Cuando finalizó él combate solamente me recargue en la baranda y fingir que nada había pasado, que esta bien.
Después de unos minutos llegaron por mi, le comente a mi mama lo que había pasado, me preguntó si estaba bien y le respondí que si.
No le dimos tanta importancia ya que muchas otras veces estaba lastimada y era tanto él dolor que no podía moverme bien, lo vimos como algo normal.
Lo malo estaba por venir.
YOU ARE READING
Romance Juvenil
Teen FictionÉl amor de dos enamorados, amantes del deporte y separados por...