Los llantos del bebé me despertaron. Estaba consciente de que esto era nuevo para mí y ya
temía que tenía que acostumbrarme por el resto de mi vida. Me di vuelta para ver qué
sucedía, al parecer no era nada pero seguía llorando y cada vez más fuerte.
Suspiré nerviosa, no sabía nada de bebés, nunca había tenido uno y lo máximo que sabía
era por mi primo Stuart cuando había nacido, hace veinte años.
—¿Qué pasa?—abrió la puerta preocupado Charlie .
Le di una mirada de disculpa a Charlie para después mirar al bebé.
—No sé, se largó a llorar y me despertó
—¿La leche?—pregunto
—No, se la di antes de acostarse.
Un grito del bebé nos sobresaltó.
—¡El pañal!—gritamos los dos
Busque a donde había dejado los pañales, tenía solamente dos que eran los que habían
comprado mi hermana antes del suceso, cuando los encontré se los lleve a donde Charlie
quien me mostró una mueca de asco.
—Es tu sobrino, no el mío.
—Eres mi mejor amigo, debes ayudarme.
Charlie me dio una mirada de odio, claramente gané yo.
—Hagamos esto rápido—sentenció.
Abrí el pañal, el olor era pesado pero no tan asqueroso como imaginábamos, le pase el
pañal a Charlie para que lo pusiera.
—Tienes que lavarlo, se pueden irritar su nalguitas y créeme, duele.
Puse en blanco mis ojos, levanté con cuidado al bebé y lo llevé al lavamanos del baño. Lo
limpié con cuidado y me devolví.
—Ser mama será una aventura.
—La mejor de tu vida.
Después de terminar el pañal y que se fuera Charlie cabreado a su habitación, deposité al
niño sobre la cama y me recosté junto a él. Sus ojos azules me daban la sensación de que
observaba la situación con diversión, una diversión inocente y cautivadora como el color de
sus ojos, su cara gordita y blanca me hacía recordar a mi hermana cuando éramos pequeñas
y unidas. Ese bebé era precioso y especial.
La alarma tocó sobresaltándome y sacándome de mis pensamientos. Era mi primer día de
trabajo con un bebé tierno y hermoso.
Me levanté de la cama para ir a la ducha, sin antes pasarle a Charlie mi sobrino para que lo
cuidara mientras que me bañaba.
Las gotas de la ducha me ayudaron a calmar mis pensamientos. ¡Tenía que casarme en seis
meses! Eso era imposible y a la vez raro, pero me daba curiosidad ¿Quién era capaz de
casarse conmigo? No tenía el mejor físico, tampoco era la más señorita... Era difícil que
alguien se casara conmigo pero no podía pensar en eso, tenía que tener la custodia de mi
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Beautiful Baby
RomanceUna llamada. Una tragedia. Un bebé. Elinie decide hacerse cargo de él pero, ¿qué pasará cuando alguien más llegue a reclamarlo? #83 Romance 11/07/16 #73 Romance 10/08/16 #51 Romance 1/08/16 #50 Romance 25/09/16 ¡#45 Romance 24/02...