Estrella.

811 15 4
                                    

Estaba sola admirando el cielo, la noche parecía iluminada por nada menos que millones de pequeñas sonrisas, esas que maravillan el alma, esas que enamoran, esas que serían admirables en una persona, pero, nadie tiene esas sonrisas hoy en día.
Había una estrella que llamo mi atención, esta estrella era la más pequeña, parecía frágil, aunque estando tan lejos de ella es normal que todo parezca más pequeño siendo aún miles de veces más grande que yo, esa estrella parecía especial, no podía quitar mis ojos de ese frió y blanco brillo, ese resplandor era muy dulce pero parecía al mismo tiempo frió, era raro.
Me encontraba mirando solo aquella maravilla en el cielo, recostada en el suelo, acariciando el césped con mi mano, eran las tantas de la noche, como era viernes estaba sola, mis amigos y mi familia estaban en otros lugares, yo en vez de salir preferí quedarme sola pensando, adoraba este lugar, está en medio de la nada, es un pocos lejos de donde vine, pero como nadie viene aquí es seguro, de hecho creo que soy la única ser humano que ha pasado por aquí.
Estando en mi lugar favorito era yo misma, nada de fingir, nada de actuar, solo yo, solo Naima.
Me perdí por horas en mi mente, en el cielo, llegue a fantasear que las estrellas me hablaban.
Error, que esa estrella me hablaba.

-Genial, ya estoy delirando, el frió ya me volvió loca, lo sabía...

-¿loca?, ¿Por qué?- dijo la suave voz otra vez, me alerte. 

-¿Quién está ahí?

-Yo, ¿Qué sucede?, recién estabas lo más bien hablando conmigo, ahora me confundes.

-Ay dios, ya oigo voces...

-¿voces?, ¿oyes a alguien más aparte de mi?-Comencé a desesperarme.- Oye, ¿Qué sucede?, recién estabas feliz, ahora pareces asustada...

-A ver... chico, ¿Dónde estás?, es imposible que como en mi fantasía seas aquella estrella- dije señalando al cielo- No es divertido esto.

-Soy la estrella, aunque no me gusta que se refieran así cuando me hablan, podría bajar, pero le temo a la idea de que me dañes. -dijo con un tono apenado el extraño.

-Imposible, las estrellas no hablan y menos aún pueden bajar a la tierra. –Dije aun asustada y nerviosa.

-Si podemos, solo que algunos somos muy frágiles y muy temerosos del mundo que es abajo, estamos tanto tiempo en el cielo que no sabemos cómo actuar con las personas.

Mi corazón estaba alerta, no sabia que hacer, solo podía pensar que era una mala broma, pero... ¿y si de verdad estaba hablando con la estrella?

-Dime... estrella, ¿Por qué me estás hablando si tanto miedo te doy?

-Me sentí apenado de que tanto me mirases, además... me llamaste la atención ya que tantas veces has estado aquí, pero jamás me miraste a mi. Yo siempre te oí, eras la única que venía a hablar aquí, a contemplarnos, hace mucho nadie nos miraba desde este punto, aunque, es la primera vez que soy admirado, nadie jamás había posado sus ojos en mi, añadiendo que te veías triste hoy, agotada, como si el mundo solo colgara por tu espalda, creí que si te hablaba al menos te sentirías más aliviada... Lo siento, no quería que creyeras que estás loca o que alguien quiere secuestrarte, te juro que soy bueno.. –esto último lo dijo un poco apenado, con tono bajo y triste.

-oh... Aun no sé si esto sea real, o solo sea un delirio, o quizá un sueño...

-Sé que es extraño, solo un vez una estrella hablo con un humano, pero fue hace muchos años ya, ni siquiera yo estaba en el firmamento.

-Siento que cada vez estoy menos cuerda, pero, ¿podríamos seguir hablando como cuando creía que fantaseaba?

-Está bien...

Ya había perdido toda cordura al hablar con la estrella, pero, por alguna razón se sentía tan cálido como un abrazo cada palabra que oía, me contaba cosas del firmamento, cosas muy lindas y llenas de metáforas, esta estrella me maravilla, no se si solo sea un sueño, pero, es tan tranquilo, tan loco, tan maravilloso que desearía jamas despertar, pero, hablando con él, me quede dormida.

El chico de las estrellas. (borrador)Where stories live. Discover now