Capítulo 3: La esfera Cuenca mar y Continente

101 9 3
                                    

Del nuevo viaje no había mucho que decir, sólo que Sapphire nuevamente utilizó a su Tropius y guardó la esfera en su bolso para que no se cayera en el trayecto. Obviamente Haruna no sabía mucho del asunto ya que no podía escuchar lo que le dijo Ruby a Sapphire y eso le molestaba, porque su curiosidad empezaba a crecer al igual que su miedo, junto a las ganas de huir que se apoderaban de su cuerpo, dificultando su estadía en aquel lugar. Mientras estaban en el pokémon tipo planta, la chica quería mirar el hermoso mar y las rocas que se podían ver pero el vértigo y náuseas se lo impedían así que tuvo que resistir. Por otro lado, Sapphire parecía no despegar su mirada del frente con una expresión de determinación.

Al llegar a su destino, se podía apreciar una enorme cueva con rocas a su alrededor pero no había ninguna superficie y la única respuesta para poder entrar era zambullirse en el mar e ir nadando. Pensar en eso hizo que se aferrara mucho más a la camisa de Sapphire, causándole extrañeza.

—¿No sabes nadar?

—No... —respondió avergonzada.

Acto seguido, la castaña sacó su MultiNav y se comunicó con Emerald para pedirle a su Mantine, haciéndole más fácil el camino a la chica. Esperaron por unos minutos y vieron que una criatura salía del agujero con rapidez y sin dificultad gracias a su piel que se resbalaba. Tropius se acercó al pokémon azul para que Haruna pudiera bajar y subirse otra vez para adentrarse a la cueva, la cual desde lejos se podía sentir que no olía muy bien ya que el lugar era viejo y el olor a metal se esparcía por toda la zona.

Saltó cuidadosamente, sintiendo la piel viscosa de Mantine que le molestaba. Le daba un poco de asco ya que era una chica escrupulosa, siendo la primera vez en la que estaba encima de una criatura así. Por otro lado Sapphire no dudó ni un segundo y se lanzó al agua saliendo a la superficie velozmente, sin dejar de mover sus manos para llegar rápido a donde estaban los demás, haciéndole una señal a Mantine de que se moviera.

—¿Cómo es que no le da frío? —murmuró para que no fuera escuchada por Sapphire.

Todo su cuerpo estaba encima de Mantine, en una postura incómoda ya que intentaba no ser tocada por el agua que salpicaba. Metió uno de sus dedos en el agua para comprobar su temperatura y notar que estaba más helada de lo normal al igual que el clima, mientras que el sol seguía brillando pero el calor parecía no llegar. Estuvo así un buen rato mientras miraba su reflejo en el mar pensando que todo lo que estaba viviendo era un sueño.

Al entrar en la cueva, pudo ver que a los lados había paredes de roca que construían una forma rectangular, seguida de dos "puentes" que posiblemente eran para poner algún barco por ahí. Luego de eso, seguía otro rectángulo con una pequeña escalera de dos escalones, pudiendo ver que los demás estaban sentados en el suelo.

—¿Por qué se quedaron aquí? —preguntó Sapphire apenas verlos.

—Mi padre dijo que no nos separemos —Ruby le estrechó la mano para ayudarla a subir mientras le respondía.

Segundos después llegó Haruna quien fue ayudada por el pelinegro para poder subir, pero aunque tenía el apoyo de alguien, sentía miedo al cometer algún error y caerse, haciendo el ridículo de esa forma.

Cuando ya todos estaban listos, decidieron empezar a explorar la zona con sumo cuidado y delicadeza por si había algún peligro desconocido. El olor a oxidación se apoderaba de sus narices junto a un malestar nauseabundo por lo antes ya mencionado, habían pasado años desde que alguien usaba este lugar y aún quedaban rastros de ropas o pokébolas. La más afectada era Sapphire por tener un olfato más sensible que el resto, quien intentaba sujetar la camisa de Ruby por precaución. Por otro lado, Mitsuru y Emerald se mantenían callados sin dejar de observar los rincones de la guarida, dando a entender que eran los encargados de aquello mientras Ruby dirigía al grupo. 

Pokémon Special: A través de la fantasía [EDITANDO & ACTUALIZANDO]Where stories live. Discover now