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Esa mañana bajaba presurosamente las escaleras. Mi madre iba detrás de mí, la conocía y algo que sabía perfectamente era que siempre se empeñaba en conseguir lo que quería, hoy no era la excepción pero yo era igual que ella en esa particularidad. Ella quería una respuesta y yo simplemente no quería responder.

-¿Cuántas veces hemos hablado de esto, Avery? –me pregunto gritando.

-Muchas. –replique –innumerables veces.

-Jane déjala, ella lo tiene que hablar con Niall. –dijo mi padre cuando llegamos a la planta baja.

¿Cuánto tiempo había pasado? Seis meses. Seis desde aquel día en que Niall me dio el anillo de compromiso, mi madre empezó a acosarme preguntándome sobre si teníamos fecha para la boda, evidentemente no la teníamos.

Lo único sobre lo que habíamos hablado Niall y yo era sobre hacerlos esperar hasta que pudiéramos pero ¿de qué iba a servir? Por cada tres pasos que nosotros diéramos el tiempo daría dos y medio, no iba a funcionar, tarde o temprano aquel momento nos alcanzaría.

-Sé que quieres que nos casemos, mamá. Pero Niall está estudiando y conociendo la empresa de la cual será jefe, no quiero presionarlo. –le dije mintiendo.

-Avery tiene razón, Jane. –Dijo mi padre –tu madre y yo te apoyamos hija, lo más importante es que Niall y tu se aman.

Se acerco a mí para abrazarme, me quede tiesa, muchas cosas habían pasado en estos meses pero Niall y yo no nos amábamos en absoluto.

-Vale me voy –dije.

Camine fuera de la casa, a veces pensaba que retenía mi respiración dentro de esa casa, me sentía mucho más relajada fuera que dentro de ella.

El primer mes después del anillo, peleé con mi madre. Había llegado a casa después de la biblioteca para hacer un trabajo de la universidad.

Había subido a mi habitación. Mi madre estaba en mi cuarto sentada en mi sofá.

-Hola, Avery –me saludo.

-Hola –le respondí, no le tome importancia a su presencia, hasta que acerque a ella -¿Qué haces?

Me senté a su lado, rompía un papel a la mitad y lo tiraba al cesto de basura..., eran fotografías, mis fotografías de Harry, ¡las rompía!

-¡Pero qué demonios estás haciendo! –grite mientras le arrebataba la fotografía -¿Por qué lo hiciste?

-Estas comprometida con otro hombre, Avery, ya no es correcto que tengas esto –me grito.

-¡Como si no supieras que no lo amo!

Me dio una bofetada, sentí impotencia. No la mire a los ojos, no por vergüenza sino porque sabía que no iba a ver ni una pizca de arrepentimiento en su rostro y eso iba a lastimarme.

El segundo mes Niall se había alejado de mí, me trataba como a una desconocida salvo cuando teníamos que fingir ser pareja.

El tercer mes mi madre traía catálogos de vestidos de novia, vivía con el constante temor de que el día de la boda llegara.

El cuarto mes, los eventos 'importantes'

Niall y yo nos tomábamos de la mano, llevaba un largo vestido rosa que mi madre había elegido, un rosa sin fuerza, pálido. Niall iba en traje, uno color negro.

Todas las personas llevaban una copa de vino en la mano, incluso nosotros, todos hablaban de diversos temas.

-¿Y cómo te sientes con todo esto, Avery? –pregunto una mujer alta y rubia. –imagino que estas nerviosa por la boda –me sonrió.

-Sí, un poco –balbuceé.

-Pero dinos como te sienta todo –insistió otra mujer.

Mire a mi madre, me dedicaba una mirada de reproche. Tenía que hablar rápido.

-Bien, es decir –tosí –me voy a casar con un gran chico. No podría estar más feliz.

Todos hicieron una exclamación de ternura hacia nosotros. Y de pronto un gran genio grito que nos besáramos, el primer beso que nos daríamos. Todos pedían un beso de la hermosa -falsa- pareja. Y sabía a la perfección que debía de hacerlo quisiera o no.

Estábamos frente a frente, él se acerco a mí esperando que algo detuviera ese momento incomodo, podría salir corriendo, antes de pensarlo nuestros labios ya se rozaban, sentí como apretaba mí mano, yo hice lo mismo.'

Nos besamos.

Todos aplaudían alrededor, todos exclamaban palabras bellas pero sin valor para nosotros, sentía los flashes de las cámaras, eventos importantes totalmente falsos.

El quinto mes tal vez nuestra amistada se termino, el decía de pronto que me quería y ya no sabía en que sentido me lo decía.

El sexto mes me beso, y estábamos totalmente solos.


INEFABLE ‖H.S‖Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ