Prólogo

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Cinco años atrás.
New York.

Un chico de piel blanca, cabello negro como el carbón y ojos azules intensos, a simple vista se notaba qué tenía algunos catorce años de edad. Él se encontraba sentado en una de las sillas en la sala de espera de un hospital.

El hospital estaba casi vacío, pues los únicos dentro, eran aquel chico, su hermano mayor, un doctor y una enfermera.

Su hermano estaba internado en una de las habitaciones, en este momento se encontraba recibiendo algunos tratados y medicamentos por parte de la enfermera y el doctor mientras el chico esperaba.

-¡¿Acaso van a tardar mucho?!- Grita el pelinegro algo impaciente, provocando eco en la zona, mas, no recibe respuesta.

Él bufa algo irritado por eso, después de unos segundos esperando, finalmente se levanta de su silla y camina por el pasillo directo a la puerta en donde él recordaba que estaba su hermano.

A mitad del pasillo, pasa una brisa y él deja de caminar, paralizado.

-¿Pero qué...?- Susurra para él mismo y trata de moverse, no obstante, no logra moverse de su lugar.

La brisa regresa, él pensaba que era por una de las ventanas abiertas, pero él no sabía que todas las ventanas y puertas del hospital estaban cerradas.

Después de otro intento en vano de tratar de moverse, el chico siente como si alguien lo tomara de los hombros firmemente.

-Jaxon...- Se escucha ese susurro en el viento, nombrando el nombre de aquel chico.

Jaxon traga saliva asustado al instante e inmediatamente toda iluminación en el hospital se apaga.

El hospital estaba completamente a oscuras, nada dentro era visible.

Lo último que se pudo escuchar de Jaxon, fue un grito, un grito que resonó en todo el hospital.

Las luces volvieron a encenderse y todo siguió normal.

Mas, en el lugar en el que antes se encontraba Jaxon, no había nada.

Él había desaparecido.

Jaxon ya no estaba.

N/A:

Hi >u<

Espero que esto les este gustando... Ay >u<

Bueno, bye (/u\)

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