El progenitor.

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"Más sin en cambio hoy mi amor le pertenece a alguien más" Aquellas palabras aún resonaban en su cabeza y cada vez con mayor intensidad. Sabía que Himeko vivía sola y tenia una hija. Pero ¿Quién es él o ella? 

Era algo que Chikane tenía que averiguar. Había pensando en volver a conquistar a Himeko, en volver hacerle el amor, en volver a soñar con ella y lo lograría o se dejaría de llamar Chikane Himemiya. Prendió su teléfono celular y noto que tenía llamadas perdidas... de su casa. Se había olvidado de Katsumi y de Kuu, solo pensaba en Himeko y en su hija. 

-Seré una ... - Dijo y se sentó en el sofá. Trato de devolver las llamadas pero no contestaron. Probablemente Katsumi estaría molesta. Eran llamadas del día anterior y toda la mañana, hora en la que Katsumi estaba en casa.

No podía remediar aquel hecho, pero sí podía mandarle un e-mail a Kuu avisándole que había mala recepción porque una antena se había caído, esperaba tener suerte y que Kuu le creyera. 

Chikane había tenido mala noche, no pudo dejar de pensar en Himeko, verla y tenerla tan cerca, volver a tocarla era algo casi irreal. El abogado que Chikane tenía de antaño trabajando para ella, aquel que arreglaba las transacciones le avisaría pronto que todo estaba listo para firmar los documentos para el traspaso del complejo.

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El regreso de Chikane a su vida, le hizo recordar lo doloroso que fue el pasado, aquel pasado que tuvo que vivir. La vida parecía más fácil sin ella, aunque también la vida se había encargado de dejarle algo que por inevitable que fuera, siempre la recordaría y ahora, Chikane estaba de nuevo, como si el destino le intentará decir que tenía otra oportunidad.

-¡Otra oportunidad! - Mascullo entre dientes - Solo espero que Chizu no sufra por esto.

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Chikane bajo a la oficina donde se encontraba la recepción y la intendencia. Sabía que Himeko pronto bajaría y ahora sería la oportunidad de "ganar puntos" fuese quien fuese el progenitor de la hija de Himeko muy pronto dejaría de ser importante, ella se ganaría el corazón de la pequeña.

15 minutos más tarde, vio a Himeko bajar agarrándole la mano a la niña pequeña, parecía que la niña estaba contenta de ir al colegio.

-¡Era enorme! Mamá - Gritó la niña con una grande sonrisa.

-¿Ah sí? ¿Quieres volver a ir? - Le pregunto Himeko a la pequeña Chizu.

- ¡Sí! Pero preferiría ir más a un zoológico, el Museo me aburrió en algunas zonas.

-¿Interrumpo? - Chikane se acercó, sabía que aquel momento era íntimo, pero así como íntimo era importante.

Le fallaron. Las piernas le fallaron a Himeko en cuanto escucho aquella voz melodiosa cerca de su nuca, aquella altura le favorecía deliberadamente a Chikane y ella lo sabía.

-¡Para nada! - respondió Chizu, quien se colocó enfrente de Chikane.

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Minutos. Incluso, podrían haber sido horas en las que Chikane no dejo de mirar a Himeko con una mirada fría.

-Las llevo al colegio.

-No te preocupes, Chikane - Alcanzó a decir Himeko, pero sabía que eso era lo último que Chikane haría.

Chikane se agachó quedando a la altura de Chizu - ¿Verdad que quieres que te lleve al colegio?

-Sí, así llegó más temprano- Sonrió.

EllaWhere stories live. Discover now