Corazón Oscuro (Tom Riddle)

Capitulo 17 La Culpa De La Muerte

CAPITULO 17

LA CULPA DE LA MUERTE

- Tú me mataste – siseaba

Otra vez podía verlo estaba ahí, a su lado, viéndola con odio y rencor, ella temblaba, no podía hacer nada, él estaba de nuevo imponente, podía ver sus facciones ahora de veintiún años, su pelo de ébano, su piel aterciopelada y los ojos color sangre como se le ponían siempre que se llenaba de ira.

Esos ojos de los que ella había sido víctima en muchas ocasiones, pero a diferencia de esas situaciones, no sentía odio hacía él, algo la comía por dentro, algo la llenaba de temor y era que sus palabras fueran ciertas, que ella hubiese terminado con su vida, su rostro se llenó de angustia y después se preguntó ¿Cómo había sido capaz de hacerlo? ¿Cómo sin pensarlo tomó una decisión solo provocada por palabras crueles?

Mató a Bellatrix por que la ataco y probablemente la bruja loca tenía intenciones de matarla, sabía que era así, acabo con la vida de Pansy Parkinson para salvar la de Draco, para salvar al hombre que había llenado su corazón hace más de dos años, sabía que tenía razones de sobra para matar a Tom, pero sabía que no lo había atacado por esas razones, fue solo una reacción por unas palabras que la hirieron como navajas afiladas.

¿Una simple reacción podía hacer que acabara con una vida? ¿Tan peligrosa se había vuelto? Agachó la cabeza, él no dejaba de mirarla con los labios apretados, seguramente quería llevársela con él, llevarla al mundo de los muertos.

- ¡Di algo maldita mal nacida! – gritaba sin control

- Yo...

- Tú... - dijo con impaciencia - ¿Cómo te has atrevido? ¡Mírame!

Xally dio un saltito y apretó los ojos antes de atreverse a alzar su cabeza y mirarlo de nuevo, quería despertar, sabía que podía ser un sueño pero también sabía que podía no ser así y que Tom estuviera dentro de su cabeza reclamándole por su muerte. Rogó por que fuera la primera opción, no sabía porque lo deseaba, porque deseaba no haberlo matado cuando debía estar feliz por haberse atrevido.

- Déjame tranquila – dijo en un susurro – No sé si estés muerto

- ¡Claro que lo estoy! ¡¿Por qué estaría aquí si no?! – Tom perdía la paciencia, agarró a la chica apretando su rostro y acercándola cruelmente – Por tu culpa lo estoy – dijo muy despacio

- Rodó una lagrima por su mejilla – No... - pudo decir – No te di, no pude hacerlo

- ¿No? – dijo con ironía apretando más su rostro, ella apenas podía hablar - Pero aquí estamos ¿no es así? Te torturare por siempre – brillaron sus ojos – Cada vez estaré en tu mente atormentándote, hiriéndote y jamás te dejare tranquila, pagaras por lo que hiciste, no podrás deshacerte de mí, hay torturas mucho peores que las físicas.

Xally lo sabía bien, por supuesto que sabía que la mejor habilidad de Tom era torturar a su victimas por medio de la Legeremancia, no necesitaba si quiera verlas o pronunciar hechizo alguno, podía hacerlas volverse locas, podía hacer lo que quisiera con ellos.

- Tus peores pesadillas estarán presentes todas las noches del resto de tu vida ¿Y sabes que es lo mejor? – ladeo el rostro, espero unos segundos para torturarla más, se acercó a su oído – Que jamás, jamás podrás hacer nada para impedirlo, me mataste, si, hiciste lo único que podías hacer en mi contra y esto me da la ventaja sobre ti, puedes buscarme pero jamás me encontraras, apareceré siempre que quiera en tu patética cabeza, hasta que decidas tu misma terminar con tu insignificante vida... Haz firmado tu sentencia de muerte pequeña rata.