Nota

12K 425 24
                                    

Hola! Muchas gracias por leer! Espero que os esté gustando la historia :)
Queria informaros que tengo otra nueva historia (una escena y un amor) son historias cortas dentro de un libro; y me gustaría que la leyerais y me dierais vuestra opinión,
Aquí un capítulo para que veáis de que va:
Gracias por todo, un besazo! Espero que os guste

****
Sabía que hace una semana llegó mi nuevo vecino, el que ahora vive justo enfrente de mi apartamento. No le di mucha importancia, tampoco iba a darle una bienvenida. Él tampoco se ha esforzado en conocer a su vecina de enfrente, es decir, yo. Sólo se que era un chico joven, según me dijo mi vecina del piso de arriba. Es gracioso tener viviendo a una persona justo enfrente de tus narices y nunca hayas coincidido con él. Quien sabe, tal vez sea un fantasma. Vale, no. Presentía su presencia desde el primer día que llego, ya que, no es exactamente silencioso que digamos. Además, tiene continuamente visitas, pero no soy una chismosa para estar asomándome para ver quien entra y quién sale. En conclusión no se quien es mi nuevo vecino. Siempre estoy liada con los estudios que no me da tiempo hacer otras cosas. La universidad me esta jodiendo la vida. Pero hoy, un sábado por la noche, intentando estudiar ya que el lunes tengo un examen muy importante, si, muy triste. Como decía "intentando" ya que no podía conseguir concentrarme. ¿Por qué? Gracias a mi querido vecino desconocido, ha montado la gran fiesta del año en su puñetera casa. Gran escándalo enfrente de mi casa. Esto igual a Yo enfadada. Igual a yo cabreada. Igual a yo matar vecino de enfrente.
Lo estuve pensando demasiado tiempo, entre si ir o no ir, pero decidí finalmente en ir a quejarme, ya que mi cabreo creó valentía.
Estaba justo enfrente de su puerta, no me costó mucho llegar ya que estaba a pocos metros de mi casa, enfrente.
Tin-ton!
Tal vez no me escucharon ya que la música estaba demasiado fuerte, así que volví a tocar.
Tin-ton!!!
Nada, nu puñetero caso. Empece a tocar y tocar, tal vez hasta fundir el timbre, ya que dejo de sonar. Pero nadie me abría, opté por dar patadas y a dar puñetazos a la muerte a la misma vez que chillaba abran!
Finalmente alguien abrió, menos mal!
Un chico, no mas alto que yo, moreno, con un vaso en la mano, y con cara de ser el mayor gilipollas del mundo, apareció justo enfrente de mi. Tal vez incluso de mi misma edad.
-Hey! ¿Quieres entrar guapa?- fue todo lo que dijo mientras reía y se fue. No estaba borracho, sino que muuuuuuuuy borracho.
Nada mas abrir la puerta, me dio olor a alcohol, marihuana, tabaco y a mierda. Me dejó allí, en la puerta, sin esperar a que hablara ni entrara. Nada. Ahora solo veía a un montón de jóvenes borrachos. O tal vez no solo eso. Observe que había más chicos que chicas, además chicas semidesnudas. Oh Dios mío... Otro chico se acercó a mi al darse cuenta que seguía en la puerta.
-No estas invitada fea- me dijo burlándose y me cerró la puerta en toda la cara.
Me quedé en shock. Pero que coño fue todo eso? Como una idiota me quedé allí.
Al cabo de unos segundo reaccione y di otras cuantas patadas mas ala puerta mientras exigía que me abriera ese pedazo de idiota.
No tardo mucho y hizo lo que le pedí.

-Y ahora que? - me vaciló el mismo idiota de antes.
Este era mucho más alto que yo, también moreno, por un piercing en la boca. Es todo lo que pude observar en unos segundo ya que no estaba concentrada en su aspecto.

-Pero tú que te has creído llamándome fea y cerrándome la puerta en toda la cara, pedazo de idiota? - se me escapó.
Hay Dios mio, mami por favor ayúdame, este chico no tiene pinta de ser buena gente y me va a matar, tal vez me clave un cuchillo, o tal vez ni lo necesite ya que es mucho mas fuerte que yo, con solo un pequeño golpe me lleva directo a la muerte. O tal vez me viole. Bah no creo, el me ha dicho fea, eso significa que no le parezco nada atractiva, menos mal, punto a favor para mi.
El chico se quedó mirándome fijamente y sonrío de lado.

-Es mi casa, puedo echarte si me da la gana. - contestó vacilante

Uf menos mal, no me ha dado una paliza. Pensaba que con el tono con el que me había dirigido a él se iba a enfadar. Un momento... Ha dicho que es su casa?
Vale, acabo de conocer a mi nuevo vecino y no de la mejor manera.

-Ni siquiera estaba dentro- contesté con su mismo tono vacilante. No le voy a dejar que se sienta superior a mí. Aunque por dentro me estoy muriendo de los nervios.

-Lo que tu digas enana, a que has venido?

-Por si no lo sabías vivo aquí enfrente, osea que soy tu vecina...

-Por desgracia- me interrumpió con una sonrisa burlona- ya lo sabía ¿y?

Lo miré frunciendo. Pero este de donde salió? Que acaso no tiene educación? Bueno no soy la más indicada ya que lo primero que le solté es llamarlo idiota, pero con lo que hizo, lo era y lo sigue siendo.
Zaya, cálmate, cálmate, me decía a mi misma. Resoplé.

-Bueno pues quería pedirte qué dejarais de hacer tanto escándalo, me molestáis- pedí amablemente, o eso intentaba.

-ese no es mi problema, niña, vete a otro sitio.- me contestó

-¿perdona? Si es tu problema, y no soy una niña! Pero quien te crees que eres? Y a donde quieres que vaya eh? Vivo enfrente pedazo de gilipollas!
Creo que mi cabreo, era claro, no podía ocultarlo. Juro que no soy así.

- Pues te tapas los oídos y te aguantas. - me dijo con un tono de diversión.
¿Se estaba divirtiendo? Enserio? Yo lo único que quería era matarlo en estos momentos.

-Voy a llamar a la policía- dije muy segura.
Este se encogió de hombros, sin importancia. Genial!
Al principio lo dije para asustarlo, pero con su reacción me convenció en hacerlo. Saqué mi móvil del bolsillo de mis pantalones y comencé a marcar.
Sin previo aviso, alguien me quito el móvil. Lo odio.

-Lo siento, creo que me quedo con esto. - dijo mi vecino aún con su cara de burlándose de mí. Le puse mala cara. Muy muy mala cara.

-Devuélvemelo- pedí

Sin darle tiempo a que mi vecino pudiera contestar, alguien se asomó por la puerta detrás de él. Uniéndose a nosotros.

-Hey! Que pasa Eizan? - pregunto el chico.
Casualidades de la vida, lo conocía. El también se dio cuenta de mi presencia al levantar la vista. - ¿Zaya?

-¿Que haces aquí Marc? - pregunté yo también.
Mi primo, al que mi familia lo llama el drogadito, estaba en la fiesta. El me miró extrañado.

-¿Desde cuando tú también consumes drogas? - preguntó burlón - Eizan- se dirigió a mi vecino- cóbrale el doble, mi primita tiene pasta- se burló y se fue así sin más.
Genial, mi vecino era ¿puto camello? Él rió.

-Por fea, no te vendo nada. - dijo él.
Muy bien, esto no va a quedar así. No voy a permitir que me humille un puto camello mal educado.

+ en "una escena y un amor"

Finge ser mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora