El chico de al lado [Novela en Dreame]

Prólogo

Me recuesto en la cama totalmente agotada luego de terminar de desempacar todas mis cosas y ordenarlas en la habitación.
Me quedo boca arriba mirando el techo y veo un zancudo. Entrecierro los ojos y me paro sobre la cama para matarlo con mi zapatilla.

—Maldito bicharraco, me rehuso a que me piques... —murmuro entre dientes pegándole zapatazos al techo—... en la noche...

—¿Qué haces, Sam? Cada día más enfermita, eh... —La voz de mi hermano se hace presente. Lo ignoro y a los segundos siento un almohadón golpear mi cara con brutalidad. Maldito simio.

—¿Qué quieres? ¡Estoy ocupada!

—Si, ajá. A cenar, hermanita. Luego puedes pegarle al techo todo lo que quieras... —dice en un tono burlón, lo escucho soltar una risita antes de desaparecer por el pasillo.

—Voy enseguida. —Cierro los ojos con paciencia. Bajo dos minutos después, luego de matar el zancudo.

Salgo tranquilamente de mi cuarto para cenar y bajo las escaleras para encontrarme con mi familia.

Los miro a todos conversando entre ellos y suspiro, por un momento hasta me siento como la protagonista de una película a punto de presentarse.

Ahí se encuentra Chad, mi hermano mayor por un año. Cree que sabe todo de la vida y tiene tan solo 18 años. Sin embargo, muchas veces yo suelo ganarle por mucho respecto a la madurez.

A su lado, está sentada Emma, mi hermana menor. Tiene 12 años y es cómplice de todas mis travesuras. Su cara de ángel no concuerda con su personalidad, muchas veces puede ser un monstruito aprovechador. Y en la cabecera de la mesa, mamá y papá, más conocidos como los adictos al trabajo.

—¡Deja de mirarnos y ven a comer! —exclama Chad tirándome un pedazo de brócoli en la cara. Entrecierro los ojos y me agacho a recoger el pedazo de verdura para tirárselo de vuelta.

—¡Chad, no botes la verdura! —dice mamá sacándose la chancla por debajo de la mesa, esta impacta contra el brazo de mi hermano, que suelta un chillido y yo una carcajada.

Ya saben, una familia normal.