Sexta parte.

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Puede que esta sea mi parte favorita, o una de ellas. Realmente cuando lo escribí quedé totalmente satisfecha. Disfrutadlo.

Un beso grande, Ana xx

CAPÍTULO 6.

 

Esa noche habían tenido suficiente. Justo después de que Harry se corriese de la misma manera desesperada, estuvieron un rato tumbados juntos, hasta que Harry decidió vestirse y marcharse, dejando allí a Hayley.

<<Solo sexo>> pensó Hayley. Y en ese momento se había dado cuenta de que el sexo no era suficiente. Que no solo quería que Harry la follase. Quería que la besase, la acariciase como si fuera única...quería que Harry le hiciese el amor.

Hayley se levantó suspirando, y comenzó a colocarse, de nuevo, la ropa interior. Sobre ella se puso la camiseta blanca de Harry. Necesitaba llevarla para sentirse protegida, para sentir que él estaba cerca.  Justo después se tumbó en la cama, abrazándose a sí misma, y se durmió.

 

Hayley se encontraba en el correccional, habían vuelvo a pillar a Luke intentando colarse para rescatarla, pero Hayley no quería, ella solo quería estar cerca de Harry. La había cogido, habían forcejeado y ahora estaba tirada en el suelo, con las manos cubiertas de sangre, y protegida por los brazos del chico del pelo rizado.

—Voy a cogerte, perra. Vas a volver conmigo y no vas a volver a ver la luz del sol.

Hayley se levantó sobresaltada, gritando y completamente empapada de sudor. Sentía el corazón desbocado, y todo el calor que había sentido hacía unos segundos, se había convertido en un frío gélido, capaz de cortar la respiración.

Se levantó abrazándose el cuerpo, y salió de la habitación. Varios de los de seguridad, se giraron para ver hacia donde iba, e incluso uno de ellos la acompañó hasta los baños.

Comenzó a mojarse la cara, el cuello y las muñecas. Se sentía mareada, y con una fuerte sensación de náuseas.

Hasta que consiguió calmarse, Hayley permaneció sentada en uno de los baños, respirando entrecortadamente. Jamás había sentido eso, jamás había sido algo tan horrible como aquello que había pasado esa noche.

Salió del baño, y ya ningún seguridad estaba por la zona. Tenía la oportunidad de ir hacia la habitación de Harry y quedarse allí hasta que él llegase y la echase...al menos durante unos minutos, quizás horas, estaría tranquila y protegida.

Se decidió a ir, y comenzó a caminar a paso rápido por el pasillo que llevaba hasta la zona de habitaciones. Su tarjeta no estaba, algo que le pareció raro, y se temió lo peor.

Gabrielle no había estado vigilando esa noche...Le entraron ganas de llorar, pero no podía hacerlo, no podía creer algo que él había prometido que no haría.

Continuó andando hasta llegar a su puerta. Dio varios toques en la puerta, y tras unos segundos de espera Harry la abrió bostezando, con el pelo revuelto, y simplemente con unos bóxers, los bóxers que ella misma se había encargado de quitarle.

—¿Hayley?—Harry parecía sorprendido, pero no dudó un instante en meterla dentro de su habitación.

La chica temblaba.

—He tenido una pesadilla, y pensé que podría quedarme aquí mientras estabas de guardia, pero veo que no así que...

—No, dime, ¿qué has soñado?

—Son bobadas...

—Hay...

Aquella era la primera vez que usaba una abreviación de su nombre, en realidad era la primera vez que alguien lo hacía, y le gustaba.

—Mi novio...

—¿Tu novio? No me digas que tienes novio, Hayley.

La chica asintió y luego negó.

—Estoy aquí por su culpa, así que supongo que ya no es mi novio.

—¿Su culpa?—Hayley alzó la cabeza para encontrarse con los ojos verdes del chico, en los cuales lucía la preocupación.

—Harry...solo quiero tumbarme en la cama, abrazarte y dormir.

El chico de pelo rizado no pudo evitar que una sonrisa se le dibujase en el rostro.

—Bien, pero mañana tendrás que explicarme todo...Hay.

Ella asintió, mordiéndose el labio y agarrando a Harry de la mano para conducirlo hasta la cama.

Se tumbó abrazando su propio cuerpo, y apretando los puños de la camiseta.

—Veo que te has apropiado de ella—susurró acomodándose en la parte izquierda de la cama, levantándole un poco su camiseta para que ella se enterase de qué hablaba.

La espalda de Hayley estaba a penas a unos centímetros del pecho del chico, a pesar de que las manos las tenía, en ese momento, sobre sus caderas.

Hayley gruñó.

—Calla y abrázame.

Harry negó con la cabeza divertido, pasando una mano alrededor de la cintura de ella, y atrayéndola más hacia él, pegando su pecho a la espalda de la chica.

—¿Así mejor?—dijo mientras apoyaba su nariz en el pelo de ella, y respiraba el aroma de coco.

Hayley dejó de apretar los puños de la camiseta, y entrelazó una de sus manos con la de Harry.

—Así mucho mejor.

Missed (Harry Styles) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora