Capítulo 7

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Era martes, había hecho lo mismo que todos los días, pero esta vez quería despertarme antes para que Chase no me pillara como ayer.Cuando salí de mi habitación para prepararme el desayuno, Katelin abrió la puerta de su habitación, vino corriendo hacia mi y me abrazó, ella era como un osito amoroso. No sabía ni que estaba en casa.

-¿Cuando has llegado?-le pregunté.

-Hace 5 minutos, he venido para llevarte a la Universidad, bueno y para saber lo que pasó entre Chase y tu.-dijo Kat guiñandome un ojo.

-Oh, no hace falta que me lleves a la Universidad, Chase me va a llevar- le dije.

Katelin me miraba con cara de sorpresa.

-Espera ¿Qué? Cuéntame que está pasando entre vosotros,ahora.-dijo ella.

Se lo conté todo, incluso lo de la toalla, esa parte le hizo especialmente gracia.

-Sin duda, a ese chico le gustas. - dijo Kat.

-Eres una exagerada, solo somos amigos.-le dije.

-Sí ya, amigos.-esa última palabra la dijo haciendo un gesto de comillas con los dedos.

-Es verdad, tu me conoces, yo nunca saldría con alguien a la semana de conocerlo.

-Tú a lo mejor no, pero él si.

-No creo.-le dije.-Solo se divierte intentando conquistar a chicas que le gustan y ya está.

-No creo que sea eso, no lo he visto hablar con ninguna chica a excepción de ti.

Me quedé pensando en lo que me habia dicho, no sabía que decir.

-¿Puedo hacerte una pregunta?-preguntó Kat.

-Claro. -le contesté.

-Si conocieras a Chase des de hace mucho tiempo, ¿saldrias con él?

La pregunta me pilló desprevenida, de repente me vinieron a la mente esos preciosos ojos verdes y me sonrojé.

-Te has puesto roja. - dijo Kat canturreando.

-No es verdad.-le dije enfurecida.

-Sí que es verdad y ahora contesta¿ le quieres verdad?

-No, es guapo y tal, pero no me gusta, no lo conozco demasiado.

-Al innombrable lo conocías des de hace años y mira lo que pasó.

-Ya... no quiero hablar de eso.

-Hillary, no es bueno guardarse las cosas, te vas hinchando y hinchando hasta que un día pum, explotaras. Además tampoco es para tanto, es mucho peor que te violen.

-Ya... ya lo se Kat, pero igualmente es duro.

Cuando acabé de decir la frase me rugió el estómago.

-Anda ve a desayunar. -dijo Kat.

Mientras me comía las tostadas le pregunté a Katelin:

-¿Qué tal con Gabe?

Ella suspiró.

-Perfecto, simplemente perfecto. Es monísimo, el otro día me llevó el desayuno a la cama.

-Me alegro mucho por ti Kat.

Ella miró el reloj de pulsera que llevaba siempre y dijo:

-Llego tarde, tengo que irme.

Recogió sus cosas y yo me fui a lavarme los dientes. Oí habrirse la puerta y a Kat decir:

-Ah, hola Chase, que susto me has dado, podrías haber picado, pasa y siéntate, yo me tengo que ir adiós.

Cerró la puerta de un portazo, había dicho todo eso tan rápido que al pobre no le había dado ni tiempo a contestar. Salí del baño y vi a.. ¿Chase? Estaba todo vestido de verde, todo. La camisa, los pantalones y las converse también, era un verde tirando a claro bastante bonito, pero al ver una concentración tan grande del mismo color, como que... asusta un poco.

-Oh dios Chase,¿has ido al médico? Creo que te has convertido en el Grinch.-le dije.

-No se que dices, pero yo me veo genial.-dijo Chase con una sonrisa de suficiencia.

-Tú creerias que estas genial hasta vestido con una bolsa de basura.

-Ahí te equivocas, a tu pierna le queda mucho mejor la bolsa de basura.

Sabía qué tenía que decir para hacerme enfurecer

-¿Nos vamos ya?-dije con los puños apretados.

-Después de ti.

El día transcurrió igual que el anterior, nada cambió, bueno lo único raro era que la gente se quedaba mirando a Chase con expresión de sorpresa, ¿A quién se le ocurre ir vestido de lechuga gigante? A Chase. Seguro que lo ha hecho porque mi color favorito es el verde.
Cuando Chase me llevó a casa después de cenar, me puse a hacer los trabajos. Acabé de hacerlos todos a la una de la madrugada. Pero en ese instante me llegó un mensaje que decía:

Te veo

When I see your smileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora