Samantha estudia la carrera de medicina, vive sola y es soltera, siempre esta metiendo la nariz en los libros y muy poco sale a fiestas, todo es normal en su vida, hasta que una chica misteriosa le empieza a mandar mensajes y fotos muy comprometedor...
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Estaba tomando mi café cuando me llegó el mensaje,me impresionó tanto que escupi todo cuando me tenté de la risa. Agarré mi celular y escribí un mensaje para la desconocida.
—¡Hey Samantha!—me grita mi amiga Sofia cuando entra al salón. —¿qué pasó loca?—dije riendo. —tenemos nueva compañera —dijo frunciendo el ceño. —ajam ¿y?—dije hojeando mi libro. —no habla mucho pero de seguro te gustará –dijo alegre. —¿qué?—ahogué un gritito—que te quede claro que a mi no me atraen las chicas joder—dije nerviosa. Se empezó a reír y luego me quitó el teléfono. —hace un mes dijiste que borrarias su número y por lo visto está caliente enviándote fotos—dijo riéndose. —¿qué?—le quité el celular y abrí el chat,tenia unas cinco fotos muy comprometedoras —pff es una loca,intenté borrarla pero me sigue mandando—dije seria. Mi amiga tomó mi rostro y aguantó una risa. —tus ojos están dilatados—me soltó y empezó a escribir en su oja. —¿y?—dije enojada. —debes saber que los ojos se ponen así cuando te gusta una persona o cuando te exita –dijo sonriente. Quise contestarle pero nos interrumpió la directora de la universidad. —Buenos días alumnos,hoy tienen nueva compañera de curso,procuren ayudarla si necesita algo con las materias, estuvo afuera un tiempo y ahora retomó las clases—dijo cruzada de brazos mientras nos veía seria. De pronto se escuchó un barullo de los demás compañeros y pudimos ver pasar por esa puerta a una chica con jeans rasgados,remera negra de rock y tenia en unos de sus bolsillos de su campera el celular encendido. Entró con un aire de superioridad, mascando chicle y nos dirigió una mirada penetrante a cada uno de los que nos encontrábamos aquí, cuando fijó su atención en mi,pude apreciar apenas que las comisuras de su boca se levantaban pero no quería darme el gusto de sonreír, se sentó y me dio la espalda. —bueno ahora si, sigan sus clases de biología —comentó la directora sacandome de mis pensamientos. —te la comiste con los ojos,es bonita—susurró mi amiga codeandome. La miré fijo y rodee los ojos molesta.
