20. Desayuno con una zorra

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Estúpido Samuel que casi me atragantarme con el cepillo de diente... Más bien es culpa de la puta de su novia que es la que ayer gemía como si no hubiera nadie más a 5 manzanas. Todo es culpa de esa niñata. Antes de que ella llegara yo no me estresaba tanto. 

Decidí ir a la cocina a desayunar ahora que Samuel estaba en el baño para que así no me alterara más. Ya en la cocina, como yo no era capaz ni de freírme un huevo frito, cogí un bol, y me preparé unos cereales. Una vez que calenté la leche en el microondas y vertí los cereales en él, me senté en la mesa para comer en tranquilidad. Por lo menos hasta que tuvo que aparecer Erika y joderme la paz.

- Ah, hola Eric- me dijo defraudada ya que estaría buscando Samuel.

- Hola.- le conteste secamente.

La zorra de ella solo llevaba puesto una camiseta de Sam y unas braguita. Yo soy el único que puede llevar la ropa de Samuel! Espera, de verdad había pensado eso? Bueno que ella es una guarra y ya!

- Donde esta Sami?

- En el baño.

- Ah, bueno, pues me quedo aquí a esperarle.- se sentó al lado mio. 

- ¿Quieres que te ponga algo para desayunar?- le pregunte ya que no dejaba de mirar mi bol.

- Ay pues ahora que lo dices un bol de cereales no estaría mal. Pero tenéis algún cereal que no contenga grasas trans? Es que tengo que cuidar mi linea

"Tengo que cuidar mi linea" repetí imitando su voz irritante en mi cabeza. Solo por eso le iba a echar medio kilo de azúcar en la leche.

- Eh, si, creo que hay cereales integrales o alguna cosa así.

- Ay pues perfecto- dijo dando un saltito en el asiento. Agg.

Me levante de mi silla y me fui hacía el armario donde estaban los cereales. 

- Jo, no sabes la suerte que tienes de tener un hermanastro como mi Samii- dijo sin que nadie le preguntara.

- A sí?? Por que?- le seguí el rollo solo por que sabía que me lo iba a contar igual.

- Pues sí, es super atento conmigo. Siempre me escucha hablar y es super cariñoso siempre. Ademas, siempre me intenta sacarme una sonrisa y me abraza cuando duermo - notaba como mi corazón empezaba a partirse-. Y ademas besa tan bien! - cuando soltó eso ultimo note como una lagrima caía por mi mejilla. Afortunadamente estaba dándole la espalda para prepararle sus putos cereales a los que iba a escupir tan rápido como se descuidara. - En serio por que eres un chico y esas cosas por que si yo fuera tu no conseguiría quitarle la mano de encima nunca.

En ese instante Samuel entró.

- Hola guapa- besó a Erika.- Hola a ti también Eric. 

Me seque las lagrimas y me di la vuelta para saludarle.

- Hola, oye no me encuentro muy bien, puedes prepararle tu los cereales a Erika, necesito ir a mi habitación.- y al instante salí de ahí lo más rápido que pude por no romper a llorar.

- Vale...

Entre a mi habitación y me puse a llorar. No podía creerme que estuviera llorando por culpa de la estúpida de Erika! No, si en realidad era mi culpa. Es mi culpa creerme especial y pensar que Samuel solo me trataba a mí de esa forma tan cariñosa. Estaba claro que Samuel no sentía nada por mí ya que no ha tardado más que unos pocos días en volver con su antigua novia QUE LE HABÍA ENGAÑADO y abrazarla como me hacia a mi, tratar de alegrarla como me hacía a mi o compartir la ropa como hacia conmigo. Bueno, vale, lo ultimo solo fue por que mi ropa estaba en cajas y no tenía donde ponerla, pero da igual! Nunca le he importado nada, solo me usaba como parche mientras recuperaba a Erika, y ahora que lo ha conseguido ya no me necesita y puede pasar de mí. 

De repente alguien se puso a llamar a mi puerta.

- *Knock, Knock, Knock* Eric, estas bien? parecía que te pasaba algo cuando te has ido así de rápido. Voy a entrar.

Justo antes de que lo hiciera me abalance contra ella para que no pudiera abrirla.

- No! No quiero que entres! Estoy bien! Fuera! Vete a desayunar con tu fantástica novia!

- Eric, déjame entrar.

- No! Estoy bien! Ahora vete!

Note como se iba pero cuando vi que ahora los pasos se acercaba por la puerta de baño atranque era puerta poniendo una silla como palanca. Vi como Samuel intento abrir esa también.

- Pero mira que eres pesado! Que me dejes solo!

- Tarde o temprano conseguiré entrar!- soltó.

- Pues que sea tarde!

Después de eso escuche como se alejaba. Dejándome llorar al final en mi deprimente soledad.


Hermanastro (Gay)Where stories live. Discover now