Capítulo 26:"Cada ves queda menos"

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Mis nervios aumentan cada vez más y más, mis manos ya han comenzado a sudar y debo admitir que es algo bastante vergonzoso. Solo espero que a nadie, en su sano juicio, se le ocurra tomarme de la mano. Eso sería aún más vergonzoso aún.


— Vamos, tenemos que ir ya — Marta me da una sonrisa de medio lado — Aldam, Dana y los niños se quedarán acá por todo el tema de la comida. Axlin y yo iremos por si es que llega a pasar algo, sobre todo con ustedes... — mira a los chicos — no queremos que hayan accidentes. Cabe decir que solo irá Luis, Luke, Marck y tú tío, los demás se quedarán a cuidar desde acá.

— Entiendo — respondo con voz fuerte y clara — me muero de los nervios — admito en voz baja ganándome sonrisas de parte de ellos.

— Si te soy totalmente sincera — ríe Marta — también yo —. Ahora somos las dos las que reímos juntas.

— Correcto par de locas — bromea Luka mientras le doy una sonrisa de medio lado — ya es momento de irnos — deja una de sus manos en mi hombro mientras que me da una sonrisa llena de cariño. Una que solo él sabe dar.

Tras mirar a todos, decidimos que ya es hora de irnos. Todos juntos salimos de la casa y rápidamente nos convertimos en lobos, claramente a excepción de Marta y Axlin, las cuales se ven obligadas a subirse a los lomos de Luke y Marck.

Una vez listos, todos corremos en dirección al cerro. Tenemos que llegar antes de que anochezca por completo y para eso no falta mucho. El sol se está ocultando más rápido que otras veces, causando que mis nervios aumentan aún más. En cualquier momento me dará una crisis de pánico y no podré hacer el llamado, lo cual no sería algo para nada bueno.

— Erin, relájate, estás demasiado tensa. Nada malo pasará — intenta bromear Luke.

— Tú te callas — le gruño a la misma vez que le doy una rápida mirada.

— ¡Pero que sensible! — le sigue mi tío. Es obvio que ellos quieren que me relaje y también está más que claro que lo están consiguiendo.

— Pero que hostigosos — respondo.

Los chicos comienzan a reír, lo cual hace que también suelte una pequeña risa. Vaya, debo admitir que me siento mucho más relajada ahora.

— ¡Esto es injusto! — Bufa molesta Marta — nosotras no sabes de qué es lo que están hablando, porque está más que claro que eso es lo que están haciendo.

Todos nos reímos aún más fuerte. Pobre chicas, es una lástima que no sean mitad lobos como nosotros, si fuera de ese modo todo sería un poco más fácil.

— Solo espero que no estén hablando de nosotras... — susurra Marta — ¿¡No lo están haciendo verdad!? — chilla y Axlin ríe, al igual que nosotros.

— ¿Saben? Ahora que me doy cuenta... Marta también pesa. — se queja Marck.

Nuevamente nos ponemos a reír. Es increíble cómo estos chicos pueden cambiar mi estado de ánimo en tan poco tiempo. Es por esto que les he tomado un cariño especial.

La cima comienza a acercar más y más a nosotros. Los nervios que ya se habían ido, vuelven a aparecer, claro está que ya no son tan grandes como antes, pero eso no significa que no me encontré nerviosa.

Más de quince no creo que nos hayamos demorado en llegar al fin a la cima. Aún faltan algunos minutos para que la luna este en su posición, pues si, tiene que estar en una posición exacta para que pueda hacer el llamado.

Todos nos convertimos en humanos y rápidamente me encaminó un poco más lejos que ellos. Levanto mi mirada al cielo y deja que un suspiro se escape de mis labios.

— ¿Pasaron los nervioso? — pregunta mi tío a la misma vez que pasa una de sus brazos por mis hombros.

— Sin ustedes aún estaría nerviosa. — sonrío mientras desvío mi mirada a los demás.

— Es bueno entonces que hayamos venido — susurra, yo solo asiento con la cabeza —. Ya verás que todo estará bien — posa su mano en mi cabeza y me da pequeñas caricias en esa parte — solo ten fe y estate tranquila.

— Gracias tío — sus ojos se iluminan como nunca lo había hecho y una sonrisa se expande en su rostro.

— Me has llamado muy pocas veces de este modo y que lo hagas ahora, me encanta — admite — espero que no sea la última vez que me llames así. — ambos reímos.

— Le prometo que no será la última vez que me escuché decirle de ese modo — sonrío ampliamente — es una promesa.

El sol se oculta por completo y la luna comienza a salir. Miro todo de reojo.

— Gracias pequeña — la voz de mi tío gana toda mi atención.

¿Qué es lo que está agradeciendo? Yo no he hecho nada por él como él lo ha hecho por mí.

— Yo soy la que tiene que dar las gracias — le dedico una sonrisa de medio lado — no usted a mí. — este suelta una sonora carcajada.

— Tienes razón — ambos reímos — pero aun así te la doy, eres mi sobrina y me encanta saber que no me has echado de tus tierras... Es por eso que te doy las gracias. Por ser parte de tu vida.

Separo mis labios para hablar, pero el grito de Marck hace que me mantenga en silencio.

— ¡Erin! — Me llama — ¡Prepárate, ya pronto estará en posición!

— Tranquila — rápidamente enfocó mis celestes ojos en el, claramente estoy nerviosa — todo saldrá bien — me da una última sonrisa antes de que me encamine al acantilado y convertirme en lobo para poder aullar desde ahí.

Narrador Omnisciente.

Erin la princesa y futura alfa de la manada "Luna blanca" se acerca dando pequeños pasos hacia el acantilado obviamente ya convertida en loba. Gira ligeramente su cabeza para poder ver a sus compañeros, todos tienen sonrías encantadoras en sus labios, esperando lo mejor de ella. Aún queda poco para que la luna ya esté en su posición.

En otras partes desconocidas del mundo, todos los diferentes tipos de animales de pelaje blanco esperan el tan ansioso llamado. Muchos de ellos han pasado dieciséis años esperando aquel aullido que les da a entender que su alfa ha regresado a casa. Cada uno de ellos ya se encuentra convertido en sus formas de animales mientras miran fijamente el cielo, esperando a que la luna se ponga en el lugar debido.

— ¿Qué hacemos aquí mami? — una pequeña niña ardilla le toma el brazo a su madre. — ¿Por qué cada noche de luna llena venimos aquí?

— Querida, estamos esperando el llamado de nuestro alfa. — responde suavemente.

— ¡Pero mami, ya tenemos un alfa! ¿Para que queremos otro? — pregunta un niño ahora.

— Tim — la mujer mira al niño — él no es nuestro verdadero alfa, es sólo uno que nos ha acogido en su hogar, pero no es el verdadero. Nosotros estamos esperando el llamado de la persona que si lo es, esa persona a al que le tendremos que ser fiel ante todo.

Los tres se mantienen en silencio mientras vuelven a fijar sus miradas al cielo.

Volviendo a donde se encuentra Erin podemos notar lo inquieta que está se encuentra. Todos sus amigos se han dado cuenta de lo ansiosa que se encuentra la joven princesa.

— Tenemos que hacerlo — le habla su loba interior; Itzel — es ahora o nunca y lo sabes.

La hermosa loba de pelaje blanco asiente con la cabeza y se prepara para hacer el tan preciado llamado. Aquel que tantas personas se encuentran esperando.

— Hoy reuniremos a nuestra manada — le responde a su loba — la manada Luna blanca nuevamente renacerá. Lo juro.

#1 Princesa De Los Lobos (ERDLP#2)Where stories live. Discover now