II

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― ¿Asahi-san, la persona que te gusta sabe cómo te sientes?

Preguntó Nishinoya, en tono casual, a Azumane quien iba caminando a su lado.

Durante esta semana les había tocado a ambos encargarse de la llave del gimnasio y de dejar todo en orden y cerrado. Luego de completar la rutina diaria, caminaron juntos rumbo a la estación de tren y pasaron por una tienda a comprar un pan relleno para compartirlo por el camino. Nishinoya se sentía de buen ánimo por lo bien que habían estado en la práctica del día y agradecido de Asahi quien lo había invitado a comer. La comida gratis siempre le alegraba la vida.

Azumane lo observó con sorpresa y luego se puso evidentemente incómodo.

―Lo siento, escuché la conversación que tuvieron durante la práctica.

―A-Ah... bueno, qué se le va a hacer...

― ¿Y?

―No, no se lo he dicho...

Respondió nervioso Asahi, sin querer entrar en más detalles.

―Deberías declararte. Estoy seguro de que esa chica siente lo mismo.

Le dijo Nishinoya con total seguridad para luego dar otra mordida a su pan caliente.

― ¿T-tú crees?

Preguntó el mayor con una sonrisa tímida.

―¡claro que sí! Eres una muy buena persona, eres muy alto ¡y tienes talento para el voleibol! Además tus notas en el colegio... eh, bueno, no sé cómo sean, ¡pero seguro que te va bien!

―Hehe... gracias por opinar eso de mí.

― ¿Entonces? ¿No crees que tenga razón?

Le preguntó con una amplia sonrisa, que provocó una simpática arruguita en su nariz.

―Quizás... puede ser que lo intente...

Respondió finalmente Azumane, rascándose la mejilla. Entonces ambos continuaron devorando su mitad del pan relleno y conversando sobre voleibol y otras cosas.

― ¿Ryuu, tú sabes quién es la chica que le gusta a Asahi-san?

Interrogó en voz baja el Libero de Karasuno a su fiel amigo el Punta Receptor.

Estaban en los vestidores antes de ir a la práctica. Nishinoya se acercó discretamente a Tanaka mientras los demás se cambiaban de ropa e iban saliendo rumbo al gimnasio.

― ¿Eh?

― ¡Que quién es la persona que le gusta a Asahi-san!

Tanaka se tomó su tiempo para responder entre balbuceos sospechosos.

―Ah... ehhhhh... yo no sé.

― ¡Vamos! Yo sé que sabes, ¡no me mientas!

Fue él quien le había dicho a Hinata lo que también pudo escuchar y parecía saber mucho más al respecto, pero presentía que no quería decírselo.

― ¿Para qué quieres saber?

―Tengo curiosidad, ¡vamos dime!

― ¡No puedo!... ¡Asahi-san se enojará conmigo!

―Ya, pero él no tiene por qué saber que me contaste ¡jijiji!

Le dice dándole unos golpecitos cómplices en la espalda, junto a una sonrisa bien traviesa.

―No, Noya-san. ¡De verdad que no puedo!

― ¡¿HA?! ¿Por qué tanto misterio? ¿Es un amor imposible? ¡Es prohibido! ¡¿Es eso?!

―Ehhhhh... algo así... supongo.

― ¡Rayos, yo en serio quería saber!

Tanaka mira a Nishinoya arrugar el ceño y seguido darle una patada al estante, la cual sonó poderosa y seca, dejando el estante temblando.

―¡AAH! ¡Le preguntaré directamente!

El Libero repentinamente se dirigió a la salida con decisión, entonces Tanaka le agarró del brazo con rapidez y lo atrajo para enfrentarlo.

―No molestes más a Asahi-san con eso, ¿sí?... ¡Yo debí quedarme callado!

―Me dirás ¿o no?

Le preguntó el pequeño, disimulando una sonrisa de triunfo.

―Ya te dije que no puedo, pero lo que sí te diré es que...

Tanaka se calló un momento.

― ¿Qué? ¡Suéltalo ya!

Le incitó Nishinoya ansioso.

―Es que no se trata de una chica...

― ¿No se trata de una chica?

―No.

Nishinoya estaba confundido. Si no era una chica, ¿entonces...?

―¡¿ES UN CHICO?!

―¡SHHHHH!

Tanaka lo atrajo cerca para murmurar bajito.

―Yo no te lo he contado, Noya-san.

― ¡pero!.... ¡pero!... ¡¿un chico?!...

Un torbellino de emociones eclipsó el pensamiento de Nishinoya y tardó un momento en digerir lo que acababa de saber.

―¡¿Y tú cómo lo sabes?!

―Porque yo una vez lo escuché hablando con Sugawara-san de eso. Les prometí que no abriría la boca, pero... éste es su último año.

Tanaka dijo esto último con seriedad, como reflexionando sobre algo que Nishinoya no podría adivinar.

Había comenzado la práctica del club, todos estaban en la cancha haciendo la rutina de ejercicios y Nishinoya se sentía impactado después de enterarse por Tanaka de que Asahi estaba enamorado de un chico. No era una persona que juzgara a otras por sus gustos, pero... era Asahi. ¿Era en serio? Lo miraba a la distancia y no podía convencerse. ¿Entonces eso significaba que Asahi-san era gay?... pues era bastante increíble, no se notaba para nada... ¿y quien sería el chico que le gustaba? ¿Cómo sería? Trató de imaginarlo pero no sabía cuál era el tipo de persona que llamaba la atención del grandulón. Quizás le gustaban del tipo lindo como Sugawara-san, ambos se llevaban bien. O del tipo fuerte y decidido como Daichi-san, tenían una buena dinámica allí. Nishinoya en seguida se miró a sí mismo. Era bajito y demasiado intenso para el gusto de la mayoría. Sacudió la cabeza para despejar su mente. Imposible. Definitivamente no creía que pudiera ser el tipo de persona que le gustara a Asahi-san. De pronto se dio cuenta de que eso le hizo sentir un poco decepcionado. Compararse con los demás solía le dejarle esa sensación.

Continuará...

gracias por votar esta historia :) me alegra que la disfruten :*

cariños!

[ASANOYA,] En busca del LadrónWhere stories live. Discover now