Un sueño cumplido (green day)

Capitulo 10: Un beso y cine en casa.

Nos besamos, un beso tierno, apasionado. Nos besamos hasta que nos falto el aire. Y nos tuvimos que separar.

- ¡Ruth! - chillo mi hermano desde el salón - ¡las palomitas!.

Nos levantamos lo mas rápido que pudimos, recogí las bolsas de palomitas y le di una a Bruno para que pareciera que me estaba ayudando.

- Toma - le di una bolsa a mi hermano.

- Gracias.

Nos sentamos todos el el sofá, Manuel estaba el la esquina derecha, a su lado Ryan, luego yo y en la esquina izquierda estaba sentado Bruno. Puso la película y empezamos a verla.

- ¡AHHHH! - chillo Bruno y me agarro la mano.

Lo mire, tiernamente, me parecía muy mono cuando se asustaba.

- Tranquilo machote - reí - es de mentiras.

- Ami me da miedo - bufo.

- Cuando tengas mide - pause - aprieta mi mano.

- Gracias - sonrió.

La película paso rápido. Bruno casa vez que tenia miedo de apretaba la mano, acabe con la mano morada. Manuel se reía de Ryan porque se había asustado y no había parado de temblar en toda la película. Eran las 6 de la tarde.

- ¿Vamos a la piscina? - pregunto Ryan.

- ¿Ahora? - preguntamos todos.

- Si, a darnos un chapuzón.

- Yo si voy - dijo Manuel acercándose a Ryan.

- Yo me quedo - sonreí - tengo que limpiar antes de que venga mama

- Yo la ayudo - sonrió Bruno.

- Bueno, nosotros nos vamos, a ver que hacéis - río Ryan junto con Manuel.

- Imbécil - bufé y le golpeé el hombro.

- ¿Au? - río - adiós - se fueron.

Bruno y yo entramos a casa-- Cerré la puerta y me puse a recoger, el solo miraba cada cosa que hacia, cada movimiento.

- ¿Que miras tanto? - pregunté.

- Es que eres perfecta - rió.

- Más - me sonroje y me gire.

- Pero no escondas tu cara - me susurró - estas preciosa sonrojada.

- Gracias - le mire a los ojos.

Sus perfectos ojos, su perfecta boca, su perfecto cabello. Todo me gustaba de ese chico, era realmente espectacular. Su cara, su cuerpo bien definido con unos buenos músculos... el chico perfecto.

Me miro. La mirada duro bastante tiempo. Nos dijimos con los ojos lo que no podiamos decirnos con palabras. Y nos besamos.

Yo correspondiente a su beso. Continuamos besándonos hacia el sofá. Me tumbo. El quedaba encima mio, empezó a acariciarme la pierna mientras me seguía besando. Nos separamos para coger aire pero volvimos a besarnos, esta vez yo le acariciaba su espalda. Nos separamos, el se sentó y yo me senté encima de el.

- Me encantas - sonrió.

- Tu a mi también - le bese.