!- gritaba Ryu sin éxito mientras golpeaba la puerta con la cabeza ya que la habían esposado de pies y manos.

Claramente la extraña cosa que Caesar hizo con la que Doflamingo podía controlarla parecía que fallaba por algún motivo ,por ello la encerró, ahora mismo no quería arriesgarse a que intentara cualquier cosa mientras pensaba en alguna solución a su problema.

Ryu solo quería llorar, el simple hecho de pensar que Law podía estar muerto ahora mismo la aterraba, quería demasiado a ese serio cirujano que había conseguido robarle el corazón a la chica a la que todo le daba igual, no quería perderlo a manos del mismo hombre que le arrebató a Cora-san.

- Waver... Cualquiera... Si podéis escucharme por favor... Ayudadme...- dijo rompiendo a llorar más fuerte -¡Quiero destruir todo este lugar a cenizas!- añadió ahora con una notable furia.

La puerta entonces se abrió y Pica entró con su semblante serio y le colocó una especie de collar metálico, parecido a los de la casa de subastas de Sabody pero más discreto.

- Doffy no está seguro de que su habilidad siga funcionando en tí, así que te obligaremos a cooperar a vida o muerte- dijo con su voz, normalmente Ryu se reiría, todo el mundo se reiría con su voz, pero no estaba como para hacerlo.
- Si te lo intentas quitar o intentas salir del palacio sin permiso explota llevándote con él, ¿entendido?-
La chica asintió
- Bien, levanta y ve a la habitación de las sillas- añadió quitándole las esposas con cuidado para no tocarlas.

- Si-

Y eso hizo, se levantó y se dirigió a la habitación dicha, se limpió las lágrimas, no iba a permitir que ese maldito de Doflamingo la viera llorar, antes explotaba el collar, y entró en la habitación sintiendo un pinchazo al ver la mano tatuada de Law salir de la gran silla con forma de corazón.
Ignoró todo a su alrededor y corrió hacia ella, llegó y se puso de rodillas frente a esta, el chico tenía mal aspecto y Ryu rezaba con que no estuviera muerto, cogió su mano y le midió el pulso, aún respiraba, la chica se apartó un poco y suspiró aliviada.

- Menos mal...- dijo colocando su mano en su pecho y entonces se dió cuenta, tenía las miradas de los presentes posadas en ella.

- ¿Te alivia ver que no está muerto?- dijo Doflamingo sonriendo.

Ryu no respondió, había jurado ahora mismo no hablar, quería que ella fuera como Cora-san ¿no? Pues ella tampoco hablaría.
Se levantó y se colocó apoyada en la pared frente a la silla de Law.

- Yo no lo entiendo, ¿no la controlabas Doffy?- preguntó Baby 5 curiosa de que fuera la misma de siempre y no como le habían contado.

- Y así era, pero muchos inventos de Caesar tienen sus fallos, aunque no hay que alarmarse, será la misma de siempre pero no nos traicionará de nuevo ¿verdad?- Ryu los miró de reojo de mala manera y siguió a lo suyo.

- Todo es culpa suya- dijo Buffalo de repente dirigiéndose a Law -Deberíamos rematarlo- añadió acercándose poco a poco al chico.

Ryu reaccionó y con rabia se tiró sobre Buffalo de tal manera que acabó haciendo que cayera al suelo, colocó su mano izquierda en el pecho del chico dientes de conejo y lo miró fijamente.

- Tócale un misero pelo y te reviento el corazón de un golpe ¿me he explicado bien?- dijo Ryu con tanta frialdad que consiguió hacer retroceder hasta a Baby 5, imaginaos como debería estar Buffalo...

La pelinegra se levantó y volvió a su sitio.

- ¿De verdad no nos hará nada Doffy?- preguntó de nuevo Baby 5 asudtada.

- No os preocupeis, solo intentaba asustar, al menos que quiera salir volando me obedecerá- contestó Doflamingo de nuevo.

El rato pasó y las cosas se habían tranquilizado, Buffalo y Baby habían salido y en la habitación solo quedaban Doflamingo, viendo el coliseo, el rey Riku encadenado, Law y Ryu.

La chica se cercioró de que el flamenco estaba centrado en la pantalla y se acercó a Law, sacó un pañuelo y comenzó a limpiar la sangre seca de su cara, no podía verlo así, terminado el limpiado sacó unas vendas, que cogió antes de llegar a la sala y comenzó a vendar las heridas peligrosas de su pecho.

- Listo- dijo bajito al terminar -Se que no es gran cosa, es la primera vez que vendo a alguien, pero servirá por ahora, espero-

Se apartó un poco pero no tanto como antes, entonces un olor desagradable entró por sus fosas nasales haciéndola poner una mueca de asco.

- Joven amo- dijo aquel hombre -Pica desea saber si puede hacer algun destrozo en el castillo si es necesario-

- Dile que si Gladius, si lo ve necesario- contestó Doflamingo sin despegar la mirada de la pantalla.

- Anda, la mocosa revelde- dijo al notar la presencia de la chica.

Aguanta Ryu, no debes hablar-

- No lo intentes, parece que no quiere hablar- dijo Doflamingo.

- Ya veo, siempre será así de borde y maleducada, al igual que Law- dijo de nuevo Gladius saliendo de la habitación.

- Capullo explosivo de mierda- dijo entre dientes Ryu, odiaba tanto a todos y cada uno de los miembros de esa familia...

- Ryu...- la voz de Trafalgar sacó a la chica de sus pensamientos de como matarlos a todos lentamente y de la forma más dolorosa y se acercó al chico.
- ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy?-

La chica hizo un pequeño gesto señalando al lado donde Doflamingo estaba para responder a sus preguntas, no necesitaba nada más la verdad.

- Mierda...- dijo bajito para que no se diera cuenta de que estaba despierto.

Ryu de repente se quedó quieta, mientras que una sonrisa aparecía en su rostro.

- Solo un poco más, ya está aquí- le dijo al ojeroso quien no entendió nada.

- ¡Doffy!- gritó Baby 5 acompañada de Buffalo (como siempre)
- ¡Mugiwara ha entrado y se dirige hacia aquí!-

- ¿¡Qué!? ¿Y entonces quién es ese que lucha en el coliseo?- dijo el flamenco notablemente enfadado.

- Este mugiwara-ya...Siempre armando follón por donde va- dijo Law sin darse cuenta haciendo que se percataran de su despertar.

Ryu soltó una pequeña risilla.

- Este Luffy no cambiará nunca- dijo bajito mientras sonreía.

Ella estaba segura de que Luffy los salvaría, a ese cabezota una vez que se le mete algo no hay quien se lo saque, lo que le daba miedo era si tendría que luchar contra sus propios amigos antes de que la salvaran.

*lejos de Dressrosa, surcando el cielo*

He esperado mucho tiempo a tu llegada, por fin una persona digna de recibir mi ayuda- dijo aquel gran dragón negro que se acercaba volando hacia su destino: Dressrosa.

Si las cosas en aquel lugar estaban ya feas, se iba a añadir más leña al fuego.

Misión fallida [one piece fanfic]Where stories live. Discover now