Sólo esta noche.

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#MaratonTonTon



ASTRID

Una extraña sensación asciende desde mi estómago hasta mi pecho. Es algo indescriptible lo que siento en este momento, siendo abrazada por Mika. Dentro de su complejidad y carácter, nunca se me cruzó por la cabeza tener el "privilegio" de sentir sus brazos alrededor, traspasando calor, haciendo que me sienta de mil y una maneras. Este simple gesto de seguridad que provoca una revolución interna tan compleja. Tenerlo así de cerca me vuelve loca, pero son sus palabras las que me quitan la poca cordura que me queda. ¿Cómo puedo despreciarlo si dice cosas así? Mika es impredecible, arrogante, déspota, malicioso, pero aún así tiene esa peculiar habilidad de sacarme de todos mis sentidos con un par de palabras. Justo ahora cuando decidía que todo lo nuestro debía terminar. Después de todo, aunque intente negarme a decir que sus palabras no han sido nada para mí, mi latente y agitado corazón dice todo lo contrario. Maldigo ese efecto que Mika McFly produce en mí...

Logro escuchar los gritos de las personas dentro de sus casas cantar la cuenta regresiva. De pronto, me sobre exalto cuando escucho los fuegos artificiales estallar en el cielo.

—Te odio —musito, con mis manos en sus brazos. Creo que ya ni caso queda que intente zafarme.

—Es difícil creer eso cuando estás así de nerviosa —masculla cerca de mi oreja.

Remuerdo mi labio, sintiendo mis mejillas arder.

—Son los fuegos artificiales —replico—. No estoy así por ti, McFly. Aun no estás perdonado... Me voy, eso ya es un hecho.

Sus brazos me rodean con más fuerza, aprisionándome contra su pecho. Los fuegos artificiales en el cielo se escuchan lejanos, como estuviésemos siendo envueltos por una burbuja invisible. Son las doce de la noche, debería estar con mi familia, pero estoy con la persona que hace un año no quería ni ver en pintura, que despreciaba todo en él, que me parecía la persona más despreciable del mundo, el chico que me había alejado de mi hermano.

—Entonces pasa esta noche conmigo, Pajarito. Después de esta noche, todo acabará.

Trago saliva, sintiendo una apuñalada en mi pecho. Lo ha dicho como si fuese algo simple y ya lo hubiera decidido. Creo que en el fondo me cuesta aceptar que todo llegue a su fin entre los dos, porque después de todo, si acepto la beca probablemente nunca más nos volveremos a ver y todos nuestros encuentros queden atrás.

Veo que la puerta de mi casa se abre. Debo responder rápido.

—Sólo esta noche.


MIKA

La puerta de su casa abrirse nos pone a ambos en alerta. Ella acomoda su capucha y se sube al auto, agachándose en el asiento del copiloto con el fin de que sus padres, quienes son los primeros en salir al ante jardín cargando a la hermana pequeña de Astrid, no la vean. Me subo con la misma velocidad de Pajarito al auto, me pongo el cinturón, y lo enciendo. El sutil sonido del motor parece no interesarles a los padres —quienes están más interesados en mostrarle los fuegos artificiales a la bolsa con pañales—. Sin embargo, cuando paso frente a la casa y visualizo por unos segundos más a la familia Fissher, logro precisar cómo el repulsivo de Patrick mira en mi dirección.

—¿Qué haremos? —pregunta Pajarito, acomodándose en el asiento y cruzando por encima de cuerpo el cinturón de seguridad, unas casas más adelante.

No hay un jodido lugar interesante para ir, ni tampoco algo poco común que hacer. Todo debe estar repleto de personas eufóricas dándole la bienvenida al año nuevo. Volver a la fiesta sería poco conveniente, el mirador sería un fiasco dada a la multitud de personas que se ponen allí para ver los fuegos artificiales, ir a un restaurant sería imposible vestidos así.

Obedeciendo tus Reglas TR#2 ✔️ | DISPONIBLE EN FÍSICOWhere stories live. Discover now