¿Una novela para Korosensei? (KarmaxNagisa)

Tiempo de castigo

—Jinny, despierta, la hora de clases dará inicio en veinte minutos— habló una voz femenina desde un celular en el suelo mientras a su lado estaba la dueña del aparato durmiendo recargada a un árbol, ante la insistencia de la voz la castaña se levantó aun adormilada y reviso el celular para encontrarse con una sonriente Ritsu.

—Buenos días, Ritsu

—Hola, Jinny debes cambiarte y darte un baño en las duchas de la escuela, pronto darán inicio las clases

—Cierto, ya voy— dijo la chica levantándose de donde estaba.

—Aun me sorprende que con todo y mapa te hayas perdido de nuevo

— ¡Agh! Eso me pasa por no estudiar el terreno antes, además prefiero haberme perdido... Tada me da miedo cuando se enoja

—Aunque siempre es muy amigable

—Es cierto deben amar a Tada

—Es un gran maestro como Korosensei— la castaña solo asintió ante el comentario y comenzó a andar en dirección al salón de clases, por la noche estudio el terreno hasta quedarse dormida y ahora ya no podría perderse ni aunque le vendaran los ojos. Iba entre los árboles al lado del camino viendo como muchos de sus nuevos compañeros llegaban uno a uno, por parejas o por grupos, sin duda alguna solo podía sonreír ante esas escenas, eran realmente lindas. Una vez salió de la ducha y se cambió se encamino a bajar la montaña con relativa tranquilidad aun le quedaban diez minutos pero sus planes de un paseo matinal fueron truncados por la aparición de cierta parejita que le llamaba mucho la atención.

—Hola, Karma... ¡Nagisa!— saludo la castaña para colgarse del brazo del celeste.

—Hola, Jinny

—Hola, enana

—Venga ya van a comenzar las clases— dijo la chica para agarrar la muñeca del celeste y llevárselo arrastrando, cuando estuvieron en clases un pelirrojo le reclamo en susurro.

— ¿Por qué hiciste eso?

—Solo estaré una semana aquí, me voy el próximo jueves pero como van las cosas tú no te declararas en años, no puedo aguantar

— ¿Y me obligaras a declararme a base de guerra?

—Si es necesario, ya sé quién más te declararía la guerra pero esa persona parece no querer hacerlo... ninguna de las dos, así que yo seré tu obstáculo

—Venga obstáculo deja de estorbar, tengo mis propios métodos y tu deberías enfocarte más en otro romance

—Eso puede esperar, ahora mismo la clase es más importante— habló Korosensei llamando la atención de aquellos dos que cuchicheaban entre ellos —Jinny, sé que no eres muy buena con los números así que pon atención y Karma no distraigas a los demás

—Sí— contestaron ambos con desgana, una por la materia y el otro porque no pudo seguir con aquello de lo que hablaban, quería preguntarle quienes eran esas dos personas que le darían guerra aparte de ella. Las clases pasaron de forma relativamente normal, Korosensei haciendo sus típicas bromas y exagerando, con intentos de asesinato, con Jinny demasiado cerca de Nagisa y tres miradas asesinas sobre ella, una suave y otras dos no tanto, el tiempo pasó sin mayor percance hasta que fue hora de clase con Karasuma.

—Bien, hoy tomaran clase en parejas. Harán una carrera de tres piernas por toda la montaña. El objetivo seré yo y cuando puedan asesinarme descansaran— habló firme Karasuma ante sus alumnos.

— ¡Oye, Tada! ¡¿Y el castigo?!— gritó alegre la castaña.

— ¡Cállate, Jinny!

—Karasuma-sensei— llamó el representante de clase.