El Arma Secreta

Capítulo 13

Margarita estaba dando clase a los alumnos. Estaban todos medio dormidos  menos Eva y Jefferson, los cuales eran los únicos que estaban atendiendo a la profesora.

-Chicos, ¿qué aprendisteis el otro día en el entrenamiento?-Preguntó la tutora.
-Yo aprendí que Noe es la mujer más hermosa que existe en este mundo.-Contestó Adán.

Todos se quedaron mirando a Adán con cara de extrañados.

-¿Qué Adán?, ¿eso significa que triunfaste?.-Preguntó Hugo riéndose.
-Anda, cállate, ¿quieres?
-Ya basta.-Gritó la profesora.
-Yo aprendí a controlar mi poder perfectamente, ya que antes no podía.-Dijo Diego con un poco de timidez.
-No tengas miedo en decir eso Diego, todos empezamos igual que vosotros. Yo por ejemplo, tampoco sabía controlar mi poder al principio. Y Alf y Noe…. mejor de ellos no hablemos, que son un caso aparte total y extraordinario. De hecho tienen un poder oculto que todavía está por descubrir.

Adán se interesó por esto último que dijo la tutora.

-¿En serio? ¿Noe tiene un poder oculto que aún está por descubrir?
-Sí. Esto no lo saben ni ellos.

Adán se quedó ensimismado.

-Adán, que se te cae la baba.-Le dijo Jefferson.
-¿Eh?, ¿qué?. No…, no es por eso, es por otra cosa. -Mintió Adán.

La profesora se quedó mirando a la clase un rato.

-Leticia, por favor, ¿puedes leer el párrafo número 4? donde dice que significa tener un poder.

La chica se aclaró la voz y empezó a leer en voz alta.

-Tener un poder significa tener la habilidad de poder hacer cosas extraordinarias. De momento sólo se conocen a dos personas que tienen poderes super extraordinarios….
-Vale, lee hasta ahí.-Dijo Margarita levantándose.- Yo creo que muy pronto sabréis de quién se trata.

De repente sonó el timbre y todos los alumnos salieron del aula corriendo. Margarita estaba recogiendo cuando entró Santiago con Hassan.

-Hola, perdona que te moleste.-Dijo el conserje entrando junto al niño.

La profesora se dio la vuelta al oír la voz.

-Hola Santiago, dime, ¿que querías?
-Me ha dicho Ramón que te presente a este niño.-Prosiguió dándole palmaditas en la espalda a Hassan.-que va unos cuantos cursos adelantado, vamos, que es muy superdotado.
-¿Y como se llama?
-Me llamo Hassan.-Dijo el niño de mal humor.
-Pues bienvenido a tú nueva clase, ya verás como te vas a divertir mucho con tus nuevos compañeros. -Sonrió la profesora.
-No lo dudo en ningún momento.
-Ahora están por los pasillos, si quieres ir a buscarlos.
-No, prefiero quedarme aquí, es que no me gusta mucho andar.
-Bueno, yo como veo que os entendéis a la perfección, os dejo aquí a los dos.

Santiago se fué del aula. Hassan se dirigió hacia el primer pupitre y se sentó.

-Bueno, ¿y de dónde vienes?-Preguntó la tutora.
-De muy cerca.
-Pues bueno, me presento, yo me llamo Margarita y soy tu tutora.
-Ya lo sabía.
-Eres un niño de pocas palabras.
-Sí, no me gusta ni andar ni hablar.
-Bueno, ya verás como estando conmigo eso cambiará.
-Lo dudo.

Margarita y Hassan se quedaron mirando un rato. Y luego Margarita siguió recogiendo las cosas de su mesa.

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