Capitulo 34 Mi unica mujer

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Narra Mario:

- Ya comienzas a preocuparnos, no te despegas de ________ ni un segundo, hermano, estoy pensando que esto si va enserio.- Dijo Mau quejándose de lo mismo por milésima vez, no entendía porque se ponía así pero sabía que tenía que ver con Kelly

- Pero Mau, claro que esto va enserio, estoy enamorado de mi chica, no se como pensaste otra cosa y además creo que ya deberías hablar con Kelly al respecto porque estoy comenzado a pensar que quien de verdad tiene un problema con el amor eres tu ¿Oh me equivoco?

- Te equivocas, completamente, Kelly y yo no tenemos nada ni sentimos nada.- Comenzó a balbucear, si, mi pobre y buen amigo se moría de amor

- Aja, claro como tu digas.- Le sonreí en forma de burla y este sólo se mostró molesto conmigo.- Me voy, ________ esta en su casa y de seguro esta aburrida, iré a verla.- Le dije a Mau parándome de su cama para salir de ahí

- Mándale saludos de mi parte.- Dijo Mauricio cuando casi salía de ahí y sólo asentí

Al salir entre a mi auto para después de unos minutos de manejar, estacionarlo frente a mi casa, rápido me baje y comencé a caminar a casa de mi novia

Entre sin tocar pues desde que comenzamos nuestra relación ambos ya teníamos ciertas confianzas y esta era una de ellas

Entre sin hacer mucho ruido pues tampoco quería asustarla o algo parecido, subí las escaleras ya que lo más seguro era que estuviera en su cuarto. Cuando llegue me pare frente a este y abrí la puerta con cuidado para ver que hacia

Mis ojos se fueron directo a un bulto en la cama, estaba dormida, estos días estaba durmiendo temprano, deduje que era porque en la noche ella no podía descansar del todo. Camine a pasos lentos sin hacer mucho ruido porque no quería despertarla.

Cuando llegue a su cama me senté en el suelo de su cuarto y apoye mi cabeza en el colchón, entonces hice lo que hace mucho no hacia con tanta tranquilidad, verla dormir.

Tenía sus ojos completamente cerrados permitiéndome ver lo largas que eran sus pestañas, juro que podría contarlas una por una, estaba abrazada a una almohada mientras su cabello caía por un costado de su cuello y sus mejillas levemente coloradas, era perfecta.

En realidad me costaba ser sentimental en cuanto a cosas del amor desde que ella se había ido, pero había descubierto que cuando volvió eso cambio, no me cabía en la cabeza lo hermosa que era y aún mejor, es que era mía. La observe unos segundos como el tonto enamorado que era y no pude más, me pare de ahí y camine hacia afuera de su habitación con los ojos llenos de lágrimas. Justo en ese momento me sentía tan feliz y afortunado de tenerla que no pude evitar llorar, ______ era todo para mi, siempre lo había sido, no iba a permitir que alguien la lastimara o alejara de mi, no podría dejar que sufriera.

La puerta se abrió lentamente y vi su pequeño cuerpo salir de su cuarto con su cabello largo algo alborotado mientras bostezaba y se tallaba los ojos para poder verme.

Rápido me limpie las lágrimas para que ella no lo notara, pero creo que si lo hizo

- ¿Mario?.- Me miro y quito su mano de sus ojos y camino sólo unos pasos para llegar a donde estaba yo.- ¿Que haces aquí? ¿Estabas llorando? ¿Todo bien?.- Se acerco un poco más a mi y puso su mano en mi mejilla y la mire a los ojos, estaba preocupada por mi

- Tranquila, estoy bien, sólo quería verte pero estabas dormida cariño.- La abrace para pegarla más a mi y ella no me apartaba la mirada

- ¿Porqué llorabas?.- Me miro aún más preocupada y en realidad no podía engañarla

- Sh... Estoy bien tranquila.- La acerque a mi pecho y sobe su espalda para tratar de que olvidara el tema pero no funciono

- Mario, dime porque estabas llorando.- Me abrazo fuerte y volvió a levantar su cabeza para mirarme

- Es que eres hermosa.- Le dije en un suspiro tratando de no llorar otra vez pero al mirarla a los ojos no pude evitar que los míos se volvieran a humedecer, podía ver el paraíso completo en ella.- Me siento el hombre más afortunado por tenerte a ti como novia.- La volví a recargar en mi y apoye mi barbilla en su cabeza

- Mario.- iba a decirme algo pero la interrumpí

- Te amo.- Dije apretándola más a mi

Sentí un alivio en mi pecho, desde que volví a verla quería decírselo, si bien desde que éramos novios otra vez, nos demostrábamos nuestro cariño, pero no le había dicho aquellas palabras desde hace tanto

- También te amo.- No pude evitar sonreír al escucharla también de su parte

- Tienes que prometerme que no vas a dejarme nunca ________.- Baje mi cabeza y me escondí en su cuello, ahora necesita escucharla decir eso, sólo así estaría seguro que seríamos felices siempre

- Oye, escúchame bien Mario.
No puedo dejar que alguien más se acerque si quiera a mi, sólo tu, sólo tu puedes calmarme en las noches, sólo tu sabes como hacerme sentir especial, nadie más, sin ti no puedo estar en paz ¿De acuerdo? No podría dejarte jamás, no de nuevo.- Me susurro mientras acariciaba mi espalda

Agradecía infinitamente saber que no podía dejar que nadie más estuviera con ella de la manera que estoy yo, simplemente no podía, ambos teníamos dependencia del otro, ella complementaba mi vida y yo la suya.

- Eres y siempre serás mi única mujer, nadie podrá quitarte de mi corazón, nadie nunca.- Levante su rostro y no pude aguantar más para besarla

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⚫Te quiero de vuelta⚫ |Mario Bautista|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora