Epílogo

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Narra Ian:

—Quiero felicitar a mis padres por su aniversario numero doce. Espero que hoy bailes con ella, Papá. —Anuncia Dallan por el micrófono.

Creo que a ese niño me lo han cambiado en la clínica. Ya tiene seis años y nació para contradecirme. Beso la mejilla de mi esposa a mi lado, la mujer que ha cambiado mi mundo por completo, mi Alana.

Estamos en casa de mis suegros, es navidad y todos estamos reunidos acá, bueno, no todos falta Lucas.

— ¿Y tu hermano, amor? —Pregunto. Ali se encoge de hombros.

—Debe estar por llegar, sabes siempre que siempre debo arrastrarlo a estas reuniones. —No digo nada mas, porque tiene razón — Voy ayudar a mamá con la cena. —Anuncia y se levanta.

Me quedo sentado en el gran mueble blanco de la sala de mis suegros, tomo un poco de vino y de pronto veo que un pequeño cuerpo se lanza sobre mi, por lo que debo ser rápido para tomarlo.

—Papá, ¿Qué me has regalado esta navidad? ¿Recuerdas ese robot blanco que te pedí? —Lo observo pensativo y niego con la cabeza.

—Sabes que yo no soy el de los regalos, hijo. Si te portaste bien, santa te los traerá. —Arruga la nariz y suelta mi cuello por donde me tenia abrazado.

—Papá, se que santa no existe. También se que a mi no me trajo ninguna cigüeña. —Pongo los ojos en blanco —Aun debes hablarme de ese tema, quiero saber como fue que nací. —Oh, dios. ¿No debería estar pensando en otras cosas?

— ¿Ya comiste? —Digo cambiando de tema, me observa enojado y se cruza de brazo.

— ¡Papá!

—Amor, tu hijo quiere hablar sobre ese tema. —Digo, llamando Alana, ella pone los ojos en blanco y camina de prisa hacia nosotros. Yo tomo esta gran oportunidad para salir de allí.

Dallan no es un niño como los demás niños, a veces me preocupa lo rápido que va, a los seis años el debería estar pensando en juguetes y rogando que lo llevemos al parque; en cambio, se lee libros completos sobre la economía actual y cuando llega el periódico a casa lo lee el antes que yo, para luego así, tener discusiones con su abuelo sobre lo que pasa en el mundo.

Alana y yo tratamos en lo posible que viva cada etapa de su niñez, lo llevamos al parque, a ferias, al cine, y lo tenemos en varios cursos y programas educativos donde puede interactuar con niños de su edad. Yo por otro lado trato en lo más minino que vea a su abuelo Aarón, creo que por su culpa mi bebé esta así, aunque Alana dice que no es cierto, que Dallan es así desde siempre. Necesito que tenga más nietos, pero esperando a que Lucas se case moriré de viejo, mi única esperanza es Jeremías, y se desvanecieron hace un par de semana cuando termino con su novia.

Veo llegar a Lucas con Tiffany, y mi ceño se frunce, ¿Sale con Tiffany? No, no puede ser, ella tiene novio hasta donde me ha contado Ali. Lo veo saludar a todos y cargar en su brazos a Dallan para saludarlo. Hoy extrañamente... bueno, no se si es mi imaginación, pero lo veo mas fresco, mas... ¿Feliz? Bueno, no creo que esa sea la palabra correcta.

—Eh... Ian, ¿Cómo se porta el mocoso? —Pregunta, saludando con un apretón de manos. Definitivamente esta un poco mas... bueno un poco menos serio.

—Oh, bueno, quiere que le hablemos de cómo fue que nació.

—Háblale del pájaro ese, tío. El que trae a los niños. —Dice, llevándose la copa de vino a los labios.

— ¿Crees que no lo he hecho? Dice que eso no existe, menos santa. —Lucas emboza una sonrisa.

Jeremías y Aarón se nos unen y empieza una discusión sobre lo que esta generando mas ingresos ahora mismo. Sobre la economía del país y de cómo estará esta en un par de años. Estoy cansado de eso; siempre hablando de lo mismo, siempre hablando de trabajo.

Destino 《EDITANDO》Where stories live. Discover now