EL MANUSCRITO ALPHA #PADP

Capítulo 8

Una hora antes...

El teniente Cruz estaba sentado en una silla metálica de la sala de conferencia a bordo del portaaviones NAe SP de la marina brasileña, tenía en manos un bloc de notas y un lápiz para apuntes. Ansioso, aguardaba que la puerta del costado de la sala se abriera para recibir sus órdenes. Sentía el frío aire que ventilaba por toda la sala y la ansiedad lo hacía transpirar en su frente, luego la puerta se abrió. El teniente se puso de pie y lleno sus pulmones de aire, mantuvo su mirada recta y seria.

–Buenos días, Teniente –lo saludo el Mayor parándose frente a él y mirándole fijo como un típico hombre lleno de autoridad y experiencia.

–Buenos días, señor –respondió firme y fuerte.

–Descanse –ordenó el Mayor caminando hacia un mapa que estaba colgado en la pared–. Será muy interesante lo que sucederá hoy, Teniente, su misión será ubicar e interceptar una Diana (aeronave no tripulada de la FAB), controlada remotamente desde la base; tendrá que hacerlo usando un caza modelo Gripen NG y podrá usar lo que necesite para que el blanco sea destruido. ¿Me comprende?

–Sí, señor –contestó sorprendido por ser seleccionado para la práctica.

–En este momento el Ministro de la Defensa y una junta de ingenieros, técnicos y especialistas brasileros y suecos estarán en la torre observando el rendimiento de nuestra nueva aeronave de combate, será muy importante que todo salga bien, ¿entendido?

–¡Entendido, sí, señor!

–Será en altamar por precaución. Estas son las coordinadas, tome nota. Diríjase hacia la aeronave que ya está preparada y buena suerte –finalizo el Mayor.

–¡Sí, señor! ¡Gracias, señor!

Saliendo de la sala, el joven teniente camino por el pasillo hasta el hangar donde estaba la aeronave. Los cazas Gripen NG eran la novedad tecnológica de la fuerza aérea. De fabricación sueca implantada en Brasil por un acuerdo gubernamental, llevarían la potencia aérea brasilera a otro nivel.

Vestido con un traje presurizado anti G de color gris y unas gafas de sol reflectante, se dirigió hacia la aeronave, observado por sus compañeros que emocionados le gritan alentándolo. A pesar de que tenía horas de experiencia de vuelo, se trataba de algo nuevo. Tenía que superar aquel desafío y corresponder con la confianza que pusieron en él. Luego de pararse para observar aquella máquina de guerra de color gris y de última generación, totalmente cargada de misiles y cañones que disparan centenas de proyectiles por segundo, respiró hondo y se subió a la cabina, puso su casco y la máscara de oxígeno, mientras las luces de los monitores se encendieron delante de él.

–Torre de control, aquí Gripen NG 00837 solicitando permiso para despegar.

–Gripen 00837, aquí torre de control, autorización concedida, cambio.

–Copiado, Torre Gripen 00837, listo y despegando.

El Teniente maniobró la aeronave por la cubierta del portaviones posicionándose para despegar, luego puso "play" en el aparato reproductor de música mp3 que llevaba con él y al sonido de "Born too slow" de The Crystal Method accionó la única turbina del Gripen que rápidamente lo hizo deslizar por la cubierta hasta elevarse por el aire. Alcanzó rápidamente la velocidad de 2000 kilómetros por hora. Maniobró la aeronave en dirección al blanco aéreo como indicaba en el radar. En veinticinco minutos este detectó el blanco, al tener el contacto visual ya podía empezar a jugar con la artillería del Caza.

No muy lejos de donde estaba el Caza, Eric intentaba descifrar qué cosa era aquella que volaba sobre el mar. Tenía unos dos metros y pequeñas alas como las de un avión, pero en un tamaño pequeño. Estuvo volando cerca de un metro en una velocidad considerable y por el viento era difícil poder leer lo que estaba escrito en el costado.