Capitulo 38

2.7K 315 44
                                    

Los ojos de mamá estaban fijos en Dante, quizás el muchacho era demasiado parecido al hombre con el que había estado casada, quizás sólo estaba buscando algún rastro de ese hombre en él. Yo no lo conocía, nunca me habían dado la oportunidad de hacerlo, pero ahora que lo pensaba, sus ojos, los ojos de Dante me recordaban a alguien, sí... a mis ojos en el reflejo del espejo cada vez que me veía.

-Oh... ¿Cómo está Agustín? –consultó papá bajando los papeles. Él quería lucir tranquilo pero de hecho podía ver cómo le temblaban las manos.

Quise irme sobre él, el cinismo de ese sujeto era increíble. No sé que estaba pensando exactamente, saltar sobre su cuerpo y golpearlo, no lo sé, de todas maneras Roxanne se metió en el medio para detenerme y la aparté de un fuerte empujón para terminar de darle una bofetada en su rostro. Ella no hizo nada, bajó la vista, esperaba que fuera avergonzada, y largó unas lágrimas.

-¿Qué está pasando? –Jorge lucía tranquilo, empujó a Roxanne un poco para apartarla de mí y me indicó que regresara a mi lugar, junto a Dante. -¿Por qué dices que este chico es tu hermano y quién es Agustín?

Retrocedí los pasos que había avanzado y me paré junto al chico que tomó mi brazo tranquilizadoramente, no me había dado cuenta pero mi cuerpo entero estaba temblando, mi respiración estaba agitada y mi corazón podía salirse de mi pecho dado la velocidad a la que iba.

-Agustín era un amigo de nuestra juventud –responde papá dándole los papeles a mamá que aún miraba a Dante. Suspiró –Agustín es el padre de Piera.

-¿Y lo... lo dices así como... así como si nada? –consulto sintiendo un nudo en la garganta.

-¿Cómo quieres que te lo diga? Es evidente que ya lo sabes todo.

-¿Por qué... porque me mintieron todos estos años?

-¿Habría cambiado algo?

-¡Todo! ¡Habría cambiado absolutamente todo! –exclamé no pudiendo contener las lágrimas. Miré a Roxanne. –Tú lo sabías... tú sabías todo por lo que estaba pasando... ¿Por qué Roxy... Porqué?

-Estaba mal Piera... a pesar de que no eres nuestra hermana, está mal.

-¿De qué hablan? –quiere saber el hombre. Yo niego con la cabeza y miro el suelo. Por supuesto que no estaba mal, nunca lo estuvo y ahora que sabía que no éramos hermanos aún menos.

-¿Dónde está Nora? –consulta Dante y es el momento de papá de quedarse mudo. –Fidel tiene derecho a saber que tú no eres su madre, tiene derecho a saber que su mamá quizás lo está buscando.

-Esperen... ¿Qué? –la pregunta viene de Jorge y Leo. Sí, seguramente ellos se imaginaban que yo podría ser hija de otro hombre, pero que los muchachos tengan otra madre ya era algo que era casi imposible.

-Esa mujer no tiene nada que ver con nosotros –dice Roxanne.

-Quizás contigo que eres una jodida egoísta Roxanne, pero Fidel merece la oportunidad de decidir por él mismo si la quiere o no en su vida.

-Él ni siquiera la recuerda.

-Porque era un niño en ese momento –continúo y siento la presión de la mano de Dante. Quería golpearla, de verdad, daría lo que fuera por golpearla en ese momento.

-No hemos sabido de ella desde hace muchos años –responde mamá, es la primera vez que deja de ver a Dante para mirar el suelo. –Intentó varias veces acercarse hasta que ya no lo hizo más, nosotros éramos un familia feliz y ella decidió apartarse –reí para mis adentros ¿Familia feliz? Debía estar bromeando. –Tú padre nunca lo hizo, ni siquiera lo intentó.

-Porque usted le dijo que Piera no era su hija –dice Dante con odio y es mi turno de sostenerlo. –Le gritó que siempre lo había engañado y Piera era hija de cualquiera menos de él. Mi padre murió sin saber que él tenía a una hija.

-¿Murió? –ese fue papá.

-Uh... no lo sabía –esa fue mamá.

-Quería saberlo, antes de morir él quería saberlo, pero el tiempo le ganó la carrera y no pudo hacerlo, todo gracias a ustedes y sus egoísta intereses –continúa y acaricio su brazo, él realmente estaba conteniéndose, pero la rabia e impotencia que tenía en ese momento era palpable. Respiró repetidas veces hasta calmarse y miró a Roxanne. -¿Realmente hubieras guardado esta verdad durante toda la vida aún sabiendo cómo sufrían tu hermano y Piera?

-Yo... -comenzó pero bajó la vista.

-Roxanne –Jorge la miró con incredulidad. Dios, él estaba tan decepcionado de ella.

-Lo lamento, no me correspondía decirlo, es algo de mamá y papá... yo no podía

-¿Roxy? –insistió Jorge.

-Esta mal. A pesar de no ser hermanos de sangre ellos son hermanos Jorge, tú no lo entiendes.

-Roxanne tiene razón -comienza mi prometido -entiendo lo que quiere decir...

-Largate Leo –digo con voz oscura. –Ni siquiera sé que estás haciendo todavía aquí.

-Amor...

-¡Largate! –grito histérica. Todo se sume en un incómodo silencio hasta que él se pone de pie y se marcha del lugar sin decir una palabra.

Miro a mis padres, si alguien entrara en ese momento y los mirara pensaría, "qué hermosa pareja, ellos encajan tan bien juntos, seguro son excelentes padres": papá abrazaba a mamá que lloraba silenciosamente y ella acariciaba sus manos. Ni siquiera podía imaginarme porqué ella lloraba y porqué él parecía tan compungido, aquí las víctimas éramos mis hermanos, Fidel y yo.

-¿Por qué lloras? –consulto fríamente. Ella me mira como diciendo "¿No es obvio? Estoy sufriendo." –Ustedes fueron quiénes nos ocultaron esto ¿Por qué lloras?

-Piera, si te pones a pensar esto ni siquiera es tan grave. Nos ahorramos muchas explicaciones, problemas con esos sujetos, rumores acerca de nuestra familia, todo así fue más fácil.

-¡¿No es tan grave papá?! ¡Escúchate! –exclamo y mi voz se quiebra al final. Pero respiro y me recupero, tenía mucho que decirles y si era gritando, para que me escuchen y entiendan más, aún mejor. -¡Esto es terrible! Nos mentiste toda nuestra puta vida por un deseo egoísta de perfección. Eres un maldito.

-¿Qué hubiera cambiando saberlo Piera? –insiste.

-Hubiera cambiado mi vida entera, toda mi maldita existencia sería diferente porque créeme que amar a tu hermano en secreto no es nada fácil papá –digo atrayendo sus miradas sobre mí. Oh... sus caras eran un espectáculo. –Sí, lo que escuchan. Estoy jodidamente enamorada de Fidel.

Trilogía Imposible: 2. Queda ProhibidoWhere stories live. Discover now